Leyendas de Guatemala
En Guatemala la Semana Santa también motiva las leyendas guatemaltecas. Foto La Hora/ Diseño Alejandro Ramírez

Guatemala es un país rico en tradiciones y costumbres, y la Semana Santa destaca como una de las épocas más emblemáticas debido a sus actividades religiosas y culturales únicas. Este período especial también está acompañado por legendarias historias que han sido transmitidas a través de generaciones, reforzando la conexión con el pasado y la identidad cultural del país.

Estas leyendas representan la esencia de la tradición oral guatemalteca. Son relatos que representan aventuras y experiencias protagonizadas por una variedad de personajes, desde figuras humanas hasta animales y otros seres. Durante la Semana Santa, estas historias cobran vida y se vuelven parte esencial de la tradición.

Aquí te compartimos algunas de las leyendas más populares de esta época.

PENITENTES DE LA RECOLECCIÓN 

Esta leyenda se origina en el antiguo convento de La Recolección en la Ciudad de Guatemala. Se cuenta que en el antiguo barrio, todas las noches se escuchaban sonidos de pasos encadenados. Las personas creen que se trataba de los penitentes, almas en pena que buscaban librarse de sus culpas.

La leyenda narra la historia de un joven que una noche decidió quedarse para ver el cortejo. A medianoche, vio pasar una procesión de personas encapuchadas, vestidas de negro y arrastrando cadenas. Uno de los penitentes le entregó una vela, que al amanecer se transformó en un hueso humano. Al intentar devolver el hueso la noche siguiente, fue llevado por los penitentes, y nunca más volvió a aparecer.

Los penitentes es una de las historias de terror que se cuentan durante la Semana Santa. (Foto La Hora: Cortesía, Recorrido de Leyendas)
Los penitentes es una de las historias de terror que se cuentan durante la Semana Santa. (Foto La Hora: Cortesía, Recorrido de Leyendas)
LA VISITANTE DE LOS SAGRARIOS 

Guatemala es un país con fuertes tradiciones religiosas, especialmente durante la Semana Santa. Una de las prácticas más destacadas es la visita a los siete sagrarios la noche del Jueves Santo, en la cual los fieles recorren iglesias adornadas con alfombras y altares.

En torno a esta tradición nace la leyenda de «La visitante de los Sagrarios»: un hombre recoge a una misteriosa mujer vestida de negro para llevarla a visitar los sagrarios. Al final del recorrido, ella le promete pagarle al día siguiente, dándole una cadena como prueba. Cuando el hombre acude al lugar indicado, le informan que la mujer había muerto un año antes. Desde entonces, se dice que cada Jueves Santo, la dama regresa a cumplir su recorrido.

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EL SANTO ENTIERRO FANTASMA 

Esta leyenda es bien conocida por los vecinos del Centro Histórico de la Ciudad de Guatemala y resurge con fuerza cada Semana Santa.

Cuenta la historia que, en la madrugada del Sábado Santo, cuando los cucuruchos regresaban a casa tras largas jornadas, algunos decían escuchar marchas fúnebres, percibir el aroma del incienso y ver la luz de velas en las calles, pero al buscar el origen de estos sonidos y luces, no encuentran nada. Al salir al encuentro de la supuesta procesión, descubren que no hay rastro alguno.

La creencia popular sostiene que se trata de una antigua procesión del siglo XIX: la del Señor Sepultado de Santa Catalina. Esta procesión, una de las más solemnes de su época, y que por un tiempo dejó de salir tras las prohibiciones religiosas impuestas durante el gobierno de Justo Rufino Barrios. 

Sin embargo, vecinos del barrio aseguraban que en la madrugada del Sábado Santo, cuando ya todas las procesiones habían terminado, aún se escuchaba a lo lejos las marchas fúnebres. Por eso, muchos creían que se trata del Señor Sepultado de Santa Catalina, aunque todo quedaba en las leyendas de los abuelitos. 

LOS LAMENTOS DE JESÚS DE CANDELARIA 

Esta leyenda cuenta la historia de un hombre que, una noche, regresaba a su casa por los alrededores de Cerritos del Carmen. Al pasar cerca del templo de Candelaria, escuchó un lamento profundo y desgarrador que estremecía. No era la primera vez que se oía aquel sonido; se decía que ese mismo lamento había sido escuchado antes de los terremotos del año 1900. Días después, en 1976, Guatemala fue sacudida por un devastador terremoto que cobró la vida de miles de personas.

Desde entonces, muchos creen que es el Señor de Candelaria quien llora y se lamenta, es un presagio de tragedia. 

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En Semana Santa resuena la leyenda de los lamentos de Jesús de Candelaria. Foto La Hora/Parroquia de Candelaria/ Redes Sociales
LA SIRENA DE VIERNES SANTO 

Durante la temporada de Cuaresma y Semana Santa, abundan las creencias y tradiciones populares, como la de no comer carne los días viernes. Sin embargo, también existía otra muy arraigada: se consideraba un pecado bañarse en Viernes Santo, día en que se conmemora la muerte de Jesús.

Se cuenta que, en un pequeño pueblo de Retalhuleu vivía una mujer de extraordinaria belleza, tan admirada como envidiada por muchos. Aquella mañana de Viernes Santo, ignorando las advertencias y tradiciones, decidió bañarse.

Al oír el agua, sus padres, alarmados, corrieron al patio. Para su sorpresa, vieron cómo su hija se transformaba lentamente en una sirena de piedra. Desde entonces, su figura permanece allí, como castigo eterno y advertencia para quienes desafían las creencias sagradas de la Semana Mayor.

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La Sirena de Viernes Santo en R. Foto: Flickr / Benjamincho
Marielos Maza
Licenciada en Comunicación y Diseño por la Universidad Galileo. Me intereso en temas de no ficción e historias reales. Actriz de teatro musical en tiempos libres. Considero que es importante valorar y celebrar los pequeños grandes logros desde que inician como un sueño hasta ser una realidad.
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