La creciente popularidad de rutinas de cuidado facial entre adolescentes ha encendido las alarmas en el ámbito médico. Lo que comenzó como una tendencia de autocuidado, promovida en plataformas como TikTok, se ha convertido en una práctica riesgosa por el uso inadecuado de productos, algunos de ellos formulados para pieles adultas o con ingredientes potencialmente irritantes.
Ana Lucía Fión Góngora, médica y cirujana especializada en medicina estética, advirtió que “utilizadas de forma incorrecta, estas rutinas ponen en riesgo la salud e integridad física de los adolescentes”. Según explicó, es cada vez más común atender en consulta a menores de edad con daño en la piel por el uso de productos no testeados, no aprobados o mal combinados.
¿MODA O ERROR PELIGROSO?
El acceso a redes sociales ha permitido que jóvenes tengan mayor conciencia sobre el cuidado de la piel, especialmente en el uso de protector solar. Sin embargo, la tendencia también ha promovido la aplicación de sérums con retinol, ácidos exfoliantes o productos antienvejecimiento, sin una evaluación profesional previa.
“Cada producto, el orden en que se aplica y la sinergia de ingredientes depende de la edad, el fototipo o si existen padecimientos en la piel”, explicó la doctora Fión. En muchos casos, los adolescentes imitan rutinas estandarizadas sin comprender que el producto que le funciona a un influencer, no necesariamente es adecuado para su tipo de piel.
DAÑOS EN LA PIEL, DESARROLLO HORMONAL Y SALUD MENTAL
Uno de los puntos que más preocupa a la especialista es la relación de algunos productos cosméticos con alteraciones hormonales. Según indicó, varios de estos contienen disruptores endocrinos, sustancias químicas que podrían acelerar el desarrollo hormonal, como la aparición temprana de la menstruación en niñas.
A esto se suma un impacto psicológico relevante: la presión por lograr una “piel perfecta”. “Con la cantidad de filtros que existen, vemos pieles intactas por el supuesto uso de ciertos productos, ocasionando que nuestros adolescentes crezcan con el deseo de una imagen irreal”, advirtió Fión, quien destacó que esto podría desembocar en trastornos de imagen corporal a largo plazo.
RESPONSABILIDAD EN REDES Y VIGILANCIA PARENTAL
La médica hizo un llamado a los creadores de contenido: “Los influencers, tanto en pequeña como en gran escala, tienen una responsabilidad de publicar productos de forma ética, no por ganar seguidores o por alguna remuneración”. Además, resaltó el papel fundamental de los padres en monitorear el contenido que consumen sus hijos.
“Como padres debemos estar pendientes de lo que ven y cómo lo obtienen. Hay que instarlos a buscar perfiles médicos confiables que eduquen correctamente”, expresó.
Finalmente, la doctora Fión enfatizó la importancia de fomentar el autocuidado entre los adolescentes, pero de manera informada y responsable: “Me parece muy importante que los jóvenes se sigan cuidando su piel, pero siempre debe ser de una manera responsable”.
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