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En que consiste el trabajo del médico

Un médico puede trabajar en lo clínico o en lo sanitario. El trabajo del médico clínico (el que ve y trata enfermos) y el del sanitario (el que atiende enfermedades) la orientación de su formación profesional y su práctica se centra en lo mismo: diagnóstico y tratamiento.

El modelo de enseñanza diagnóstica en ambos casos, pone el énfasis en averiguar qué está provocando que una persona se enferme y evolucione en su cuerpo y que está provocando el aparecimiento y expansión de una enfermedad. En lo que esos enfoques de enseñanza se diferencian es fundamentalmente es en los aspectos técnicos y metodológicos para llegar a formarse una idea de un enfermo y una enfermedad. De tal manera que el enfoque y modelo de enseñanza clínico y sanitario, así como las disciplinas científicas que estos contienen, difieren, al igual que el trabajo del médico clínico y del sanitario.

Si bien este planteamiento es simple, la realidad de la práctica médica en nuestro medio combina ambas formas de enseñanza y de práctica profesional, que requieren abordajes complejos más allá de los puros aspectos biológicos y se incursiona en ambos casos en las ciencias sociales y ecológicas. Solo como ejemplo cabe mencionar que se puede producir una distorsión apreciativa tanto del diagnóstico como del tratamiento y en la relación médico-paciente, cuando el médico tiene una formación deficiente en los aspectos sociales de la enfermedad y las discapacidades de su paciente y deja por un lado o le da poca importancia a los aspectos sociales que tienen que ver con el aparecimiento, evolución y la prevención de la enfermedad y promoción de la salud. Algo solo que al revés puede suceder con el médico sanitario, si deja de restarle importancia a los aspectos biológicos de la enfermedad o a los ecológicos, llegando por consiguiente solo a apreciaciones parciales tanto del diagnóstico epidemiológico como del control del origen y prevención e incluso la erradicación de la enfermedad.

Significa eso que el médico es un estudiante eterno como lo mencionaba el Dr. Carlos Martínez Durán

¡Así es! Tanto los diagnósticos, la precisión de estos y de sus consecuencias y complicaciones, mejoran año con año o al menos cada cinco años y no digamos los tratamientos, enfocados cada vez más a que el medicamento tenga mayor precisión en su actuar y eficiencia y produzca menos complicaciones y efectos secundarios.

Cuando el médico no actualiza sus conocimientos en el campo de su trabajo, con gran frecuencia no solo comete errores, sino que no corrige. El médico y el público deben tener claro que los déficits formativos en el pasado, eran superados a partir de la propia experiencia del médico a lo largo de su vida profesional. En la actualidad, la adquisición del conocimiento profesional se basa en la reflexión y en la obtención de feedback sobre una práctica profesional basada en la evidencia científica, en estudios científicos bien diseñados y probados.

Hay que recordar que todo tratamiento clínico es la introducción de una molécula o un químico extraño a las células del cuerpo y que usualmente eso produce una reacción de las células y en los órganos no dañados, que suele llamarse efecto secundario. Por otro lado, las técnicas de diagnóstico como son los exámenes de imagen, laboratorio y técnicas de obtener muestras, cambian con frecuencia al igual que las técnicas quirúrgicas y las formas de uso y aplicación de medicamentos.

En el caso del saneamiento, los hitos y logros de la medicina social de los siglos anteriores, han servido para tejer una pauta a fin de desarrollar la salud colectiva y ella tiene su base en que la mayoría de enfermedades, por no decir casi todas, tienen su origen y se produce fruto de factores provenientes de la cultura, de un modo y estilo de vida y de los cambios ecológicos (naturaleza y ambiente) todos ellos interactuando y provocando situaciones y condiciones que favorecen nacimiento diseminación y propagación y magnitud de las enfermedades y enfermos.

Por consiguiente, como cambian situaciones, circunstancias y causales, el médico debe permanentemente actualizarse en conocimientos, actitudes y prácticas para brindar un buen servicio a individuos y comunidades.

A qué se debe la evolución de la medicina durante la segunda mitad del siglo XX

Los avances producidos en las ciencias de la biología, la química, la física y los sociales de la mano de la creación y producción de núcleos académicos e intelectuales en toda Europa y América, permitió que a partir de la Segunda Guerra Mundial se pudiera construir diversas y más completas interpretaciones de enfermedades y enfermos. Contrastar esas interpretaciones gracias a las ciencias matemáticas y a la estadística, ha permitido fijar con mayor precisión una epidemiología sobre origen y evolución de las enfermedades y mejorar los criterios del diagnóstico y del tratamiento de los enfermos y las enfermedades, basándose en la evidencia científica fruto de los descubrimientos científicos sobre enfermos y enfermedades.

Entonces el objetivo difiere entre la clínica y el saneamiento

Yo más bien diría se complementan. Ambas son necesarias para el bienestar individual y de los grupos humanos ya que es una realidad que existe enfermedad y enfermos y la cancha en que ambas juegan, apunta a lo mismo: al bienestar físico, mental y emocional de la gente y el individuo. Una tiene que ver con recuperación y control de la salud y la otra con la producción y distribución de la salud. Una produce apreciaciones y soluciones para quitar  de en medio la enfermedad de lo que debe ser el buen vivir y la otra busca individuos dañados y los repara. La medicina ha dejado de ser un arte y actividad empírica y el saneamiento también.

Y entonces ¿cómo explicarse que exista tan mala salud en el mundo?

Para responder esta pregunta hay que hacer varios planteamientos. Primero creo que se debería preguntar más bien, por qué no avanza la salud al paso deseable y eso nos obliga a entender que estamos atrapados en un enredo de intereses humanos y de intereses de la naturaleza, que no siguen ni el mismo paso, ni se manifiestan en el mismo tiempo y lugar.  La medicina de hace dos siglos, tanto la clínica como la sanitaria, se basaba fundamentalmente y su material de trabajo, provenía de prácticas de origen empírico a partir de la simple experiencia de la vida cotidiana que manifestaban enfermedades y enfermos o derivada de descubrimientos hechos accidentalmente. Eso cambió rotundamente en el siglo XX luego que el conocimiento médico se sistematizó derivado de la experimentación y fueron hombres de ciencia visionarios y videntes hacia ambos lados de la moneda: enfermos y enfermedades, los verdaderos innovadores de la medicina y se volvieron los portadores de la antorcha de la salud.

Pero para el cambio y mejora en el bienestar humano, una cosa es ser portador y otra el encendedor del cambio y es acá donde falla el logro de la salud, en los encendedores.

Y ¿quiénes son los encendedores?

En esto desde mediados del siglo XX, se hermanan dos personajes: el político y el comerciante; ambos apremiados por controlar y definir la salud en términos de Poder, y Negocio. Ambos se han indebidamente apropiado de la salud y convertido en sus amos y ojalá eso redundara para bien del ser humano; en ambos poder y riqueza es su fin y en lugar de favorecer, difundir y aplicar los alcances esperados del saber sobre control y manejo de enfermedades y enfermos, han creado un poder que los ha convertido en amos y explotadores de enfermedades y enfermos. Riqueza y conveniencia extraen del saber clínico y epidemiológico en lugar de verdad y acceso a soluciones con igualdad y equidad para todos. Lo que buscan y extraen es fortuna a costa, insisto, de enfermedades y enfermos.

Para concluir

Se necesita conciencia y voluntad en los profesionales, a fin de que recuperen control sobre la forma de tratar y de entender la enfermedad y los enfermos. De ser los voceros reales dentro de la sociedad del verdadero sentido a la salud y alejarla de haberse trasformado en un valor comercial y no un derecho universal de la humanidad. Eso significa una necesidad de construir un nuevo paradigma sobre la salud y darle un giro político y social a ésta. Un acercamiento más aterrizado del carácter esencial científico e intercultural de verdadero sentido, a la teoría y la práctica clínica y salubrista, dentro del proceso salud y enfermedad.

Alfonso Mata
Médico y cirujano, con estudios de maestría en salud publica en Harvard University y de Nutrición y metabolismo en Instituto Nacional de la Nutrición “Salvador Zubirán” México. Docente en universidad: Mesoamericana, Rafael Landívar y profesor invitado en México y Costa Rica. Asesoría en Salud y Nutrición en: Guatemala, México, El Salvador, Nicaragua, Honduras, Costa Rica. Investigador asociado en INCAP, Instituto Nacional de la Nutrición Salvador Zubiran y CONRED. Autor de varios artículos y publicaciones relacionadas con el tema de salud y nutrición.
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