La relación de un yerno con su suegra. Foto: Envato
La relación de un yerno con su suegra. Foto: Envato

La situación es un triángulo afectivo

Muchas obras literarias nos enseñan algo al respecto: un hombre entre dos mujeres ¡Cuántas modulaciones posibles encontramos en ellas! y ¡Qué amalgama de almas nos presentan! Pero algo que si dejan en claro tales lecturas es que ello no constituye una mala situación para una alma narcisista.

La relación entre suegra y nuera se estudia con frecuencia y se le cataloga de naturaleza más turbulenta que la de la suegra con el yerno. El conflicto con la suegra siempre contribuye a una menor satisfacción conyugal. Sin embargo, pocos investigadores han incluido al yerno en sus estudios y han descuidado cómo esta relación contribuye a la satisfacción conyugal de las parejas en ambos grupos.

¿Un rasgo cultural que tiende a desaparecer en nuestro medio?

En nuestro medio, el matrimonio a lo largo de la historia se convirtió en muchos tipos de relaciones que pueden exigir muchos ajustes de las partes involucradas. Tradicionalmente el matrimonio guatemalteco no es la unión de dos personas, lo es de dos o más familias y a pesar de que esta forma aún persiste -aunque cada vez menos- los valores culturales tienen una concepción clara de rol de distinción de género, donde las mujeres están encargadas del hogar, de los asuntos internos mientras, que los hombres se encargan de los asuntos externos, aun cuando cada vez más, la mujer es proveedora también. La teoría postula que la actitud del rol de género se forma en los individuos durante la socialización de los primeros años y consolida en la niñez. Por lo tanto, la actitud tradicional del rol de género, supone a los hombres como proveedor de la familia, mientras que las mujeres desempeñan un papel protector de cuidar la familia y los hijos.

En la relación esposo-esposa algo que resulta incongruente es que el conflicto con la suegra no se limita a las nueras, sino que también los yernos pueden experimentar conflictos con sus suegras. Así como no se resta importancia al papel que desempeña el varón pareja en la relación suegra/nuera, ya que la relación suegra/nuera se establece a través de él, lo opuesto merece igual atención.

En el artículo anterior veíamos que los signos de un yerno manipulador y controlador pueden ser dolorosamente obvios para la compañera y las familias paternas de los unidos, pero a menudo se reporta que en estos casos, la hija pareja del manipulador, puede parecer felizmente inconsciente de lo que realmente está pasando. Pero cuando no es así, cuando la evidencia es de la mujer y su familia, estos viven un mundo muy angustioso que a menudo conduce a discusiones, consecuencias e incluso la destrucción de las relaciones dentro de las familias en el conflicto.

Un poco de rasgos: el manipulado (suegra)

Los yernos que a través de su suegra acomodan parte de su relación con su pareja, son tóxicos y manipuladores en sus relaciones con su pareja, muchas veces mostrando personalidad de verdaderos don Juan. Al igual que las personas tóxicas, este tipo de yerno no aporta nada positivo a ninguno de los lados y la mayoría de veces para lograr sus cometidos, se aprovechan de los puntos débiles de su pareja y de su suegra y menosprecian e intentan influir en las decisiones de su propia pareja y la ajena.

Tanto en la suegra del yerno y en su pareja, suele observarse inseguridades de diferentes tipos: baja autoestima, búsqueda de protección y temores a perder esos espacios afectivos que les brinda la persona que les domina, así sean nefastos y conflictivos para su vivir. Son mujeres que están acostumbradas a intromisiones sin sentido por otros en su vida y que resuelven basándose en otros, que también las dominan y van por el mundo llenas de emociones propiciadas por segundos, de lo cual pueden resultar sendos fracasos, a tal punto que ya no reconocen quién les puede ser dañino, convirtiéndose en seres incapaces de crear distancia física y emocional y sosteniendo su vivir en medio de climas de ansiedad y tensión, de los cuales vuelven culpables muchas veces a terceros inocentes.

En un clima de tensión de tal naturaleza, ninguno de los dos protagonistas suegra-yerno, queda nunca satisfecho, pues hay una constante anulación de la personalidad en ambos.

Y el yerno manipulador qué

El manipulador tiene sus características propias y generales. No existe un prototipo de manipulador único. Hace malabares con las reglas implícitas que rigen las relaciones sociales y tiene un sentido innato para desenmascarar los “defectos” de su interlocutor se llame su pareja o su familia política. Camaleón, adoptará el comportamiento pertinente para conseguir sus objetivos y obtener del otro lo que él quiere.

El yerno manipulador tiende a presentarse como víctima (mas ante la suegra), para intentar dar una imagen de vulnerabilidad, con el fin de despertar compasión. Y acá la gran debilidad de la suegra, que cae redonda a sus pies: a pesar del análisis objetivo de la situación (el mal trato a su hija, su infidelidad, sus vicios) la suegra no trata de encajar esa imagen real con la que ella (muchas veces fantasiosa) intenta dar de él.

El yerno manipulador constantemente intenta poner de relieve los errores de su pareja a la suegra, involucrando sus insatisfacciones en situaciones de doble vínculo, para que la actitud adoptada nunca sea la adecuada y hace que su pareja se sienta insegura. Destaca fácilmente los servicios prestados que le da (generalmente basados en lo que la otra no posee) para que en última instancia cumpla con sus deseos. La suegra cae en las redes de esa opinión y nunca cuestiona conductas o acciones y cuando lo hace con compasión.

Pero si en algo se distingue esa relación toxica yerno-suegra es que va inmersa en un proceso de desestabilización de la suegra y su pareja o familia. ¡Esta es una de las grandes tácticas del manipulador! Al parecer mantiene un completo autocontrol y no parece verse afectado por nada. Descalifica las necesidades, sentimientos, valores, opiniones del que está contra él incluso en su pareja. Está convencido de que tiene la verdad y fácilmente se vuelve irónico o sarcástico cuando se intenta mostrarle otra visión de las cosas, incluso agacha la cabeza. Es un profesional en las insinuaciones, que se esparcen a lo largo de sus discursos, para sembrar sospechas en sus víctimas.

Ante la suegra cuida su imagen de “hombre ideal física, mental y emocionalmente” y utiliza los halagos y la seducción para atraer sus simpatías. Como un auténtico camaleón, cambia sus versiones y comportamientos según la situación. Cuando se le hacen preguntas claras, tiene el don de responder sistemáticamente de forma vaga para preservar una salida y poder cambiar de opinión si es necesario. Es todo un caballero y hombre trabajador y de hogar con la suegra y eso le permite abogar por que sus defectitos (siempre los de él son pequeños) la suegra los omita en su verdadera magnitud.

Dice mentiras. ¡Muchas mentiras! Es muy crítico con los demás pero no tolerará las críticas a sí mismo. De hecho, desempeña tan bien el papel de víctima, que la gente tiene miedo de molestarlo. Y la víctima directa, su mujer pareja, notará que la cosa ya ha ido muy lejos, cuando cada vez que le plantea a su madre un tema de que estás preocupada, ella se pone de su lado, en su contra o le pide resignación. Y a esa madre suegra le preocupa en el fondo, que si hace algo desaparecerá y podrá perder el contacto con su hija por completo. Temor de hija a perder a la madre y una madre que teme a la vez perder a la hija; círculo perfecto y cerrado para el manipular. Él manipulador ya puede dormir tranquilo, el controla vida propia y ajenas y a partir de entonces, cada vez que intente su víctima directa, su pareja, establecer límites con él, instantáneamente los derribará con comentarios y actos inapropiados, degradantes, humillantes y denigrantes. Y por supuesto a la suegra, le resulta difícil creer que su hija hubiera elegido a alguien así para casarse.

Permisibilidad ¿de dónde viene?

El papel de la suegra, las relaciones tóxicas con el yerno, suelen parecer al público particularmente vago y complejo, debido, por un lado, a la evolución general de los roles de género y, por otro, a las normas de coparentalidad tras la separación de los padres que sufre la futura compañera y de su relación con su esposo. Pero sobretodo, a los ocultamientos que se realizan de parte del triángulo afectivo madre suegra-hija.

El compromiso simétrico padre/madre en la educación de los hijos, es una expresión que entre otras cosas implica la coparentalidad. En el futuro del comportamiento como pareja, juega un rol importantísimo ese aprendizaje de coparentalidad vivido por el hombre y la mujer en sus hogares. Cómo la paternidad y la maternidad están siempre lejos de ser simétricas, lo confirman las conclusiones de estudios de familia en varias partes del mundo. En los extremos vemos conductas como la de los niños criados por su padre y su madrastra, estos se van antes y su duración media de convivencia es cuatro años más corta que la de los criados por su madre y su padrastro. Los hijos de padres que están solo de forma temporal con ellos, también suelen tener otras conductas y los padres hacia sus hijos de igual manera trabajan pensamientos y emociones basadas muchas veces en culpabilidad, cosa que también sucede en madres solas creando hijos e hijas solas.

No podemos ignorar las diferencias entre ser suegro o suegra. La relación entre suegro y yerno es muy a menudo vivida en nuestro medio y reivindicada como una relación de hombre a hombre, que en el caso suegra y yerno, que está influenciada en gran medida por las emociones y deseos satisfechos e insatisfechos que les ha tocado vivir desde su infancia a las mujeres suegras y del varón yerno

Signos típicos de un yerno controlador

No son del todo típicos pero permiten sospecha. Su hija parece estar cada vez más distante de él. Otro signo revelador es el control mental de aislar a la víctima. Esto se hace de varias maneras. El manipulador criticará al ser de su género (padre, hermanos, tíos) más cercano a su víctima, y si su pareja es fuerte y lo ha desenmascarado, tratará de cambiar sus percepciones de los que esta ama y de victimizarse ante la suegra si hay rechazo de otros miembros. El manipulador también hará que la víctima se sienta mal por ser él rechazado y que algunos de su familia (padres o hermanos) también lo hagan y manifiesten de alguna manera a la cónyuge y suegra. Pueden quejarse de que se les desprecia y fomentan esto, desafiando las restricciones que se le imponen (no acercarse a casa de los suegros, no responder sus llamadas, etc.) y capturando a familiares de la familia de la cónyuge. Esto pone a la víctima, su pareja, de mal humor y debilita el cariño de esta hacia los seres que quiere pero que se le oponen.

Las víctimas suegras, no necesariamente reconocen que están siendo aisladas. Piensan que están tomando su propia decisión para fortalecer una relación que conviene a su hija y se toman en serio el papel de salvadoras, poniéndose del lado del yerno incluso ante su propia pareja, aunque esto provoque desavenencias con él.

Otra señal que puede vislumbrarse, es que la infortunada pareja del yerno al temerle, le cuenta todo lo que sucede en el hogar de sus padres y parientes al manipulador y este está enterado de ello y le constituye valiosa arma para sus intrigas.

Finalmente y al cabo del tiempo, tanto madre como hija reconocen que nada es culpa suya hasta que se desate la crisis entre los miembros del triángulo.

Es claro que cuando el yerno manipulador da señales, casi todos las perciben, menos los que están bajo su influencia. Para algunos, el más significativo de los signos de un yerno controlador para una suegra es cuando empieza a notar que ya no reconoce los comportamientos de su hija que se vuelven incluso falsos. Se comportan de manera diferente a lo que muestra ante el público, dice cosas diferentes a lo que sucede y hace. La víctima ha cambiado su comportamiento para permanecer en la situación y sobrevivir. Esta nueva personalidad pública, es lo que los manipuladores impulsan a sus víctimas a ser: serviles, obedientes, leales; la víctima organiza sus vida y manifestaciones emocionales ante los demás en torno al manipulador. Y el manipulado como la suegra, toma decisiones y las realiza para hacer la vida del manipulador más cómoda: es su cómplice sin querer queriendo. Cree y confía en el manipulado y se vuelve dependiente en algo aunque sea pequeño, del manipulador. Y seamos claros: las víctimas no toman sus propias decisiones. Todas ellas están fuertemente manipulados por el manipulador. Tampoco piensan de forma clara y racional. Han sido engañadas y no se dan cuenta.

Mucha gente piensa que no hay nada por hacer “La hija y la suegra tienen que darse cuenta por sí mismas de lo que está pasando, son adultas”. Justificación errónea pues ambas muchas veces actúan así, porque temen -por diversas razones- que si intentan salirse de lo que está pasando, perderán el sostén y el cariño entre ellas. Las suegras así sienten pavor de que sus hijas se alejarán y sus nietos también. Muchos padres se han mordido la lengua sólo para que el yerno controlador continúe hasta que todo termine en debacle, lo más frecuente.

Entre más demora peor resultado

Una recomendación: no deje a su hija sola, en realidad le está haciendo el juego al manipulador. Ella seguirá creyendo en él. De esta manera, las personas terminan en relaciones y sectas abusivas durante años o incluso décadas.

El control de la información, compartirla y analizarla madre-hija es uno de los pilares para evitar esta situación. Es importante que las víctimas reciban información y analicen sobre el mundo real. Generalmente necesitan ayuda profesional, para poder pensar por sí mismas, evaluar lo que se les está haciendo y darse cuenta de que se están aprovechando de ellos. Tanto madre como hija deben considerar que el yerno manipulador está programado para no poder escuchar críticas. El truco de parte de una nueva relación madre-hija está en ayudarse a ser más fuertes y en esa lucha, deben considerar que su personalidad está programada para defender a su marido y yerno y eso debe cambiar. Aquí es cuando empiezan las discusiones, las cosas pueden salirse de control muy rápidamente y se dicen cosas feas; por consiguiente la ayuda profesional se vuelve imprescindible para conseguir que salga una mejor personalidad en ambas. En muchos casos, es mejor recibir análisis de la situación de otras fuentes. Sí tres o cuatro o cinco fuentes diferentes le dicen lo mismo, les resultará mucho más difícil simplemente ignorar que deben cambiar y apoyarse.

Y ¿qué aconsejan a las suegras manipuladas los que saben para hacerle frente a esta situación?

–  Indiferencia: es el arma número uno contra los yernos manipuladores que vampirizan la energía de los demás para colmar su debilidad narcisista. Hacer como que no existen, neutralizarlos.

–  Incomunicación: al no establecer una comunicación normal con la personalidad manipuladora, ni darle explicaciones, equivale a quitarle un palo con el que golpear. Y cuando se choque con él, sea tan vaga como él en sus respuestas.

–  Demostrar pensamiento crítico: aprenda a conocerse mejor a sí misma y a no dejar que sus emociones le abrumen ante él. Evite hablar con él ante cualquiera no involucrado, es decir que no sea hija o su compañero o hijos.

–  Poner distancia: ante un manipulador, la mejor táctica del manipulado es alejarse o distanciarse. Si esto no es posible, al menos psicológicamente omítalo de lo principal de su hija.

–  Solidaridad: Con lo que ama y es suyo no con lo que es de otro. La mejor táctica es ¡Aprende a decir no! Esto es lo más difícil.

Imposibilidad para realizar todos esos consejos ¡busque ayuda profesional para saber porqué no puede y que debe hacer para lograrlos!

Alfonso Mata
Médico y cirujano, con estudios de maestría en salud publica en Harvard University y de Nutrición y metabolismo en Instituto Nacional de la Nutrición “Salvador Zubirán” México. Docente en universidad: Mesoamericana, Rafael Landívar y profesor invitado en México y Costa Rica. Asesoría en Salud y Nutrición en: Guatemala, México, El Salvador, Nicaragua, Honduras, Costa Rica. Investigador asociado en INCAP, Instituto Nacional de la Nutrición Salvador Zubiran y CONRED. Autor de varios artículos y publicaciones relacionadas con el tema de salud y nutrición.
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