La Gremial de Pilotos del Transporte Pesado anunció un posible “Paro Nacional” para este lunes 17 de octubre debido al alza del precio del diésel, aunque la división marcó la convocatoria realizada. En respuesta, el ministro de Energía y Minas (MEM), Alberto Pimentel, dijo que entiende que los transportistas pueden verse afectados, pero que la situación provocada por los precios de los combustibles es una realidad que están enfrentando todos los habitantes del mundo y no solo los guatemaltecos.
El presidente del gremio, Rony Mendoza, manifestó que es “inconcebible” que el precio del barril de petróleo a nivel internacional se cotizaba en mayo pasado a US$114 y con un costo local de Q34, mientras que en la actualidad oscila los Q42 cuando el precio en el mercado global es de US$87.
MEM: SE DEBE A UNA TENDENCIA ESTACIONAL
Pimentel aseguró este mismo día en una conferencia de prensa que el precio del diésel ha aumentado en las últimas semanas a un nivel mucho más alto que las gasolinas, debido a un período de estacionalidad, pues con la entrada del invierno la demanda de energéticos a nivel mundial se incrementa.
También atribuyó el alza a la persistencia de la guerra en Ucrania y al reciente anuncio de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP), sobre la reducción de la producción de petróleo en 2 millones de barriles por día, el mayor recorte desde el comienzo de la pandemia.
La división marca esta medida pues la Gremial de Pilotos del Transporte Pesado por Carretera asegura que sus actividades son normales. 👇🏼 https://t.co/2p4sD8drUw
— Diario La Hora (@lahoragt) October 17, 2022
¿SE IMPLEMENTARÁ OTRO SUBSIDIO?
Mendoza le solicitó al presidente Alejando Giammattei “hacer algo” respecto a la tendencia alcista de los combustibles. Sin embargo, en la misma petición dijo, “yo sé que lo primero que va a hacer es poner subsidio, y de todas formas terminamos pagando los platos rotos nosotros”.
Sobre dicha medida, el titular del MEM comentó que depende de la capacidad de los recursos que tenga disponible el Estado, ya que asegura que los apoyos sociales otorgados con anterioridad se han logrado canalizar “sin la necesidad de contratar deuda”, pues se utilizaron los saldos de caja.
En ese sentido, agregó que «tiene pendiente» una plática con el Ministerio de Finanzas Públicas (Minfin) y con el Gabinete para analizar la posibilidad de implementar otro subsidio.
«Entiendo que en la gremial se pueden ver afectados por el aumento de precio (…), pero es una realidad que estamos enfrentando todos los habitantes del mundo, no sólo los guatemaltecos», concluyó Pimentel.
COYOY: SUBSIDIOS MAL APLICADOS DISTORSIONARON LOS PRECIOS
En opinión de Erick Coyoy, economista del Instituto de Investigación y Proyección sobre Economía y Sociedad Plural (IDIES) de la Universidad Rafael Landívar, el Gobierno “hizo un manejo arbitrario e irresponsable de los subsidios”, ya que la inadecuada aplicación de este apoyo social “distorsionó” los precios, pues en algún momento la gasolina súper llegó casi al mismo valor que el diésel subsidiado.
“Cuando el subsidio a la gasolina se acabó, el Gobierno hizo manipular los precios para que por medio del subsidio al diésel se beneficiara también el precio de las gasolinas, ocasionando una disfunción fuerte en los precios nacionales de los combustibles que ahora estamos viendo”, explicó.
Según el analista, a diferencia de Guatemala, en El Salvador se establece un precio máximo y de ser rebasado se empieza a aplicar el subsidio, lo que “ha funcionado para mantener los precios más estableces”.
Adicional, Coyoy recalcó que desde un inicio se señaló que la aplicación del subsidio estaba mal diseñada, pues a su criterio “no había razones para subsidiar las gasolinas”, y los millones destinados a ello se hubieran podido dirigir a subsidiar únicamente el diésel, ya que es el energético más utilizado para el transporte de mercancías, así como en el transporte público.
BERMEJO: SUBSIDIO DEBE LLEGAR AL CONSUMIDOR, NO AL DISTRIBUIDOR
Por su parte, el economista Abelardo Medina Bermejo, del Instituto Centroamericano de Estudios Fiscales (Icefi) explica que, basándose en el argumento del libre mercado, no tendría sentido que los transportistas protestaran por el alza de los combustibles, pues trasladarían el impacto en el costo de los fletes en el precio del producto al consumidor final.
Sin embargo, a su criterio, este gremio está denotando que en algunos casos existen convenios o regulaciones que impiden que el precio de los fletes aumente, por lo que el margen de ganancias de los transportistas se reduce al tener que gastar más por el insumo del combustible.
De esa cuenta, Medina Bermejo indica que las condiciones laborales de los transportistas es un problema privado en el cual el Gobierno no puede meterse, no obstante, reconoce que el papel del Gobierno es tratar de apoyar el consumo de bienes que se consideran fundamentales, es decir que puede apoyar el precio del producto final e incluso el del transporte a través de subsidios o transferencias directas al consumidor, pero no al empresario o distribuidor. En este último punto concuerda con la Gremial.
“Dado que el mercado de combustibles no funciona bien en Guatemala, el Gobierno dice que está otorgando subsidio, pero ese subsidio no llega ni a los consumidores ni a los transportistas, sino a los distribuidores de combustibles, ese no es el camino”, recalcó.
Según el analista, si se trata de alguna regulación pública que evite que incremente el precio de los fletes, las autoridades podrían evaluar modificar dichas regulaciones, pero enfocadas en las materias esenciales, pues “no está bien que el Gobierno interfiera en el precio de los productos” cuando la causa de la inflación es externa.
LAS POSIBLES SOLUCIONES
De acuerdo con Coyoy, los paros de labores en el transporte pesado pueden complicar más la inflación, por lo que recomienda al Gobierno aumentar el poder adquisitivo de las personas de bajos ingresos para corregir los errores de los primeros subsidios, pues se estima que la crisis económica se agudice el próximo año.
Además, considera importante fortalecer las capacidades de la Dirección de Atención y Asistencia al Consumidor (Diaco) y evaluar la exoneración temporal del impuesto al diésel, ya que según el Gobierno el país tiene va bien en la recaudación tributaria.
Por otra parte, Medina Bermejo recomienda continuar con el apoyo social, pero estrictamente dirigido a los grupos sociales que lo necesitan, asimismo, priorizar la implementación de un mejor sistema de transporte público para aliviar la preocupación de los guatemaltecos que se movilizan en su propio transporte o que deben pagar pasajes a precios altos.
PIMENTEL: SE ESPERAN MÁS AUMENTOS DE PRECIOS
Ante el comportamiento del precio del petróleo a nivel mundial, Pimentel instó a la población a utilizar racionalmente los combustibles, debido a que se estima que seguirán aumentando de precio en las próximas semanas.
PRECIOS GLOBALES
De acuerdo con el sitio GlobalPetrolPrice.com, el precio promedio del diésel a nivel mundial es de US$1.31 por litro. En El Salvador el promedio es de US$1.0 y en Guatemala es de US$1.30, equivalente a US$5.85 por galón (unos Q46.00).
Mientras que el precio promedio de la gasolina por litro a nivel mundial es de US$1.27. En El Salvador el promedio es de US$1.13 y en Guatemala de US$1.24, equivalente a US$ 5.58 por galón (unos Q43.88).
Por su parte, durante la conferencia Pimentel indicó que, en la Costa del Golfo, donde se compra el diésel para Guatemala, el precio de este oscila los US$4.27 por galón (unos Q33.58).
Sin embargo, los precios de referencia de la entidad para este lunes, 17 de octubre, ubican el valor del diésel en Q38.87, mientras que en las gasolineras del área metropolitana lo venden a Q41.29.
