A la hora de exhibir al público su vehículo eléctrico Chevrolet Equinox SUV, General Motors decidió no hacerlo en el gran salón del automóvil de Detroit como manda la tradición. Optó por hacerlo seis días antes.
Es un hecho simbólico, de que el salón de este año será más pequeño, con menos modelos nuevos, menos brillo, menos periodistas y posiblemente menos público. Aunque en parte es culpa de la pandemia, hay otros factores más poderosos en juego: las automotrices han descubierto que los nuevos modelos tienen más repercusión cuando se los presenta a una audiencia digital en un día en que no tienen que disputar los reflectores con sus rivales. Además de que debutar en un salón del automóvil puede resultar carísimo.
Por eso, a pesar de realizar el salón en un tibio septiembre en lugar de un frío enero y agregar eventos al aire libre, el Salón Norteamericano Internacional del Automóvil no será el evento deslumbrante que fue la última vez que lo realizaron en un frío enero de hace más de tres años.
Regresa el #Salón del #Auto de #Detroit después de 3 años https://t.co/tFrxmRELDr
— Diario Las Américas (@DLasAmericas) September 14, 2022
«La industria ha cambiado, el mundo ha cambiado», dijo Karl Zimmermann, vicepresidente de la Asociación de Concesionarios de Automóviles de Detroit, que organiza el evento. «¿Creo yo que será mismo que antes? No. Es un formato muy diferente. Lo hacemos bajo techo. Lo hacemos al aire libre».
Este año el salón apunta más al consumidor y menos a la industria. General Motors y Volkswagen ofrecerán pruebas. Se podrá ser pasajeros en los nuevos vehículos eléctricos de Ford y otros.
«Creo que es el rumbo probable del futuro, más enfocado en el consumidor que en la industria porque los consumidores no necesitan tanta fanfarria», dijo Jeff Schuster, presidente para pronósticos globales de LMC Automotive, una consultora de la zona. «Pueden mostrarlo esencialmente como un salón de ventas».
La interacción con los vehículos y con otra gente es lo que le dará relieve al salón después de la larga pausa impuesta por la pandemia, dijo Zimmermann.
«Nos complace pensar que después de tres años y medio de ausencia, solo podemos crecer», dijo.