Dennis Orlando Escobar Galicia

A los 94 años, el pasado 11 de julio, murió en París, Francia, Milan Kundera, el escritor checo más traducido, autor de más de una decena de novelas, entre ellas “La insoportable levedad del ser”, considerada su obra maestra y la más conocida en el mundo.

El novelista, cuentista, dramaturgo, ensayista y poeta nació el 1 de abril de 1929 en Moravia, Checoeslovaquia, hijo de un destacado músico; por lo que el joven Milan estudió musicología y en algunas de sus obras evidencia ese conocimiento musical. En cierto momento de su existencia se ganó el sustento como pianista de jazz.

Milan fue miembro del Partido Comunista pero fue expulsado en varias ocasiones por su crítica tenaz al irrespeto a la libre expresión y al autoritarismo. Su primera novela “La broma” es un sarcasmo al régimen estalinista. Otras de sus obras como “La vida está en otra parte” también contienen temas político filosóficos. Antes de 1989 –año de la Revolución de Terciopelo, el gobierno comunista de Checoeslovaquia prohibió la circulación de sus libros.

En reiteradas ocasiones Milan Kundera fue nombrado candidato al Premio Nobel de Literatura. Él ni siquiera se daba por enterado porque rehuía la fama y prefería llevar un bajo perfil.

Milan Kundera,

En 1982 Kundera Recibió el Premio Europa de Literatura. En 2019 las autoridades de Checoeslovaquia le devolvieron su nacionalidad y un año después le fue otorgado el Premio Franz Kafka en reconocimiento a su trayectoria literaria. Recientemente, antes de su fallecimiento, se inauguró una biblioteca en su honor en su ciudad natal, Moravia.

“La insoportable levedad del ser”, publicada en 1984, es una sorprendente historia de amor, de celos, de sexo, de traiciones y de otras cosas que suceden en la vida periódica de dos parejas cuyos destinos se entrelazan. Trata de las dudas existenciales de un hombre en torno a la vida en pareja, principalmente por los conflictos sexuales y afectivos. En resumen: no es lo mismo acostarse con una persona que dormir con ella.

Lo dicho al final del párrafo anterior en las propias palabras de Milan Kundera: “Hacer el amor con una mujer y dormir con una mujer son dos pasiones no sólo distintas sino casi contradictorias. El amor no se manifiesta en el deseo de acostarse con alguien (este deseo se produce en relación con una cantidad innumerable de mujeres), sino en el deseo de dormir junto a alguien (este deseo se produce en relación con una única mujer)”.
En memoria a Milan Kundera transcribo algunos subrayados de mi libro “La insoportable levedad del ser” relacionados con la cultura letrada:

Milan Kundera,

“Una chica que, en lugar de llegar más alto, tiene que servir cerveza a borrachos y los domingos lavarles la ropa sucia a sus hermanos acumula dentro de sí una reserva de vitalidad que no podrían ni soñar las personas que van a la universidad y bostezan en las bibliotecas. Teresa había leído más que ellas, había aprendido de la vida más que ellas, pero nunca será consciente de eso. Lo que diferencia a la persona que ha cursado estudios de un autodidacta no es el nivel de conocimientos, sino cierto grado de vitalidad y confianza en sí mismo…”

Milan Kundera,

“… ¡Una vez tuve un accidente grave y fue estupendo! ¡Lo mejor de todo fue el hospital! No podía dormir, así que leía sin parar, de día y de noche”.
“Allí fue donde empecé a dividir los libros en diurnos y nocturnos. De verdad que hay libros que sólo se pueden leer por las noches”.

“Este hombre no tiene una mesa apropiada, pero tiene cientos de libros. Esto le resultaba simpático a Teresa y la angustia con la que había llegado se suavizó un poco. Desde la infancia considera los libros como contraseña de una hermandad secreta. Un hombre que tiene en casa esta biblioteca no puede hacerle daño”.

 

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