
La Confederación Deportiva Autónoma de Guatemala (CDAG) no ha salido del embrollo en que se convirtió la remodelación de la gramilla y pista del Estadio Nacional Doroteo Guamuch Flores y ya inició otro proyecto que —se entiende— será millonario: el cambio de la totalidad de butacas del recinto deportivo.
El próximo 4 de noviembre la Junta de Licitación tiene establecido recibir ofertas para el proceso de licitación pública en el que se espera contratar a una empresa para la «desinstalación e instalación de asientos butaca en el graderío» del Estadio Nacional.
De acuerdo con las especificaciones técnicas, se tratará de 27 mil asientos, tipo butaca, de 0.35 metros de alto, 0.43 de ancho y 0.45 de fondo, de copolímero de polipropileno, blancas con protección ultra violeta, para mayor durabilidad, y deben estar numeradas.
Asimismo, se indica que la empresa deberá hacerse cargo de desinstalar las butacas que se encuentra hasta hoy, y que para instalar las nuevas se deberá hacer un «resanado del graderío», lo que ya incluye los accesorios, materiales y mano de obra para los trabajos, así como la limpieza del lugar donde se haga el servicio.
Se contempla la instalación de 25 mil 500 asientos de los 27 mil que se comprarán. Se entiende que las mil 500 restantes se quedarán como repuesto ante cualquier daño causado por imprevistos.
Hasta el momento se desconoce de cuánto sería el monto del contrato, aunque se prevé que sea millonario. En sitios de internet estas butacas se cotizan a precios tan variados que van desde los US$7 hasta los US$78.
Las empresas que pretendan prestar el servicio deben cumplir con al menos 13 requisitos y condiciones, entre estas, estar solvente de sanciones administrativas, no tener deudas o moras con el Estado y estar inscrito y precalificado como proveedor del sector público.
Además, debe contar con al menos dos años de experiencia en la venta o distribución de del asiento/butaca que oferte o que tenga experiencia en el mantenimiento y remodelación de edificios, de lo contrario «la junta rechazará la oferta».

En este sentido, se le pide a la institución que, si su experiencia es con el Estado, que adjunte contratos y si es con entidades privadas que muestre «cartas de clientes satisfechos emitidas por las entidades privadas».
Las bases también detallan que de las ofertas se evaluarán tres criterios. El que más ponderación recibirá es el precio, 40 puntos, mientras que la experiencia y la calidad del producto tendrán una valoración de 30 puntos cada uno, para un total de 100.
El concurso se publicó en el portal Guatecompras, el 2 de septiembre último, y el plazo para presentar ofertas se fijó, en un inicio, para el 14 de octubre, pero se aplazó hasta el 4 de noviembre derivado de la inconformidad que presentó una empresa por irregularidades en las bases de licitación.
El plazo para la instalación de las butacas será de seis meses calendario, los cuales se contarán a partir del día hábil siguiente de la publicación del contrato y su acuerdo de aprobación en el portal Guatecompras.
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MALA EXPERIENCIA
La CDAG todavía debe resolver el problema en que se encuentra debido al incumplimiento de contrato de la constructora a la que le adjudicaron la remodelación del Estadio Nacional, para el cambio de gramilla y pista sintética.
A este paso, es probable que la instalación de las butacas comience sin que haya terminado la remodelación de la grama y pista.
La empresa, de escasa experiencia en proyectos deportivos —Constructora Bremar—, ofreció una marca de césped y pista reconocidas a nivel mundial. Por esa razón recibió la adjudicación, pero por motivos que solo la empresa sabe con exactitud nunca pagaron por ambos productos y el proyecto se encuentra en un impase y el plazo contractual para terminar la remodelación vence en menos de dos meses, el próximo 6 de diciembre.
Lo último que se supo públicamente fue una citación convocada por el diputado Orlando Blanco, presidente de la Comisión de Deportes del Congreso, el pasado 6 de octubre, a la que ningún representante de la constructora acudió.
«La gente de la empresa no quiso venir porque no tiene garantizada la proveeduría de los materiales. Es una irresponsabilidad enorme. Además, la empresa mintió cuando suscribió el contrato porque dijeron que tenían la capacidad de esos materiales y esas marcas», dijo el legislador en un video después de la fallida citación.
Posteriormente, Blanco dijo a La Hora que ya prepara las denuncias penales en contra de los responsables del proyecto.
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NO DAN RAZÓN
La Hora intentó comunicarse con Constructora Bremar a tres números de teléfono donde antes han respondido, pero no fue posible obtener información. Marco Cruz, quien en la última citación a la que acudió en el Congreso se identificó como gerente de la empresa respondió una llamada, pero de forma escueta dijo que él no tenía la información y que quien estaba a cargo del caso era el «ingeniero Montenegro».
Dictó un número e inmediatamente colgó la llamada. La Hora marcó a ese número, pero el teléfono del supuesto ingeniero estaba apagado.
En la última citación a la que acudieron al Legislativo la empresa aseguró que instalarían la grama y pista de las marcas ofrecidas, Hatko y Mondo, respectivamente, y dijeron que ya estaban en negociaciones.
No obstante, hasta este 17 de octubre, no habían efectuado ningún pago, confirmó el departamento Jurídico de la empresa Superficies Deportivas de Guatemala (SDG) que es la representante y distribuidora exclusiva de las dos marcas, en Centroamérica. La pista tiene un costo aproximado de Q13 millones y el césped artificial de otros Q4 millones.
Por su lado, la CDAG tampoco da información de si han recibido propuestas o soluciones por parte de la constructora.
Este medio se comunicó con un empleado de la oficina de Comunicación de dicha dependencia autónoma para hacer las consultas, pero justificó que estaba «directamente con los Juegos», es decir, la celebración de los XII Juegos Centroamericanos, Guatemala 2025, que comenzaron este 17 de octubre, por lo cual se intuye que no responderán nada del problema del estadio hasta que finalice la justa deportiva.
PROBLEMA DE Q32.5 MILLONES
El contrato para la remodelación del estadio se otorgó a Constructor Bremar a un costo de Q32.5 millones, de los cuales ya se les pagó Q9.5 millones por el avance físico de la obra; no obstante, los trabajos se encuentran paralizados debido a que no ha sido capaz de importar la gramilla y pista que ofreció en el evento de licitación.
La experiencia de dicha empresa radica más que todo en la construcción, mantenimiento y mejoramiento de caminos rurales e infraestructura básica, como puestos de salud, escuelas, y drenajes.
Supuestamente, en principio Bremar se negaba a hacer el negocio con la representante de ambas marcas en Guatemala, SDG, por una supuesta falta de confianza, e incluso llegaron a sugerir que podrían cambar las marcas de ambos productos, algo que legalmente es muy difícil.
El Estadio Doroteo Guamuch y km 11.5 de carretera a El Salvador tienen la misma empresa contratista
Sin embargo, ambas empresas transnacionales, Hatko y Mondo, —con el aval de SDG— aceptaron negociar con Bremar de forma directa.
Por el momento, se teme que las fuertes lluvias de octubre hayan dañado los pocos avances que se ha trabajado en el estadio. Blanco dijo que exigirá a la CDAG la ejecución de fianzas del contrato.
De pasarse del plazo contractual, no sería la primera vez. La misma empresa tuvo a su cargo la construcción del puente en el kilómetro 11 de la carretera a El Salvador que se tardó más de dos años en ser finalizado, y que el gobierno —al inaugurarlo— destacó que se trataba de un proyecto «rescatado».