Una lectora, luego de leer mi artículo anterior sobre demencia, me envió una duda que le quiero responder acá ¿Por qué en las mujeres hay más casos de demencia?
Para principiar diré que el cerebro de las mujeres y de los hombres es diferente y eso desde la constitución genética de sus células, pasando por la organización de sus estructuras y su red neuronal hasta diversas formas de sus secreciones. En segundo lugar, efectivamente, aunque un hecho aparentemente no claro, en comparación con los hombres, alrededor del doble de mujeres padece de Alzheimer, el tipo más común de demencia, y en parte eso, aparentemente esto tiene que ver con comportamiento neurohormonal.
Una información resumida del papel de causa y participación hormonal en demencia, aparece en la página electrónica de la Alzheimer Society de Gran Bretaña y sobresalen dos señalamientos:
Se estima que las mujeres representan el 65% de las personas que actualmente tienen demencia. Si bien la edad es el principal factor de riesgo para la demencia, y las mujeres tienden a vivir más que los hombres, esto no explica completamente la diferencia.
No se entiende completamente por qué las mujeres son más propensas a desarrollar la enfermedad de Alzheimer, la causa más común de demencia. Una idea es que puede tener que ver con la hormona estrógeno.
Posible rol del estrógeno
Mientras que tanto hombres como mujeres producen estrógenos, ésta es la principal hormona sexual femenina y por lo tanto las mujeres generalmente tienen más de ella. Cuando las mujeres pasan por la menopausia, sus cuerpos dejan de producir tanto estrógeno, los niveles de este disminuyen en su cuerpo. Por otro lado, los hombres siguen produciendo testosterona, la hormona sexual masculina, a lo largo de sus vidas. La testosterona se convierte en estrógenos dentro de las células cerebrales. Esto significa que las mujeres al llegar y pasar la menopausia, tienen niveles más bajos de estrógeno en sus cerebros que los hombres de la misma edad.
Entonces las dudas de mi lectora se precisan más y pide información sobre la relación entre demencia con la llamada terapia hormonal de remplazo (TRH) una terapia en la que utilizan las mujeres en la menopausia, que les ayuda a aliviar algunos de los síntomas más desagradables, como sofocos y cambios de humor. La TRH suele consistir en una combinación de estrógeno y otra hormona llamada progesterona, aunque hay diferentes tipos, dosis y formas de aplicación.
La idea que la TRH puede mejorar y disminuir el riesgo de demencia, se asocia al hecho que esta terapia contiene estrógeno y este es necesario para el funcionamiento cerebral, pero, hasta hace poco, algunos estudios sugieren que los estrógenos pueden reducir el riesgo de demencia, mientras que otros dicen que lo aumenta; algunos sugiriendo un beneficio en las habilidades de memoria y pensamiento, o riesgo de demencia, y otros encuentran lo contrario.
Sobre el tema, la página de la Alzheimer Society muestra un estudio con 400,000 mujeres realizado hace cuatro años que analiza varios estudios encontrando que tanto medicamentos nuevos como antiguos de TRH redujeron el riesgo de enfermedades que causan demencia. El estudio encontró que los beneficios diferían en base a muchas cosas: dosis, tipo de medicación, duración del tratamiento, edad y tiempo de la menopausia. Los editores de la página, también señalan que otro estudio en Dinamarca, tras las tasas de demencia de más de 55,000 mujeres, mostró lo contrario: que la TRH aumenta el riesgo de demencia. Pero también dan una razón a considerar ante las contradicciones, aduciendo de que parte de la razón de la incertidumbre es que muchos estudios sólo muestran una conexión entre la demencia y la TRH, pero no pueden decirnos si la TRH conduce a la demencia. La niebla cerebral es un síntoma común de la menopausia, pero también puede ser un síntoma temprano de la demencia. Si los síntomas tempranos de demencia se confunden para los síntomas de la menopausia y se prescribe la TRS, también puede sesgar los números y los análisis.
Qué sabemos del estrógeno, esa hormona considerada tan propia de la mujer y su relación con el cerebro y demencia. Aunque sea un poco de desconfiar, los estudios de sexo en animales nos pueden orientar y pueden sugerir cosas a explorar mejor. Dos cosas se pueden resaltar de esos estudios: una estructural y una funcional. La investigación en ratas, ha demostrado que el estrógeno ayuda a aumentar el número de conexiones en el centro de la memoria del cerebro. La reducción de estrógenos en las mujeres postmenopáusicas puede hacerlas más propensas a los problemas de aprendizaje y memoria que están relacionados con la enfermedad de Alzheimer afirman. En lo funcional, el estrógeno puede afectar la forma en que se utilizan los mensajeros químicos como la serotonina, la acetilcolina y la dopamina para enviar señales a todo el cerebro. Algunos síntomas de la enfermedad de Alzheimer están vinculados al comportamiento de estos mensajeros químicos, que se cree contribuyen a los síntomas.
Y otro hallazgo de peso. La investigación ha demostrado que el estrógeno puede ayudar a proteger el cerebro del Alzheimer, bloqueando algunos de los efectos dañinos de la proteína amiloide-a, que se acumula en la enfermedad y hace que las células cerebrales se dañan o mueren. Estudios en ratas han demostrado que niveles más altos de estrógenos, pueden reducir el número de radicales libres producidos por las células, beneficioso para proteger el cerebro. Los investigadores piensan que el estrógeno hace esto, ayudando a formar más antioxidantes. Esto podría explicar por qué la repentina caída en los niveles de estrógenos de las mujeres después de la menopausia, parece hacerlas más vulnerables a la enfermedad de Alzheimer.
¿Y la reproducción?
Arriba indicamos que se cree que el estrógeno tiene una gama de efectos protectores sobre la salud cerebral, incluyendo la capacidad de bloquear algunos de los efectos dañinos de las sustancias involucradas en la enfermedad de Alzheimer. Eso ha llevado a algunos investigadores a sugerir que, si una mujer tiene más exposición a estrógenos a lo largo de su vida, podría ser menos probable que desarrolle demencia. Entonces: períodos de inicio del ciclo menstrual a una edad más temprana, tener al menos un embarazo (cuando los niveles de estrógeno aumentan mucho), empezar la menopausia más tarde, puede ser beneficioso para ahuyentar la demencia. Por el contrario, fenómenos relacionados con una menopausia muy temprana, como la causada por tratamientos quirúrgicos para el cáncer, puede aumentar el riesgo de demencia en años posteriores. También ahora sabemos que la mayoría de las enfermedades que causan la demencia comienzan a desarrollarse en el cerebro alrededor de 10-20 años antes de que los síntomas clínicos y para muchas mujeres, eso está alrededor del momento de su menopausia.
Sin embargo, las relaciones entre sexo, reproducción, menopausia y riesgo de demencia son extremadamente complejas. Necesitamos mucha más investigación antes de poder sacar conclusiones firmes.
Otros factores no hormonales no menos importantes
Hay una cosa cierta cuando hablamos de demencia entre géneros. A lo largo de la vida, las mujeres tienden a tener experiencias bioculturales muy diferentes a las de los hombres, que se incrementa en las generaciones mayores. Algunas de ellas son causadas por diferencias en la biología, como la menstruación, los embarazos y la menopausia y las enfermedades de diferente etiología. Otros están más relacionados con las diferencias tradicionales en los roles de género, como la educación, el trabajo y el estilo de vida. Por ejemplo, los estudios han mostrado que tener una educación completa y oportunidades para la estimulación mental de por vida, ayuda a retrasar la demencia en la vejez, algo conocido como reserva cognitiva. Históricamente, las oportunidades de ir a la universidad o trabajar durante muchos años en ocupaciones altamente calificadas han estado menos disponibles para las mujeres, lo que ha llevado a algunos científicos a preguntarse si este podría ser un importante factor de riesgo para las mujeres, en un medio moderno como el actual. Las mujeres también pueden verse más gravemente afectadas por algunos factores físicos, mentales y emocionales de riesgo que los hombres. Muchos de ellos tienen un impacto en el riesgo de demencia.
Los genes son otro factor de riesgo para la demencia. Casi dos tercios de las personas con enfermedad de Alzheimer, los tipos más comunes de demencia, tienen al menos una copia del gen ApoE4. Aunque es tan probable que hombres y mujeres tengan la variante del gen ApoE4, su efecto sobre el riesgo de demencia parece ser mayor en las mujeres que en los hombres. Las razones de esta diferencia no se entienden del todo.
También tenemos que hablar sobre la Lesión cerebral. La lesión cerebral traumática (TBI) es otro factor de riesgo de demencia en el que puede haber diferencias importantes entre los sexos. Las mujeres son más vulnerables a la conmoción cerebral y sus efectos a largo plazo en el cerebro. Esto ha llevado a algunos a pedir una mayor prioridad a la prevención de la conmoción en el deporte femenino de alto contacto y en nuestro medio los accidentes de motos, las mujeres van menos protegidas al respecto.
En resumen:
A pesar de una gran cantidad de literatura que demuestra efectos neuroprotectivos del estrógeno, el uso de terapia de reemplazamiento hormonal menopáusica (TRH) para la reducción del riesgo de la enfermedad de Alzheimer (AD) ha sido controvertido y necesita más atención. Un estudio reciente del 2023 que analizó los ensayos controlados aleatorios realizados en mujeres posmenopáusicas de 65 años concluye que hay un mayor riesgo de demencia con el uso de TRH en comparación con placebo. Por el contrario, los estudios observacionales indican un riesgo reducido de demencia de toda causa con uso de terapia TRH, con efectos protectores observados y acá otro resultado curioso, el uso de estrógenos en la vida tardía se asoció con un aumento del riesgo, aunque no significativo.
Por otro lado, el hecho de que factores de modo y estilo de vida, así como algunos biológicos, sean de riesgo e impacto diferente en hombres y mujeres con diferente impacto en el riesgo de demencia, podría ser sumamente importante para entender cómo los futuros programas y medicamentos para tratar la demencia, podrían tener diferentes niveles de eficacia para hombres y mujeres.
Referencia
- https://alz-journals.onlinelibrary.wiley.com/doi/full/10.1002/trc2.12174
- https://www.bmj.com/content/381/bmj-2022-072770
- https://www.jneurosci.org/content/10/4/1286.short
- https://www.alzheimers.org.uk/about-dementia/managing-the-risk-of-dementia/additional-treatments-for-dementia-risk/hormones