Marco Livio Díaz: «No tengo nada que ocultar, ni yo, ni mi familia»

Heidi Loarca

El titular de la Superintendencia de Administración Tributaria (SAT), Marco Livio Díaz Reyes, se pronunció por los allanamientos efectuados en la oficina de la firma de auditores de sus hermanos por el caso B410, así como de retorno a sus labores, tras una semana de vacaciones.

El pasado 5 de diciembre, el Ministerio Público (MP) ejecutó una diligencia de allanamiento en la oficina de auditores de sus hermanos en la zona 15 capitalina.

Esto sucedió al día siguiente de que La Hora revelara que en la agencia 5 esa fiscalía se abrió un expediente en contra del jefe de la SAT y que está vinculado al tema de B410 de posible defraudación tributaria, que precisamente denunció Díaz Reyes.

Ese mismo día, Díaz Reyes pidió una licencia de vacaciones y retomó labores el pasado 11 de diciembre. Su primera aparición pública, luego de los días en que estuvo ausente, ocurre este lunes 16 de diciembre durante una actividad realizada en el Banco de Guatemala.

En el lugar, el funcionario brindó declaraciones y aclaró que no había abandonado la SAT, sino que pidió unos días de vacaciones para atender asuntos personales, entre ellos hablar con sus abogados con relación a la investigación en contra de la firma de auditores de sus hermanos.

«Se creó una gran fantasía de que yo había abandonado la Superintendencia, yo tomé cinco días, el día miércoles que tomé las vacaciones, estuve toda la mañana en la SAT, después de los hechos (allanamientos), yo necesitaba tiempo para hablar con mis abogados, así que no estuve en la Superintendencia el miércoles por la tarde, ni jueves, el viernes ya estuve de nuevo», explicó el titular de la SAT.

Asimismo, refirió que no quiso retomar sus funciones a totalidad, debido a la jornada extensa que le representa y necesitaba tiempo para atender otros asuntos.

«La Superintendencia me exige mucho trabajo, regularmente yo trabajo 12 a 13 horas, necesitaba no firmar documentos, ver otras cosas, así que estuve llegando, no retomé el puesto porque eso indica un horario más extendido», indicó.

Agregó que «aun estando de vacaciones yo estuve en la Superintendencia atendiendo lo más importante coordinando los esfuerzos, sobre todo porque estamos a fin de año y hay muchas cosas se exigen que estudiarlas para poder aprobarlas posteriormente».

ESTAMOS TRANQUILOS

El jefe de SAT expresó sentirse tranquilo y que él y su familia no tienen nada que ocultar. También afirmó que está sujeto a la ley y la respeto, pero pide a las autoridades que se realice una investigación dentro del marco de la objetividad.

«También tomé algunas horas para hablar con nuestros abogados y creo que todo se va a aclarar», comenta sobre los días que tomó de vacaciones.

Indicó que esperará a que sigan las investigaciones, que salgan a luz. «La SAT ha querido ser parte del proceso, no se ha podido, se presentó un amparo para que no haya una interferencia en las funciones de la SAT y esperamos que el miércoles la Corte Suprema de Justicia conozca el caso».

Además, puntualizó que «como funcionario público estoy sujeto a la ley y a cualquier investigación y lo que he dicho es que se haga una investigación objetiva, todos debemos respetar la ley y someternos a ella, no tengo nada que ocultar, ni yo ni mi familia, así que estamos tranquilos y esperamos que todo se aclare».

El regreso de Díaz Reyes se da al momento en que el MP realizó las primeras capturas por el caso B410, el cual fue denunciado por el Superintendente, en una conferencia el 14 de agosto.

¿Quiénes son las personas capturadas por autoridades en el caso B410?

Uno de los detenidos, Carlos René Ayala Morales, declaró a medios de comunicación que: «Mi mayor error fue haberle comprado a dos empresas vinculadas con ese caso. Ese es el error que me trajo acá».

El 8 de octubre, la SAT solicitó al Tribunal para que autorice órdenes de captura en contra de los representantes legales de las empresas que conforman el grupo B410.