"Manos de Guatemala" impulsa confecciones de mujeres en 4 departamentos

Marysabel Aldana

El programa «Manos de Guatemala» ha beneficiado a más de 29 aldeas del país y a través de este las mujeres han expandido sus conocimientos en la elaboración de manteles, sombreros, telares, piezas de ropa y hasta accesorios de moda, que las ha llevado a participar en el Guatemala Fashion Week.

El proyecto tiene como objetivo contribuir a la promoción, productividad, competitividad, tecnificación y preservación de los productos y técnicas artesanales de Guatemala.

Entre los grandes desafíos de este programa se encuentran el seguir generando desarrollo local y crecimiento económico para las mujeres de Totonicapán, Quetzaltenango, Sololá y Chiquimula.

Las mujeres beneficiarias del programa se han capacitado de forma grupal, por alrededor de 160 horas, además, han generado 19 contactos estratégicos para expandir sus marcas y diseños.

Manos de Guatemala
Entre las piezas que hacen las artesanas son accesorios con mostacilla. Foto: Cortesía de Manos de Guatemala.
EXPONEN SUS PRODUCTOS Y CONOCIMIENTOS

Las empresarias han participado en siete ferias, donde han expuesto sus productos y sus conocimientos. En total, el programa se ha expandido por más de 5 mil 301 kilómetros, que han sido recorridos para impartir las capacitaciones a los cuatro departamentos de Guatemala.

«Manos de Guatemala» inició en junio de 2022 como un programa de capacitaciones que consta de cinco talleres que desarrollan las capacidades de los artesanos en desarrollo humano, desarrollo creativo, desarrollo de producto y control de calidad, talleres de comunicación y financiero.

Cada taller es impartido por profesionales del área con una vasta trayectoria en el desarrollo de proyectos que involucran procesos artesanales.

ASÍ HA IMPACTADO EL PROGRAMA EN LA VIDA DE FLORY Y OTRAS BENEFICIARIAS

Una de las beneficiarias es Flory Magaly Oaxaca, de Jocotán, Chiquimula, quien contó su historia a La Hora, asegurando que el programa le cambió la vida y ahora puede vender sus productos y sentirse exclusiva trabajando para algunos clientes.

«En el caso de nosotras ya había un paradigma, que nosotras solo podíamos producir los diseños de nuestros ancestros, pero hace seis años, pensamos en hacer algo diferente, empezamos mi mamá, hermana y yo, intentamos hacer un cuadradito diferente de tela, vimos que si nos funcionó, pero no sabíamos cómo expandirnos, luego hicimos diseños diferentes durante tres años, pero ahora gracias a Manos de Guatemala, logramos tener nuestros cursos, ideas y nos alumbró nuestro futuro, porque por inspiración de ellos, si lo logramos«, comentó Oaxaca.

La comunitaria aseguró que en total tienen 52 mujeres que ahora se dedican a realizar este trabajo, buscando las alianzas con más mujeres líderes.

«Llegaron los capacitadores y logramos expandir nuestros productos, ya con estándares de calidad, incluso seguimos aprendiendo, porque todavía nos falta por aprender y se han dado oportunidades de ir enseñándole a los jóvenes para crecer«, aseguró la beneficiaria.

Con este primer grupo de beneficiarios se trabajaron las técnicas más emblemáticas de cada municipio con el objetivo de aumentar su productividad, estas son los telares de cintura, telares de pedal, bordados, mostacillas, cestería plástica y tejidos en fibras naturales.

También se incluyeron dos técnicas que se encuentran en preservación, el telar de pedal de jaspe de Santiago Atitlán y el telar de pedal de lana de oveja en Momostenango, esto debido a la disminución considerable de sus practicantes en los últimos cinco años, lo cual pone en riesgo estas técnicas ancestrales.

Manos de Guatemala
Entre las piezas que hacen las artesanas son accesorios con mostacilla. Foto: José Orozco / La Hora.
HACEN SOÑAR A LAS PERSONAS

«Uno a veces se imagina muchas cosas, pero el resultado siempre va siendo mejor de lo que esperaba, pero esto no es posible sin ellos, los capacitadores, porque hacen soñar a la gente, uno va a las comunidades y es difícil pensar, todas las necesidades que tienen como personas, entonces no es un programa solo pensando en el desarrollo técnico, sino pensando como persona y humanizando, creo que la base central de este programa son las personas«, aseguró María Jose Paiz, Gerente de Relaciones Institucionales de Banco Industrial.

Los municipios beneficiados por el programa son:

Totonicapán 

Aldeas Los Cipreses, Tierra Colorada, barrios Santa Isabel y Santa Ana, y paraje San Rafael Racná.

Quetzaltenango 

Quetzalteango cabecera, aldea Chuisuc, cantones Pacajá Bajo, Pacajá Alto, Choquí, Llanos de Pinal, Xepache, Xecaracoj, municipios, Concepción Chiquirichapa, Cantel y Salcajá.

Sololá 

Aldea Cerro de Oro, cantón Tzanchali, La Cumbre, Paguacal, Patzilin Abaj y Tzanguacal.

Chiquimula 

Jocotán, San Jacinto y Olopa.

 

Un total de 222 artesanos fueron beneficiados directamente por este proyecto.

 

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