El presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell (centro) toma un descanso con los asistentes al simposio anual del banco central en el parque nacional Grand Teton. Foto: La Hora/AP

La última vez que la Reserva Federal se enfrentó a una inflación tan alta como la actual, a principios de la década de 1980, elevó las tasas de interés a niveles de dos dígitos y, en el proceso, provocó una recesión profunda y un incremento drástico del desempleo.

El jueves, el presidente del banco central estadounidense, Jerome Powell, señaló que la Fed no tendrá que ir tan lejos esta vez.

“Creemos que podemos evitar los muy altos costos sociales que Paul Volcker y la Fed tuvieron que poner en juego para que la inflación volviera a bajar”, declaró Powell en una entrevista en el Instituto Cato, refiriéndose al entonces presidente de la Fed a principios de la década de 1980 que elevó las tasas de préstamos a corto plazo a aproximadamente el 19% a fin de dominar una inflación extremadamente alta.

 

Powell reiteró también que la Fed está decidida a reducir la inflación, ahora cerca de un máximo de cuatro décadas del 8,5%, mediante medidas como la elevación de su tasa a corto plazo, que se encuentra en un rango de 2,25% a 2,5%.

Con todo, no comentó qué puede hacer la Fed en su próxima reunión dentro de dos semanas. Los economistas y los intermediarios de Wall Street esperan cada vez más que el banco central eleve su tasa clave a corto plazo en tres cuartos de punto por tercera vez consecutiva. Eso extendería la serie más rápida de aumentos de tasas desde la época de Volcker.

La tasa de referencia de la Fed afecta muchos de los préstamos a consumidores y negocios, lo que significa que probablemente seguirán aumentando los costos de endeudamiento en toda la economía.

El Banco Central Europeo aumentó el jueves su propia tasa de referencia en tres cuartos de punto, la mayor alza en su relativamente corta historia, mientras Europa también trata de abatir una inflación récord y una economía tambaleante.

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