Por Grecia Ortíz
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Apasionado por el deporte del boxeo y dispuesto a luchar por sus sueños, el migrante guatemalteco Esau Diéguez, compartió con La Hora Voz del Migrante su historia, los retos a los que se ha enfrentado desde que llegó a Estados Unidos que finalmente le permitieron desenvolverse y lo llevaron a entrenar a campeones mundiales de ese deporte.
En la actualidad, el connacional trabaja para Terrence Crawford, que también se ha destacado como campeón mundial de esa disciplina.
El guatemalteco, quien aceptó a dar una entrevista a este medio, contó que es originario de Huehuetenango, lugar del que migró hace 28 años y ahora con tantos años fuera de Guatemala dice que se acostumbró a la vida en ese lugar.
De pequeño, recordó que fue lustrador de zapatos y a pesar de los años no olvida su origen y el esfuerzo que lo llevo a triunfar.
“Yo digo que soy de Santa Cruz Barillas, pero soy de San Miguel Acatán ahí nací, pero crecí en el otro lugar desde los dos, tres años en adelante y toda mi niñez y adolescencia la pase ahí empecé a boxear y representé a Huehuetenango, Xela y a nivel internacional también”, destacó.
Cuando migró dice que su condición económica no era tan mala, pero pensó que un cambio le ayudaría a seguirse superando, así que finalmente viajó y se estableció en Los Ángeles California en donde continúo practicando su deporte favorito en el ámbito profesional.
Sin embargo, en ese entones dice que no le fue muy bien y se mudó a Nebraska en donde se convirtió en entrenador de boxeo y se le presentó la oportunidad de trabajar con un equipo, pero antes de eso debió luchar por sobrevivir y pagar todos sus gastos personales.
“Mi primera pelea fue en febrero de 1988 y a finales de ese año participe en los juegos nacionales de San Marcos y gracias a Dios en un año me volví campeón juvenil, yo practicaba mucho futbol no me consideraba bueno, pero tampoco malo, lo hacía todos los días. Pero mis hermanos no sé de dónde sacaron unos guantes y ahí nos dábamos porque solo éramos varones y me empezó a gustar y me quede con el boxeo”, afirmó.
Aunque no le iba bien en el boxeo, dice que siempre mantuvo esa conexión con el deporte que tanto le gustaba.
AHORA TRABAJA EN EL GIMNASIO DEL CAMPEÓN MUNDIAL DE BOXEO TERRENCE CRAWFORD
Su primer trabajo como migrante dice que fue en el campo de la costura, algo que un principio no le gustaba, luego laboró para una empacadora de carne por 14 años.
“Tengo seis años dedicado 100 por ciento al boxeo, era mi sueño esto, pero no sabía todos los riesgos que requería para llegar a un nivel alto, pero en el transcurso del camino me dediqué a entrenar y eso requiere menos tiempo y así fue como empecé”, afirmó.
En la actualidad el connacional trabaja para el reconocido gimnasio de la ciudad de Omaha en Nebraska B&B, cuyo dueño es el campeón del mundo Terrence Crawford y el entrenador Brian “Bomac” McIntyre que es gerente del lugar.
En agosto, contó que esperan volver a trabajar con otras dos personas que son excampeones del mundo.
CUENTA CON EL APOYO DE SU FAMILIA
El connacional dice que su trabajo es duro porque a veces se debe alejar de su familia por varios días, al principio no era sencillo separarse de sus seres queridos, pero ya luego se acostumbraron, “a veces van a verme o yo también busco como verlos”.
Así que el guatemalteco se siente muy agradecido porque siempre ha contado con el apoyo de sus allegados.
De haberse quedado en Guatemala, menciona que duda hubiera logrado sobresalir de la manera en que lo ha hecho, porque el boxeo si bien ha ido ganando peso en el país, no ha dado el salto que se esperaría.
“Por eso digo que desde me vine fue un plan de Dios en mi vida, pero seguí hasta donde estoy ahora… el equipo que tenemos esta entre los mejores del mundo, entonces esa es la meta porque no es fácil y pues seguir cosechando triunfos y trabajar con más campeones del mundo”, refirió.
APROVECHA EL TIEMPO CON SU FAMILIA
En su tiempo libre, comentó que a su esposa le gusta hacer ejercicio, así que tratan de compartir esos momentos a veces en paseos con bicicleta. Su familia está integrada por su esposa y sus cinco hijos que significan todo en su vida.
Diéguez mencionó que, a pesar de vivir tantos años lejos de Guatemala, el sabor de cada comida y tradiciones están presentes en su vida.
“Los tamales, chuchitos, pepián, enchiladas, siempre están en nuestra comida y gracias a Dios casi que cada año vamos a Guatemala, siempre vamos en julio o junio cuando están de vacaciones, pero por la pandemia no pudimos ir este año”, contó.
PIDE A LOS GUATEMALTECOS QUE LUCHEN POR SUS IDEALES
El guatemalteco explicó que lo que más desea es ver triunfar a sus hijos, no importa el ámbito en que se desarrollen o elijan.
Diéguez, cuenta que aprender inglés no ha sido difícil pero tampoco fácil porque para aprenderlo es necesario ponerlo en práctica cada vez que se pueda sobre todo por la disciplina en la que se encuentra en la que es necesario que lo utilice casi a diario.
“Si no hablará inglés no estaría en donde estoy ahora porque el equipo con quien me desenvuelvo es por mayoría de personas nacidas en Estados Unidos”, destacó.
Así como el guatemalteco salió adelante, les recuerda a sus compatriotas a que luchar por sus ideales siempre debe ser la meta, “no se den por vencidos porque obstáculos siempre habrán, como siempre he dicho a veces las mismas familias y amistades lo desaniman a uno, pero hay que seguir”.
LE ENVÍA SALUDOS AL EQUIPO DE BOXEO DE BARILLAS EN HUEHUETENANGO
Diéguez, también dice que los guatemaltecos deben tener en mente que el respeto a las leyes estadounidenses siempre debe prevalecer.
Además, les agradeció a todas las personas que lo conocen por su apoyo, incluso a través de redes sociales.
“Yo vengo de una familia desde abajo, en donde comíamos tortillas con sal, no había ni para un caldito de pollo, pero gracias a Dios me fui superando”, contó.
Finalmente, el connacional le envió un saludo al equipo de boxeo de Santa Cruz Barillas en Huehuetenango, así como a todos los deportistas de esta disciplina deportiva en el país.