Por: Frieda Liliana Morales Barco
Doctora en Letras e investigadora de Literatura Infantil y Juvenil
¿Cómo nacemos? Es una de las preguntas fundamentales que más ha inquietado al ser humano. Pero, responderla es aún más difícil. Cuesta encontrar las palabras adecuadas. Y, ¿cuándo un niño pregunta cómo nací? Los adultos tartamudean, miran para otro lado como tratando de encontrar la respuesta en algún lugar. Impera el silencio. El niño espera impaciente. Pero, la respuesta no llega. Al final, el adulto responde rápidamente: “alosbebéslostraenlascigueñas…”.
En el caso de la “Princesa Ana”, Marc Cantin y Martin Jarrie unen lápiz y pincel para dar una posible respuesta a esta gran incógnita: la de saber ¿por qué de repente la princesa se ve gorda cada día? Su esposo, el Príncipe Barrigón, sonríe porque piensa que están haciendo una competencia sobre quien tiene la barriga más grande.
En el reino, nadie pasa hambre, pero les molesta que la princesa esté gorda. Por eso el príncipe sentencia con castigar a aquel que se burlara de ella sacándoles las puntas de las orejas.
Los esposos barrigones se pasean por doquier.
Los súbditos aplauden al verlos pasar.
Pero, un día, de repente, la princesa se siente mal. Le duele la barriga.
En el jardín los chorros de la fuente también se alarman.
El rey sale en busca de los médicos.
Todos corren, murmuran,
Horas más tarde, ¡pluf!, la barriga de la princesa se desinfla como un globo.
En lugar de aire, lo que se escucha es un llanto agudo.
Ahora, todos se sorprenden.
Unos minutos después, una bebita es puesta en los brazos del príncipe barrigón.
Por otro lado, el pincel y la paleta de colores de Martin Jarrie otorga pistas del porqué la Princesa Ana está gorda. El verde de las guardas es como la esperanza de algo por venir. El rojo azulado del vestido del a Princesa Ana alude al color de la placenta. El verde se amuralla. La esperanza crece allí. Mucho tiempo después, la princesa es expulsada, como un cohete, y mientras sube se desinfla. Pero… ella confía. Sonríe.
La esperanza se queda para iluminar la vida en el reino y la de los lectores, que también sonríen satisfechos.
LAS RESEÑAS
El gesticulador, de Rodolfo Usigli
El general César Rubio, uno de los caudillos idealistas de la Revolución al que se creía muerto durante una emboscada, es descubierto vivo en un oscuro pueblo del norte del país. El hecho causa revuelo: para muchos, Rubio puede ser la bolsa de oxígeno que el país necesita para no desviar su ruta; para otros representará un obstáculo. Rodolfo Usigli resuelve con mano maestra este conflicto.
El laberinto de Ragusa, de Gisbert Haefs
Una vez concluida su venganza contra los hombres que asesinaron a su familia, Jakob Spengler comienza un apacible matrimonio con Laura. No obstante, para mantener la paz en que vive, Spengler debe ayudar a la ciudad de Venecia a obtener información de los movimientos del Imperio Otomano en Ragusa. Así comienza la aventura de Spengler como espía de Venecia en la ciudad de Dubrovnik. Encubierto como músico, pronto descubre que los individuos involucrados en el baile de espías de Dubrovnik tienen un interés particular en él. El viaje de Spengler llega a su fin cuando debe salvar a su nueva familia de las mismas potencias que le arrebataron a sus padres y hermanos años atrás.
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