Estudio: impuesto de 3.5% a remesas puede provocar reducción de envío por bancos y remesadoras

Un estudio elaborado por el Center for Global Development revela el impacto que tendría el 3.5% de impuesto sobre las remesas familiares. La información también refiere que a nivel de la región, Guatemala se encuentra dentro de los países que resultarían con mayores pérdidas.

Según el informe, el impuesto se aplicará a aproximadamente 40 millones de ciudadanos no estadounidenses, que se estima es la cantidad de migrantes que son titulares de tarjetas de residencia permanente o trabajador que no poseen la ciudadanía estadounidense.

El Center for Global Development refiere que utilizó datos el Banco Mundial del 2021 y las actualizó para adaptarlas al año 2024. Asimismo, se apoyó en datos de la Oficina del Censo de EE.UU. relacionado con la ciudadanía de los migrantes clasificados por continente.

HALLAZGOS

Según el análisis, podría existir la probabilidad de que el envío de remesas se reduzcan, a través de los canales formales como bancos y las remesadoras. Esto se vería reflejado en una reducción de la cantidad que los migrantes envíen, o que se desincentiven el envío de remesas por completo.

Además, el estudio hace una estimación de cuanto disminuye según la tasa impositiva. Al examinar el impacto del 3.5% del posible impuesto, se proyecta una caída del 5.6 % en las remesas.

En cuando a cada país, México sería el que tendría la mayor pérdida con más de 2 mil 600 millones de dólares anuales. Guatemala, República Dominicana y El Salvador también se encuentran en la lista.

“Se proyecta que los países centroamericanos sufrirán la mayor pérdida en relación con su Ingreso Interno Bruto (PIB), y que El Salvador, aliado cercano de la administración Trump, perderá el equivalente a más del 1% del PIB. Donde los efectos del impuesto sean significativos en relación con el INB, los países podrían experimentar menores ingresos familiares, una menor demanda de los consumidores y mayores presiones cambiarias”, puntualiza el estudio.

Por otro lado, se analizó también cómo sería la respuesta de los migrantes en Estados Unidos. “En primer lugar, como se supuso anteriormente, el impuesto podría reducir el tamaño y la cantidad de remesas”, recordó. 

Asimismo, se detalla que “los migrantes mexicanos en Estados Unidos envían un promedio del 16.7% de sus ingresos a México, pero los guatemaltecos envían un promedio del 45%, lo que sugiere que probablemente tengan menos margen financiero para absorber el costo adicional y tendrían que enviar menos”.

El informe advierte que el impuesto podría cambiar la forma en que los migrantes envían remesas. 

• Dado que los ciudadanos estadounidenses están exentos del impuesto, los migrantes podrían solicitar a estas personas que envíen dinero en su nombre.
• Otra forma sería el utilizar transferencias interbancarias en lugar de proveedores de servicios de remesas.
• La tercera opción, sería que los migrantes se aventuren a utilizar canales informales de remesas. 

Se cree que las transferencias informales ya son aproximadamente un 50% más grandes que los canales formales; pueden ser más económicas y rápidas, pero también están más sujetas a abusos.

El tercer factor que se observa, es que podrían cambiar los patrones migratorios. Según se explica, “una de las razones que justifican este impuesto es reducir la futura migración irregular a Estados Unidos”. 

Esto porque parte de las remesas son usadas por familiares para costear los gastos de cruzar la frontera irregularmente.

El estudio ve lejana la probabilidad de que la medida de imponer el impuesto a las remesas tenga los efectos deseados por sus defensores.

“Gravar el dinero enviado a países de ingresos bajos y medianos-bajos podría generar 940 millones de dólares al año, pero podría costarles a esos países un total de 2500 millones de dólares al año”, finaliza el informe.