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La estructura organizacional de la municipalidad, constituye un mecanismo para fortalecer la capacidad de ejecutar con eficiencia y eficacia, las competencias que actualmente le corresponden, así como aquellas que en el futuro asuma. Dentro de su organización, la mayoría de municipalidades carece de verdaderas Unidades Técnicas Municipales (UTM). Se suele decir que las UTM deberían ser tanques de pensamiento que no solo investigan y analizan, también reflexionan y orientan sobre la problemática de su territorio en que se encuentran y administran, basados en evidencia científica y experiencia. El objetivo común: garantizar las bases técnicas y científicas que apoyen la calidad de la inversión pública, la ejecución de los servicios públicos que se prestan a la ciudadanía. Bajo ese pensamiento realmente ¿cumplen su cometido esas unidades? La respuesta sería que muy probablemente pocas, y vamos a dar algunas razones de por qué.

La exploración e implementación adecuada, la solución a los problemas del desarrollo, solo puede surgir y realizarse por equipos de técnicos, científicos y políticos y empresarios, cada uno especialista en su propio campo, pero poseyendo un conocimiento muy completo y disciplinado de las especialidades de sus vecinos y habituados todos al trabajo en equipo, conociendo las costumbres intelectuales de cada uno y reconociendo la importancia de una sugerencia nueva de un colega antes de haber decidido cuál sea la expresión definitiva. Eso dista mucho de lo que hacen las UTM, en que las decisiones de lo que hacen y las recomendaciones de lo que dictaminan esas unidades está en manos de las autoridades municipales. 

En mi opinión, las UTM deberían ser un órgano, una unidad de características independientes que trabajan en equipo no como subordinados de ningún ejecutivo o sector, sino unidos por el deseo de comprender una problemática de sus territorios y darle una solución; de tal forma que conformen un todo de fuerzas. 

Estas unidades tendrían al menos tres funciones en cuanto a los hechos y elementos que conforman el desarrollo no solo físico sino también humano o las condiciones y elementos que conforman estos: 

1º Determinar los componentes más importantes de este desarrollo. 

2º Determinar un pasado de estos componentes de sus elementos constitutivos y dar explicaciones al respecto. 

3º Calificar la condición actual de esos componentes y 

4º Predecir el futuro. Predecir el futuro implica de antemano resolver operaciones sobre su pasado.

Hablemos acá de lo humano, del bienestar humano que corresponde atender y entender a las UTM. 

Es indispensable pensar y señalar que ya sea una estructura o fenómeno social, biológico, económico, componentes de la atención al desarrollo humano de esas unidades, todo eso al recabar información y analizarse debe ir de lo simple a lo complejo. Es más fácil entender esto jerquizando que viéndolo como un todo, es decir: a partir del individuo a la familia al barrio, a la población y al municipio. Desentrañar la ley de todo ese dominio. Los fundamentales encontrados en cada sector en cuanto a lo biológico lo conductual cognitivo, social, económico, debería entenderse a partir de este principio jerárquico. Partiendo de tales hallazgos y análisis, debemos colocar la problemática dentro de un contexto social. 

Nuestra sociedad está compuesta de una variabilidad de grupos que ya sea fortuita o no fortuita, se combina y tiene para cada uno de sus elementos (individuo, familia, barrio etc.) un modelo determinado, que debe ser comprendido y transformado, pues genera ese modelo, mecanismos por medio de los cuales una variabilidad fortuita se convierte en un modelo de estilo y calidad de vida, que tiene una única dirección. ¿Qué compone esa variabilidad fortuita Y cómo romperla? Esa es la clave del trabajo futuro de esa unidad, que a su vez serviría de guía para el desarrollo para políticos, funcionarios y gente.

El problema ha sido en parte que para la selección e implementación de acciones, esas UTM en vez de basarse en información (decodificación de información e interpretación de esta de las realidades en que viven las gentes) se han basado en acciones de intereses muchas veces mezquinos y compromisos ajenos a la solución de problemas sociales, dejando a un lado ese mecanismo sin el cual la acción se desvanece luego de cierto tiempo, retornando a lo original o bien produciendo efectos poco importantes. En otras palabras: han metido mucho ruido y sacado pocas nueces.

La idea clave es esta: en su forma original cada sistema individual familiar, zonal, tiene sus velocidades y momentos iniciales dados para resolver y sobrevivir, que desconocemos del todo o en parte, que experimentan o han experimentado cambios de acuerdo con sistema de fuerzas que les ataca o favorece y que debemos cambiar.

Las UTM deben entender que nuestro vivir está inmenso en lo societal (nuestra movilización como seres humanos hacía para que y por qué) y lo biológico (como hemos sido construidos y como funcionamos) y de ahí se deriva todo. Vivir es un proceso complejo que demanda de soluciones complejas y que solo se pueden atender en secuencia de contingencias especiales, de las cuales deberíamos tener probabilidad conocida. Están pues obligadas las UTM bajo ese criterio, a buscar reglas o comportamientos eficaces, para un juego o una ley útil que sea estable y que se aplique a los más necesitados, a fin de trabajar las circunstancias particulares que les mantiene en un estado dado, en un estilo de vida de poco desarrollo probable. 

En resumidas cuentas, se necesita que las UTM se transformen para que trasformen cada elemento económico, político, social, ambiental que afecta a la mayoría y esperando que todos apuntan hacia un objetivo único: el desarrollo de potenciales individuales y sociales.

En general y en nuestro medio, existe una gama de fenómenos sociales y biológicos en los cuales se observa una cantidad numérica o una secuencia de COMPORTAMIENTOS Y ACTITUDES en cantidades distribuidas en el tiempo de manera regular e irregular y que conforman un vivir que resulta cargado para muchos de injusticias y falta de accesos. De tal manera que el vivir cambia lentamente y no sabemos cómo se comportan ese fenómeno, ante decisiones tomadas; tampoco sabemos cómo la gente decide sobre esas decisiones tomadas más exactamente el fundamento informante o informativo, registro, conservación y transmisión que utilizan en la decisión. Esta es una tarea que no realizan las UTM.

En cuanto a registro como fundamento de cambio, misión de las UTM, necesitan trabajar mucha más información de conocer situaciones y hechos, que llevan a accionar de individuos y comunidades. Cómo ganan o conservan esa información, qué ruido la acompaña, cómo pierde la eficacia y se adultera o mal interpreta y cómo se hace la transmisión a otros. Qué interesa y que no a individuos y grupos se puede desligar del medio de transmisión de la recepción y uso de información que tienen y como esta actúa como conservadora de un estilo de vida. Este es un tema central de la UTM. 

Por consiguiente, definición y técnica de medición de la información y la forma de modularla, es herramienta central de la UTM. Sus miembros deben estar conscientes y fortalecer conciencia en otros, de que el pasado completo individual familiar comunitario, no determina el futuro de cada sistema de ningún modo absoluto, sino meramente la distribución de futuros posibles del sistema, su divulgación e implementación, torna posible el cambio dentro del sistema de estilo de vida y eso solo es posible a través de escenarios y estos necesitan de información y análisis, a fin de formular campos posibles de evolución, dado que varias bloques de construcción, pueden combinarse íntimamente de varias maneras y dar resultados diferentes.

Veamos un ejercicio al respecto en el campo de la salud: 

Una madre llega al puesto de salud con un niño desnutrido en brazos, que se pierde entre su corpulencia de brazos y de abdomen ¿qué ha ocurrido?

Ese mismo día, un hombre tambaleándose llega con su esposa embarazada, con claros signos de desnutrición y mientras que el hombre se tambalea, la mujer es ingresada a una sala; el hombre finalmente se queda dormido en el suelo ¿qué les ocurre a estos?

El niño y la mujer embarazada, sufren de lo que se conoce como desnutrición por deficiencia; la madre del niño desnutrido padece de obesidad; el esposo de la embarazada de alcoholismo. Los cuatro han sido incapaces de organizar sus acciones para una buena salud; los cuatro están ya dañados por secuelas biológicas las cuales entorpecen su vida diaria física y emocional y mental. Que tiene de análisis la UTD al respecto.

Vemos pues a través del ejemplo de arriba que, para una acción efectiva, no es esencialmente que se posean buenos encauzadores teóricos, sino que el funcionamiento de esas y esos encauzadores sea adecuadamente advertido por otros, para que el causante pueda responder con oportunidad y no ya tarde para evitar los peligros inherentes a la contingencia. Entonces necesitamos cadenas de regeneración que actúen rápidamente evitando llegar a estados calamitosos. Las UTM deben proporcionar sus bases.

Entonces una función importante de las UTM es la memoria; la habilidad de guardar los resultados de operaciones pasadas, para utilizarlos en el futuro. Memoria necesaria para analizar padecimientos corrientes, memoria de registro permanente que contribuya a evaluar conductas futuras y debe ser, igualmente, un aparato instructor. Pero esas unidades técnicas, finalmente deben ser un centro de exploración, que debe cubrir los umbrales de conocimientos a cada nivel del desarrollo.

No cabe duda, las UTD deben ser estructuras que deben actuar independientemente dentro de la organización municipal, incluso de las unidades de fortalecimiento municipal (UFM) pues son y deben ser a la vez unidades evaluativas y de auditoría social del hacer municipal y sus productos así como proporcionar los fundamentos técnicos y científicos a las UFM que son las realmente responsables de los procesos de capacitación, asistencia administrativa – financiera y gestión social orientado a mejorar la gestión estratégica y operativa de las municipalidades. Urge implementar estas unidades.

Alfonso Mata
Médico y cirujano, con estudios de maestría en salud publica en Harvard University y de Nutrición y metabolismo en Instituto Nacional de la Nutrición “Salvador Zubirán” México. Docente en universidad: Mesoamericana, Rafael Landívar y profesor invitado en México y Costa Rica. Asesoría en Salud y Nutrición en: Guatemala, México, El Salvador, Nicaragua, Honduras, Costa Rica. Investigador asociado en INCAP, Instituto Nacional de la Nutrición Salvador Zubiran y CONRED. Autor de varios artículos y publicaciones relacionadas con el tema de salud y nutrición.
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