Imagen: La Hora/Cortesía Suplemento Cultural
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Brenda Solís-Fong

1
El día se va quemando
segundo a segundo sin detenerse
hasta quedar un tizón.
Mañana se encenderá como si nada, radiante y coqueto,
azul o cálido, según sea su humor.

2
Somos afortunados atardeceres,
grandiosos gastadores de días,
amorosos catadores del tiempo.
Y quien se queje de un día corto,
mejor que ocupe la noche larga para amar,
roncar
o lo que sea su grandísima voluntad.

3
Los Atardeceres
lloran rojos destellos
que se deslizan
en el galillo de la noche.

Imagen: La Hora/Cortesía Suplemento Cultural
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4
La neblina me abraza,
a veces sonríe
y siempre calla.
Por eso me gusta,
es silencio para mi ruido.

No tiene mirada y me persigue
juega con las tejas
y como un velo, atrapa.

Y yo, bicha rara me pierdo en sus cabellos,
porque cabello, sí tiene,
es largo y canoso.

La vi, la vi,
se peinaba en la copa del pino
se rizaba en los cables de luz,
doy fe de eso.

5
Brizna,
billa el sol
y huele a tierra mojada,
entonces sucede el milagro:
la calle de bambú no es más que poesía.

6
Transcurro envuelta en letras que me arropan
Y debajo de su cadencia, duermo como vine al mundo.

En el verano saco un pie de la chamarra
y en invierno la nariz.

A veces no guardo nada
a veces todo,
La cama es mi cómplice.

Imagen: La Hora/Cortesía Suplemento Cultural
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7
Las seis en punto,
hubo neblina, hubo puesta de sol,
Pero no hubo celajes ni hubo rojizo volcán.

El sol se perdió en la neblina
alguien se tragó el arrebol.

En este lado del mundo,
la Guate de los pechos erguidos
de los magos con sombrero, copa alta
hay volcanes que comen arreboles.

8
¿Qué seríamos sin atardeceres?
¿Zombis?
¿Pájaros sin sosiego?
¿Cadáveres del horizonte?
¿Quizá, hojas en blanco?

Por fortuna,
el sol busca su propia chamarra
Y es fiel.

9.
Cuando el día acaba su oficio,
apaga la laptop,
guarda el azadón,
pone tras la puerta el delantal,
El ritual es ritual.

El día se echa en la butaca del corredor,
estira los pies, truenan los huesos ingratos,
parece invierno, pero es día.

No suelta el pocillo
los puzungos del café son hormigas locas,
mira al poniente y bosteza.

Apaga el radio, enciende la colilla,
cabecea, ingrato ocaso.
Bosteza, se desviste
Duerme, se duerme en la butaca
sin ponerse el camisón.

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