La Selección Nacional de fútbol de Guatemala está a punto de disputar, los que probablemente sean, los dos partidos más importantes de su historia, puesto que de ganarlos calificaría por primera vez a un mundial de fútbol mayor, que se celebrará en Estados Unidos, Canadá y México, el próximo año.
Los dos juegos serán de local, pero la Bicolor no podrá contar con el respaldo de aficionados que hubiera querido. Jugará en el estadio El Trébol (que tiene un aforo reducido), puesto que el Estadio Nacional Doroteo Guamuch Flores, la máxima instalación deportiva del país, está en remodelación.
En imágenes: Aquí es donde jugará la Selección de Guatemala los últimos juegos de eliminatoria
A los directivos de la Confederación Deportiva Autónoma de Guatemala (CDAG), se les ocurrió el año pasado que remodelarían el recinto, le cambiarían grama, pista sintética y posteriormente los graderíos.
Desde que lo hicieron sabían que se venían las eliminatorias mundialistas, pero aun así echaron a andar el proyecto. Probablemente, no creían que Guatemala fuera a disputar la fase final.
El problema ahora, más que la remodelación, es que los trabajos se encuentran paralizados, con una empresa que no ha podido cumplir con lo que se comprometió en el contrato y está a punto de ser denunciada.
Así ocurrieron los hechos alrededor este fallido proyecto.
1. El 15 de julio de 2024, la CDAG subió el proyecto de bases de licitación al portal Guatecompras para el «mejoramiento de las instalaciones deportivas y recreativas en el Estadio Nacional Doroteo Guamuch Flores».
Se concluyó sin observaciones y el 8 de agosto se subieron las bases definitivas, con lo que daba origen el concurso.
2. El 24 de septiembre se recibieron ofertas. En total fueron tres, pero una fue descalificada, Productora y Comercializadora Palencia. Quedaron dos, Construcciones Efraín E. Boburg, S. A., y Constructora y Distribuidora Bremar, que finalmente fue adjudicada.
La experiencia de esta empresa se limitaba a la remodelación y mantenimiento caminos y carreteras, en el campo deportivo demostró experiencia —en lo privado— en la construcción de parques deportivos, piscinas, y en el cambio de gramilla artificial de canchas pequeñas. Nada similar a lo que se comprometió a hacer en el Estadio Nacional.
El Estadio Doroteo Guamuch y km 11.5 de carretera a El Salvador tienen la misma empresa contratista
3. A pesar de eso, el contrato fue adjudicado el 11 de octubre de ese año. Uno de los puntos a su favor, fue que ofreció instalar marcas de gramilla y pista de las mejores a nivel mundial. El césped, por ejemplo, es Hatko, que ha sido instalado en los mejores estadios de futbol de Europa, como el Metropolitano de Madrid, donde juega el Atlético de Madrid de España, también ha trabajado en canchas de Turquía, Reino Unido y Estados Unidos.
La pista que ofreció es marca Mondo, también reconocida en diferentes escenarios deportivos. En Guatemala está en el Centro Deportivo de Quetzaltenango, donde se disputaron recientemente los XII Juegos Centroamericanos.
4. El 28 de noviembre se firmó el contrato por Q32.4 millones (de los cuales ya recibió Q9.5 millones). La cláusula siete establecía un plazo contractual de 11 meses a partir de que se firmara el acta de inicio.
5. El 6 de enero de 2025 se firmó el acta de inicio de trabajos, lo que significa que el plazo vence el 6 de diciembre, dentro de un mes. El levantado de la grama y pista antigua se hizo con agilidad, la empresa subía videos a sus redes sociales de los trabajos e incluso un representante de Hakto vino a Guatemala a hacer «publicidad» de la calidad de grama con que contaría el Doroteo Guamuch Flores.
6. El 9 de abril, aparentemente todo marchaba bien. Constructora Bremar firmó un contrato con Superficies Deportivas de Guatemala (SDG), que en Centroamérica tiene los derechos exclusivos de negociar las marcas Hatko y Mondo y que fue la intermediaria para la importación de dichos materiales en proyectos similares en el estadio Rommel Fernández de Panamá y Jorge «Mágico» González, en El Salvador.
En este contrato —privado— Bremar se comprometía a hacer pagos mensuales, desde abril hasta julio, por la pista sintética y por gramilla híbrida para que los materiales vinieran en septiembre. El calendario marcaba que era justo el tiempo que se requería para instalar la grama sintética y sembrar la natural para que germinara y estuviera lista el 6 de diciembre, cuando termina el plazo contractual.
7. En abril de este año Constructora Bremar paró a SDG Q1 millón por la pista y Q500 por la grama, pero en mayo dejó de hacer los pagos sin causa aparente. Así fue como se originó el problema, puesto que la distribuidora exclusiva de Mondo y Hatko dijo que las compañías internacionales no pueden despachar el producto si no se cancelaba en su totalidad.
8. Entre julio y agosto, ante el evidente retraso, los diputados del Congreso de la República empiezan a mostrar preocupación y comienzan las visitas al recinto deportivo y citan a los funcionarios de la CDAG y representantes de la Constructora. Esta, por su parte, justificaba que no había hecho más pagos porque no había garantía de que SDG trajera los materiales a Guatemala, a pesar de que existía un contrato de por medio.
9. Sin embargo, como no había forma de traer las marcas establecidas en el contrato, puesto que solo podía ser por medio de SDG, con quien Bremar se resistía a hacer negociaciones, la constructora, el 26 de septiembre, puso sobre la mesa cambiar de marca de césped y pista, supuestamente «por una de iguales o mejores características». Aseguró que le había sido imposible lograr comunicación con la empresa Hatko y que sí había logrado comunicarse con Mondo.
10. El 1 de octubre, La Hora contactó con Akmolidin Rezhavaliev, gerente de exportaciones de Hatko, quien dijo que la compañía estaba dispuesta a negociar directamente con Constructora Bremar, algo a lo que SDG no se opuso. Subrayó que la grama ya estaba lista y que se enviaría a Guatemala una vez recibido el pago.
11. Un día después, el 2 de octubre, en una accidentada citación con la Comisión de Deportes del Congreso, la Constructora aseguró que se instalaría la grama y pista de las marcas ofrecidas, con lo que, supuestamente, se ponía fin al problema. En dicha reunión la constructora se comprometió a entregar un cronograma con los tiempos de despacho y envío de la gramilla, además de las formas de pago y otros compromisos de Bremar.
12. A partir de esa reunión, la constructora no volvió a aparecer. En otra citación a la que fueron convocados los actores involucrados, el 6 de octubre, la constructora no acudió, por lo que el presidente de la Comisión de Deportes, Orlando Blanco, planteó la posibilidad de inhabilitar a la empresa y advirtió de que la denunciaría penalmente.
13. El 4 de noviembre, La Hora intentó comunicarse con la compañía, pero no respondieron a los números de teléfono. También se trató de contactar con la oficina de Comunicación de la CDAG para conocer qué harían con el proyecto o si podrían ejecutar las fianzas, pero tampoco respondió.
Estadio Doroteo Guamuch Flores, el último de una serie de proyectos que se quedaría a medias
DUDAS
Como se dijo anteriormente, Bremar acreditó 12 años de experiencia, pero en la construcción de proyectos de menor envergadura. Además, su experiencia de contratos con el Estado han sido, sobre todo, para el mantenimiento de la red vial.
Según Guatecompras, del 2020 a la fecha ha obtenido Q421.2 millones en adjudicaciones, principalmente del referido rubro. El año que más ingresos tuvo fue en 2023, cuando se le adjudicó Q201 millones, de los cuales Q138 millones fue por «emergencia en la red vial» y Q47 millones por «mantenimiento de la red vial».
En cuanto a infraestructura deportiva, en lo público y lo privado, Bremar acreditó experiencia en la construcción de cuatro canchas polideportivas, el mejoramiento de un parque, mejoramiento de una instalación deportiva, construcción de una cancha de gramilla sintética y tres parques deportivos.
Además, otro mejoramiento de una cancha de papi futbol de grama sintética, la construcción de una piscina y el suministro e instalación de juegos infantiles.







