Las vísperas de la celebración de la Virgen de Guadalupe volvieron a llenar de movimiento y devoción el Centro Histórico de la Ciudad de Guatemala.
Desde inicios de esta semana cientos de fieles han comenzado a llegar al recinto ubicado en la 1a avenida 8-77, zona 1, donde se desarrollan las actividades tradicionales de la temporada.

Cada 12 de diciembre miles de guatemaltecos visitan el santuario para participar en ventas, rezos, ofrendas y dinámicas religiosas en honor a la Virgen.
Las familias suelen asistir con sus hijos, muchos de ellos vestidos con trajes típicos, para tomarse fotografías en los tradicionales ranchitos, caballitos y frente a la imagen guadalupana.
Entre las actividades más esperadas destacan la quema de pirotecnia, las bombas, el torito y la caminata por los alrededores del templo, donde las coloridas alfombras elaboradas adornan el paso del cortejo procesional.

LA HISTORIA
La devoción a la Virgen de Guadalupe se remonta a 1531, cuando, según los relatos históricos, la Virgen María se apareció a Juan Diego, un campesino, en el cerro del Tepeyac en México.
La Virgen le pidió construir un templo en ese lugar, solicitud que inicialmente fue rechazada por las autoridades eclesiásticas de la época.

Sin embargo, tras insistir, Juan Diego presentó una prueba: las flores que recogió en su tilma y que, al desplegarla frente al obispo, mostraron la imagen de la Virgen.
En el Santuario de Guadalupe de la capital se veneran tres imágenes: la réplica ubicada a un costado del altar mayor, una segunda que participa en las procesiones y la imagen principal del mismo altar.








