ahorro con proposito
Ahorros con propósitos. Foto: Freepik

Ahorrar es un tema común y necesario. Algunas personas desarrollan este hábito desde temprana edad, mientras que otras lo adoptan en la adultez con un objetivo específico. Sin embargo, ahorrar no se trata solo de guardar dinero en una alcancía o en una cuenta bancaria. Para que realmente sea efectivo, fácil y cumpla su propósito, la Superintendencia de Bancos de Guatemala SIB destaca que es importante tener en cuenta ciertos aspectos básicos que te ayudarán a lograr tus metas financieras.

La Superintendencia de Bancos (SIB) define el ahorro como la cantidad de dinero que se separa de los ingresos para utilizarla en el futuro. Además de ayudar a reducir gastos a largo plazo, también implica cuidar los recursos disponibles y administrarlos de forma responsable. Ahorrar, según la SIB, es clave para enfrentar imprevistos como emergencias de salud o accidentes, así como para alcanzar metas personales o familiares, como comprar una casa, un automóvil, pagar estudios, salir de viaje, aumentar el patrimonio o planificar el futuro ante una eventual falta de empleo o la vejez.

Ahorros
Llevar control de tus ingresos y gastos te da claridad para empezar a ahorrar.
Foto: Freepik
CONSEJOS PARA LOGRAR AHORRAR 

Ahorrar es un hábito que, como cualquier otro, requiere práctica diaria y constancia hasta volverse algo natural o casi automático. Para lograrlo, el SIB recomienda seguir algunas estrategias sencillas que pueden marcar la diferencia en tus finanzas personales:

  • TENER METAS CLARAS

Establecer objetivos claros ya sean a corto, mediano o largo plazo es fundamental para empezar a ahorrar. Tener una meta definida ayuda a mantener la motivación, ya que el dinero ahorrado se convierte en un medio para alcanzarla.  La constancia, en este proceso, es clave para lograr los resultados deseados.

  • BALANCE ENTRE INGRESOS Y GASTOS 

Pensar en el futuro implica apartar una parte de tus ingresos cada mes. Para lograrlo, es fundamental tener claridad sobre tus ingresos y tus gastos fijos mensuales, es decir, aquellos compromisos que no incluyen salidas, antojos ni gastos ocasionales.

Empieza por detallar tus gastos esenciales, como alimentación, vivienda, servicios públicos, movilidad y otros pagos recurrentes. Luego, identifica también los gastos opcionales que realizas de forma habitual.
Al tener esta visión completa, podrás detectar áreas donde puedes reducir gastos y así asignar una cantidad específica y razonable para ahorrar.

Ese ahorro puede destinarse a una cuenta bancaria exclusiva o incluso a métodos tradicionales como alcancías, lo importante es elegir el medio que más te funcione y que fomente la constancia.

  • ABRE UNA CUENTA DE AHORRO 

Abrir una cuenta bancaria destinada exclusivamente al ahorro es una de las formas más seguras y efectivas de guardar tu dinero.
Esto no solo protege tus fondos, sino que también te permite ser más disciplinado al separar una cantidad fija cada mes. Muchos bancos incluso ofrecen débitos automáticos, una opción ideal si sueles olvidar transferir el dinero, ya que puedes programarlo para los días en que recibes tu salario, facilitando el hábito del ahorro.

Además, la mayoría de instituciones financieras ofrecen cuentas con tasas de interés atractivas, lo que significa que tu dinero no solo se mantiene seguro, sino que también puede generar ganancias.
Eso sí, elige la opción que mejor se adapte a tu situación y tus metas financieras, considerando factores como plazos, acceso al dinero y beneficios adicionales.

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Cada quetzal que ahorras hoy es una semilla para tu futuro. Foto: Freepik
COMO AHORRAR 

¿Te has preguntado cuál es la mejor forma de ahorrar?, quizás una alcancilla, un cofre, por medio de cuchubales o en cuentas de banco, existen muchas formas de ahorrar, aunque no todas ofrecen la misma seguridad.

Las vías informales como las alcancías, el dinero escondido bajo el colchón o los cuchubales son comunes, pero la Superintendencia de Bancos (SIB) advierte que tienen riesgos: pueden ser víctimas de robo o es más fácil gastarlos impulsivamente. A su favor, permiten disponer del dinero de forma inmediata.

Por otro lado, SIB asegura que los métodos formales de ahorro como las cuentas de depósito en bancos, bonos o pagarés financieros ofrecen ventajas importantes: generan intereses (según el tipo de cuenta), los depósitos están respaldados por el Fondo para la Protección del Ahorro (FOPA), y en caso de fallecimiento, los fondos pueden ser entregados a los beneficiarios designados.

Además, cada banco ofrece distintas opciones: cuentas que restringen retiros por cierto tiempo, tasas de interés atractivas, o productos adaptados a distintas metas. Por eso, es clave elegir la cuenta más conveniente, ya sea de ahorro, monetaria o a plazo.

Finalmente, ahorrar no significa guardar lo que sobra, sino separar de forma constante una parte de los ingresos y destinarla con propósito: para metas personales, emergencias o asegurar una vejez tranquila, reduce gastos innecesarios y prioriza tu futuro.

Si quieres mejorar tus finanzas personales, el portal de la SIB pone a disposición programas, afiches, guías educativas, videos y materiales prácticos para aprender a ahorrar mejor.

Marielos Maza
Licenciada en Comunicación y Diseño por la Universidad Galileo. Me intereso en temas de no ficción e historias reales. Actriz de teatro musical en tiempos libres. Considero que es importante valorar y celebrar los pequeños grandes logros desde que inician como un sueño hasta ser una realidad.
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