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Cecilia, una dulce niña con alma de soñadora, día a día se esforzaba por saber más. Deseaba entender el funcionamiento del mundo y sobre todo deseaba entender sus propios pensamientos y sentimientos. Foto: Cortesía / Fondo de Cultura Económica.

Por: Mabel Coxolcá García (15 años)

Al terminar de leer Ojo mágico, recordé que el primer encuentro que pude tener con Gloria Hernández fue en el 2020, yo tenía 13 años, en el Palacio Nacional de la Cultura, en una actividad emocionante. Fue una experiencia que jamás olvidaré.

La novela me hizo pensar en varias cosas a la vez.

Cecilia, una dulce niña con alma de soñadora, día a día se esforzaba por saber más. Deseaba entender el funcionamiento del mundo y sobre todo deseaba entender sus propios pensamientos y sentimientos, que la mayor parte del tiempo le resultaba complicado y frustrante, pero Susi llegó a su rescate, ella le ayudó a comprender y guardó cada uno de sus secretos.

Cecilia nos deja ver la gran pasión que tiene por la fotografía, el arte de poder capturar en un instante miles de emociones con tan solo presionar un botón. Nos hace saber la gran nostalgia que la invade al culminar su educación primaria y ascender a un nivel más, a una nueva etapa. Estoy segura de que muchos comprendemos a Ceci. Ahora más que nunca me pongo en su lugar y comprendo las emociones que en su momento la invadieron.

Yo no estoy en sexto primaria, sin embargo, estoy a nada de finalizar mi ciclo básico y por momentos me arrepiento de no haber disfrutado de varias cosas. Vendrán cambios y una especie de temor está presente entre tantas emociones que se encuentran en mi ser.

Es difícil soltar algo, en especial si llegaste a aferrarte mucho, ese es mi caso. Llevo 3 años estudiando en el mismo establecimiento y realmente es un lugar maravilloso, con personas igual de maravillosas, los verdes jardines, el clima, el pequeño bosquecito, son lugares fascinantes. Estoy segura de que a Cecilia le encantaría venir, se divertiría mucho fotografiando, estaría con la cámara de aquí para allá. Mi profesor de lenguaje y ella se entenderían a la perfección, él también toma fotografías asombrosas, pasarían un buen rato discutiendo sobre la diferencia entre una foto y una fotografía.

Ceci tiene algo que muchos han perdido ya: pasión. Ella jamás renunció a lo que realmente amaba, a lo que la hacía feliz. A pesar de los pequeños tropiezos que tuvo, demostró que cuando amas algo, jamás se renuncia. Por ser perseverante y a la vez curiosa, logró muchísimo, aunque para lograrlo, requirió de pequeños sacrificios. ¡Qué valiente fue Ceci!

A Gloria Hernández le agradezco por haber creado una historia tan maravillosa. A mí me gustó, me pareció entretenida y fácilmente hará volar la imaginación de quienes puedan leer la novela.

Tuve la oportunidad de conversar con ella por un instante, y si en algún momento de mi vida se me presentara la oportunidad de poder conversar con ella nuevamente, me gustaría decirle que el trabajo que realiza es admirable. Plasmar o expresar lo que pensamos, sentimos e imaginamos no suele ser fácil.

Su dedicación y empeño son ejemplo e inspiración para tantos jóvenes que desean adentrarse al arte de escribir, que de alguna manera a través de sus escritos, historias y relatos logra captar la atención de muchos y de esa forma toman un libro y lo disfrutan.

Gloria Hernández presentarán su libro Susana Tormentas este martes 8 de agosto, a las 18 horas, en el Instituto Cultural de México, de la Embajada de México, 2 avenida 7-57, zona 10. Entrada libre.

LAS RESEÑAS
Revoluciones científicas, de Ian Hacking

Antología sobre las corrientes científicas recientes con ensayos de T. S. Kuhn, Dudley Shapere, Hilary Putnam, sir Karl Popper, Imre Lakatos, Ian Hacking, Larry Laudan y Paul Feyerabend, con bibliografía y notas curriculares acerca de los participantes.

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Portada del título: «Revoluciones científicas», del autor , de Ian Hacking. Imagen: Cortesía / FCE.
El universo interior, de Hugo Arechinga

Mediante un viaje cosmogónico entre las complejas redes neuronales, así como las relaciones e instrucciones determinadas para cien mil millones de neuronas, el autor narra con prosa accesible y amena los encuentros y desencuentros que han inquietado a médicos, biólogos, psicólogos, físicos, químicos y otros expertos, y hasta diletantes, cuyas contribuciones no deben ser ignoradas, para explicar los confines de nuestro interior.

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Portada del título «El universo interior», del autor Hugo Arechinga. Imagen: Cortesía / FCE.
El ábaco, la lira y la rosa

Obra formada por una serie de ensayos de divulgación científica a los que según el autor une una característica muy especial: su intención literaria. La idea rectora de todo este texto es la unidad final del conocimiento humano. Se trata, pues, de un manuscrito ambicioso, legible, ameno e informativo.

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Portada del título «El ábaco, la lira y la rosa», del autor José Luis Díaz. Imagen: Cortesía / FCE.
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