Suplemento Cultural: Cortesía
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Francis Fukuyama, quien se hizo célebre por su libro El fin de la historia, recibió a Informática en su oficina de la George Madison University, en Fairfax, Estados Unidos (ver Un intelectual…). La conversación arrancó con una pregunta sobre la generalizada preocupación por la denominada brecha digital entre países ricos y pobres. «Francamente —respondió— creo que hemos pergeñado este falso tema. Considero que no es una cuestión real y que la gente, más que nada, estaba buscando algún punto negativo de la revolución de la información. Así fue como surgió el tema de la brecha digital, que no existe».

Fukuyama insiste en que «la tecnología de la información premia a la gente que ya cuenta con una formación y está capacitada para utilizar computadoras. En cambio, en África, muchos padres se enojan porque sus hijos no saben leer ni escribir y se encuentran con que los blancos ricos sólo se preocupan por el acceso a Internet, lo que para ellos, no es la primera prioridad. Y si el niño africano no sabe leer y no está interesado en ninguna cosa que Internet le pueda enseñar, no importa si el Estado le proporciona acceso gratuito a Internet. No va a usarlo».

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Pero la brecha de todos modos existe…

Pero es que ahora, con Internet, si usted posee una computadora y está ubicado en un país subdesarrollado, tendrá acceso a toda la información, a todos los sitios de la Web, y a toda la información que posee cualquier persona en los Estados Unidos. Tal vez sea costoso, pero si comparamos esto con la situación anterior a Internet…

¿O sea que Internet en sí misma ayuda a saltar la brecha?

Imagínese lo que ocurría antes de existir Internet. Muchos estudiosos del Tercer Mundo no habrían podido obtener la información que buscaban, no habrían tenido una biblioteca, habrían tenido que depender de la biblioteca local y la posibilidad de que ésta tenga copias impresas del material buscado, y eso sencillamente no existía. Si bien es cierto que ser propietario de una computadora y tener acceso a Internet puede ser costoso en relación con otras cosas en un país pobre, si se compara con lo que hubiera costado anteriormente…, creo que allí reside la naturaleza misma del progreso.

¿La tecnología introduce situaciones de igualdad?

La tecnología de la información es un elemento que podrá permitir a algunos países pobres saltearse etapas del desarrollo industrial, etapas que pueden de hecho dejar de lado y pasar a un área de la tecnología informática más moderna. La introducción de la tecnología digital sirve para diseminar el poder y disminuir las desigualdades en el mundo entre los que tienen y los que no tienen. Pone la información a disposición de más gente.

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En los países pobres, el acceso a Internet toca a un pequeño porcentaje de la población. ¿Qué pasará en 10 años?

En 10 años no va a estar limitado a un grupo reducido. Cada tecnología que salió en los últimos 100 años atravesó una fuerte caída de precios. Sólo en una generación, los precios de la telefonía cayeron tanto que se transformaron en algo que todos con el tiempo podían alcanzar.

¿Cree usted que la tecnología ayudará a profundizar la democracia?

Sí, sin duda. Algo que nos inquieta (y desconozco las estadísticas de la Argentina), es que en los Estados Unidos los jóvenes no leen los diarios. Cada año baja el porcentaje de lectores. Considero que esto puede llevar a una crisis de la democracia, ya que ésta depende de gente que sabe lo que está votando, que entiende un mínimo de asuntos públicos que los preocupa. En el caso de muchos jóvenes, Internet está desplazando a los diarios y a las revistas en cuanto a la forma de obtener la información. Lo importante es intentar promover el uso de Internet para la participación directa en la vida pública.


[1] Silvia Bacher. Iinformatica.clarin.com.ar

[1] Tomado de https://es.paperblog.com/francis-fukuyama-francis-fukuyama-no-existe-la-brecha-digital-1870417/

 

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