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Suplemento Cultural

Dennis Orlando Escobar Galicia

En asamblea extraordinaria de la APG, para tratar sobre el acoso gubernamental a la libertad de prensa en Guatemala, el presidente de dicha asociación, Byron Barrera, obsequió a los presentes el libro cuyo nombre encabeza este texto.  Esa misma noche leí el prólogo, escrito por la periodista y escritora Ana María Rodas, e inmediatamente motivado por su contenido empecé la lectura de la obra.

“Este libro debería ser leído por todos los guatemaltecos para tener una idea clara de los sucesos graves que nos amarran y nos impiden gozar de una verdadera democracia y nos obligan a permanecer en un lado oscuro de la existencia”, escribe la Premio Nacional de Literatura “Miguel Ángel Asturias” 2000.

“Este libro trata sobre los grandes problemas que nos aquejan, con un denominador común: la corrupción, una de las principales causas de la desigualdad social y económica existente, tanto en Guatemala, como en otras latitudes”, anotaron los diseñadores en la contraportada.

La obra, de tamaño media carta y 231 páginas, consta de dos capítulos, el primero: “La Pandemia y otros males” nos engancha en la lectura porque Barrera, como todo buen periodista, inicia su obra con la noticia mundial del COVID-19, haciéndonos reflexionar acerca de sus posibles orígenes y de sus consecuencias. Dice el autor que la industria farmacéutica ha avanzado en la creación de laboratorios y licencias para crear enfermedades y luego producir medicinas y vacunas para aliviar   las dolencias o contrarrestar males mayores. “Unos mueren para que otros se enriquezcan.”, sentencia el periodista.  Para sustentar su conjetura Barrera nos recuerda la gripe H1N1, el VIH y el Ébola.  Vale mencionar que acá en Guatemala hubo hasta quienes negaron la existencia del COVID y lo afrontaron. Un destacado académico “anticovid” pagó caro su atrevimiento.

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Diseño La Hora

En el Capítulo II (de 163 páginas), “Guatemala: crisis, iniquidad y corrupción”, el autor nos señala una gran cantidad de casos, empezando por el denominado “Cooptación del Estado”, que fue una invasión corrupta en todo el Ministerio de Salud Pública, cuyo principal acusado, el ministro, murió por COVID-19.  En seguida –ya que se está hablando de salud- se refiere al drama de enfermarse y curarse en Guatemala. Nos recuerda que en una ocasión el doctor Gert Rosenthal, exembajador de Guatemala ante la ONU, publicó una carta denunciando los altos precios de las medicinas en este país. En seguida otro médico, Román Carlos, respondió dándole la razón a Rosenthal, diciendo: “El precio de los medicamentos en Guatemala es, con certeza, el más alto de América Latina y probablemente del mundo (…)”.  Barrera también se refiere a la soberanía en salud, indicando que con gobiernos débiles, como el de Guatemala, el oligopolio farmacéutico hace lo que se le da la gana con los precios y la calidad de las medicinas.

El ensayista además, en otro orden de ideas relacionadas con la salud y la calidad de vida de los guatemaltecos, se refiere a la seguridad alimentaria, diciendo que acá los agroindustriales y comerciantes saturan el mercado de comida chatarra, “baja en elementos nutritivos y rica en grasas y carbohidratos, modificado drásticamente la dieta alimenticia”.  Justo en este momento en el libro se habla de la desnutrición, una de las principales causas del subdesarrollo de la población guatemalteca. Las estadísticas aportadas son tétricas porque de seguir así la desnutrición seguirá afectando el desarrollo integral de las personas y Guatemala seguirá siendo un país de los más atrasados del mundo.

El texto continúa exponiendo una gran cantidad de males, que en su momento fueron hechos noticiosos en los medios de comunicación, que nos crispan la piel y nos llenan de indignación, a saber: “Derroche de inmoralidad” relata los gastos innecesarios que muchos diputados reportan en el Congreso de la República. “La politización de la justicia” refiere como en las elecciones del 2019 fue eliminada la candidata con más probabilidades de ganar las elecciones. “Sin desarrollo vial” cuenta como Guatemala es un país con las peores carreteras y el ministerio encargado uno de los más corruptos. Acá se nos recuerda el libramiento de Chimaltenango, la ruta Palín-Escuintla y otras.

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Diseño La Hora

Bueno…son tantos males que en este espacio es difícil reseñar a todos los que menciona Byron Barrera.  Me limitaré a aludir algunos títulos, pensando que el lector interesado recurrirá directamente al libro:  “Inconstitucionalidad del Parlacen”, “Fidecomisos”, “Salarios mínimos y máximos”, “Apropiación de espacios públicos”, “Dudosa defensa pública”, “El negocio del miedo”, “Malinchismo”, “Militares y democracia”, “La justicia que duerme”, “Antejuicio igual a impunidad”, “El femicidio como  arma política”, “Alí Baba y los colegios profesionales”, “Condena prematura contra las mujeres”, “los sobornos, práctica común”, “Inversión sin desarrollo”, “Sin protección al consumidor”, “Juventud, tesoro perdido”, “Baja inversión en educación”, “Crisis de la universidad”, etc.

Tengo la impresión de que el autor, Byron Barrera, para estar bien informado de lo que ocurre en Guatemala se mantiene en constante discernimiento de las informaciones de prensa. Además –creo- analiza y discute con sus allegados para formarse una mejor opinión. Pero como todo buen periodista –aún sin espacio en donde publicar- redacta periódicamente artículos, algunos los comparte con sus amigos, otros los publica en medios de comunicación y seguramente también algunos los guarda. Me imagino que al darse cuenta de todo lo producido sobre la pandemia y demás males que han ocurrido en los últimos años en Guatemala, le nació la idea de juntarlos y editarlos en un libro.

“El lado oscuro (…)” puede leerse de principio a fin, empero también abrir el libro en cualquier página donde inicie un título en negrita. Lástima que no se puso el nombre de los títulos y la página de inicio en el índice. Por ejemplo, yo en este momento abro el libro y me aparece la página 101 con el titular que dice:  2015, cambios para no cambiar.  “Guatemala llegó a una de las mayores expresiones de su crisis social y política en 2015, cuando el presidente y la vicepresidente (…)”.

El libro de Barrera nos ayuda a recordar el pasado por muy doloroso que este haya sido.  Nos insta con sutileza a que lo malo no se siga cometiendo y que construyamos un mejor presente para tener un mucho mejor futuro. Guatemala tiene tantos hechos punzantes e indignantes que en muchas ocasiones, por salud mental, tendemos a olvidarlos. Durante la lectura pude recordar    actos descarados de corrupción y otros males cometidos por politicastros y gobernantes, dados a conocer en los medios de comunicación, principalmente por la prensa independiente.  Esto, en la actual coyuntura electoral, me sirvió para tomar una mejor decisión para emitir mi voto y descartar a todos los politiqueros y politicastros (de uno y otro sexo) cuyos nombres aparecen en los actos de corrupción y otros males registrados en El lado oscuro. Esta obra, por tanto, nos asiste a tener memoria histórica, es decir: reconocer situaciones jurídicas o derechos derivados de hechos históricos durante un régimen dictatorial.

 

 

 

 

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