Por: Giovany Emanuel Coxolcá Tohom
Mientras exista el Fondo de Cultura Económica, celebraré de forma permanente la aparición de un libro. Casi todas las editoriales jamás aprendieron a ser generosas con el lector. Aún no se sabe cuándo desarrollaron la vocación de saturarnos con literatura al vapor, horneada de más, pasada de levadura o, de plano, ya mero producto de teclados aporreados.
El Fondo sorprende con un nuevo título, por lo que todo mundo debería agradecer el salto de los trazos cuneiformes mesopotámicos a la genialidad de Gutenberg. Esta vez llega a nuestra lengua El ángel callaba, de Heinrich Böll, novela publicada en alemán por primera vez en 1992, cuando el hermano Böll llevaba siete años de haber dejado este descalabrado mundo, tiempos aledaños a la caída del Muro de Berlín y de las fatales resquebrajaduras de la URSS. La edición del Fondo del 2022 alegra nuestras bibliotecas. Y bueno, ¿quién no agradece un buen libro a precio que rompe con la tradición extorsiva de la mayoría de editoriales? No diré nombres de editores o editoriales para llevar la fiesta en paz. No es mi intención herir susceptibilidades. Aunque a veces es inevitable y a veces necesario, hoy no es una de esas veces.
La historia de El ángel callaba transcurre en 1945, hace casi ocho décadas. Para ponernos en contexto, la Segunda Guerra Mundial llegaba a su fin, no gracias a los milagros hollywoodenses -ya es tiempo de asumir el pasado con algo de rigor-, la voracidad imperialista tocaba sus puntos más altos y macabros con el demócrata Harry S. Truman y las bombas atómicas en Nagasaki e Hiroshima. En el plano doméstico, Guatemala cumplía un año de revolución democrática.
En algún pasaje de Doktor Faustus, Thomas Mann reflexiona -uno de sus personajes lo hace- acerca de los tiempos de la literatura. El tiempo de la novela, donde discurre la vida de los personajes, el tiempo histórico en que el autor concibe la obra y el tiempo en que la obra y el lector se encuentran.
El ángel callaba transcurre en 1945, ya se anotó información contextual al respecto. Cuando Böll escribió el libro tenía 32 años, entre 1949 y 1950. Habían pasado pocos años desde que la Alemania de Hitler llevara a los judíos a conocer un horror sólo comparable con el horror generado por la G-2 en Guatemala, con asesoría del Mosad (Instituto de Inteligencia de Operaciones Especiales), la agencia de inteligencia exterior israelí.
Las vidas de los personajes que pueblan esta novela de Böll se entretejen entre la desesperación, entre los escombros de una guerra recién perdida, entre la miseria y la mezquindad: un soldado fusilado por equivocación, otro consigue una identificación falsa, dos mujeres salen del hospital, un testamento que se abre camino entre ripio y edificios demolidos para llegar a su destino, un recién nacido muere de un disparo, se escuchan los ecos de los bombardeos sobre una ciudad alemana. Son tiempos del contrabando, de lealtades y traiciones.
Para los años en que Böll escribió El ángel callaba, soplaban otros vientos, los de la Guerra Fría, para su publicación hubo que esperar más de tres décadas. Para la aparición de la edición del Fondo se asiste a otra época, a la acelerada desdolarización, al fin de la hegemonía estadounidense y a la era de la multipolaridad.
En pleno 2023, mientras recorro las ruinas de El ángel callaba, me es imposible no pensar en las más de 20 bases militares estadounidenses en Alemania. Si de Guatemala hasta Jorge Edwards dijo que es una sucursal estadounidense, de Alemania se puede decir que es casi una base militar gringa, sin ánimos de ofender a los admiradores de Oliver Khan, a los lectores de Goethe o a los que citan constantemente a Nietzsche y a Schopenhauer.
Con esta lectura uno se pregunta, ¿dónde quedaron los pensadores como Heinrich Böll? ¿El ángel callaba da pistas para entender por qué Olaf Scholz se quedó callado después de los ataques al Nord Stream 2? Por cierto, Scholz tenía 9 años cuando Böll empezó a escribir esta novela.
En el ojo de la tormenta, de Mario Rapoport
La evolución de las ideas y del contexto internacional permite al autor explicar los grandes conflictos y controversias que impulsan la historia económica argentina e identificar sus principales problemas. Cada uno de los capítulos de este libro es la punta de un ovillo que hay que desenredar para poder comprender las relaciones entre el escenario internacional y los proyectos nacionales.
Paranoia, de Luigi Zoja
Estudio de la paranoia colectiva, hasta ahora tierra de nadie entre la psiquiatría y la historia, con un enfoque multidisciplinario. Reconstruye la dinámica, la perversidad y la fascinación de este mal y da cuenta de su absurdo, así como también de su poder de contagio psíquico pandémico. ¿Horrores del pasado? La luz de la conciencia nos recuerda Zoja, nunca es total ni definitiva.
El retorno de péndulo, de Zygmunt Bauman, Gustavo Dessal
Ensayo escrito a cuatro manos, como un diálogo en la intersección entre la sociología y el psicoanálisis tomando como punto de partida la figura de Freud y que va más allá de explorar las similitudes entre las dos ramas del saber. Se trata de un ejemplo de lo productivo que puede ser el diálogo entre disciplinas para analizar y entender una realidad que es poliédrica.
Recuerde que esta y otras novedades puede adquirirlas consultando en www.fceguatemalaenlinea.com y a través de WhatsApp: 5017-3130 o por mensaje directo en redes sociales: FCE Guatemala. El envío es gratis en compras mayores de Q200, dentro del perímetro de la Ciudad de Guatemala y Q300 en los departamentos. Aplican restricciones. Puede visitarnos en 11 calle 6-50, zona 1, de la Ciudad de Guatemala.