La relación de la salud y la migración
La migración y la salud mantienen una relación. Foto La Hora/ Diseño Alejandro Ramírez

Con un escaso acceso a salud gratuita de calidad y con los precios de las medicinas por las nubes, este factor social, indispensable para el desarrollo humano, ha empeorado en la misma medida que aumenta la migración hacia EE. UU.

Si en la capital y municipios vecinos el acceso a la salud parece complicado con dos hospitales nacionales (Roosevelt y San Juan de Dios) cuyas consultas externas se mantienen atestadas, la situación es más caótica en las áreas rurales, donde un puesto o centro de Salud puede quedar a horas de camino.

Esa sensación de no contar con un servicio de salud que pueda auxiliar a una persona en momentos apremiantes es sinónimo de la falta de desarrollo que, al final de cuentas se convierte en otra razón más para buscar una mejor vida lejos de las fronteras guatemaltecas.

De acuerdo con estadísticas de la Organización Mundial de la Salud (OMS), la esperanza de vida al nacer, en Guatemala, cayó cuatro puntos porcentuales de 2017 a 2021 y se ubicó en 68.7 años en promedio.

En cuanto a la mortalidad materna, el indicador se mantiene en 96 muertes por cada 100 mil niños nacidos vivos, mientras que la mortalidad neonatal es de 10.3 menores por cada mil nacimientos. En ambos indicadores, Guatemala está peor que la media de las Américas, que son de 68 y 7.3, respectivamente.

Asimismo, la densidad de médicos se mantenía en 12.8 por cada 10 mil habitantes hasta 2020 (dato más actualizado), y en 23.1 en cuanto a personal de enfermería. Mientras que el de dentistas se ubicaba en 2.6 y el de personal farmacéutico en 1.2.

Los indicadores se encuentran dentro de los más bajos de la región latinoamericana.

Respecto a la inversión pública en salud, según datos de la OMS, Guatemala es el segundo país que menos gasto destina a salud, con un total de 17.4 por ciento de su gasto público total. Detrás solo está Honduras, con 12.09%.

FALTAN HOSPITALES

Datos de la Coordinadora de Oenegés y Cooperativas de Guatemala (Congcoop), hay un déficit de cerca de tres mil centros y puestos de salud a nivel nacional, lo que afecta a unas 24 mil comunidades, principalmente habitadas por poblaciones indígenas.

Los gobiernos recientes han hecho poco o nada por satisfacer esa demanda de servicios de salud. Para muestra, en la administración pasada se pagaron más de Q186 millones por la construcción de tres hospitales que nunca se terminaron o por supervisiones que jamás se hicieron.

IGSS de la zona 6 y Hospital Roosevelt fraccionaron trabajos de mantenimiento entre 2023 y 2024

Uno se encuentra en San Pedro Necta, Huehuetenango; otro en San Benito, Petén, donde solo se aplanó el terreno; y el tercero en Coatepeque, Quetzaltenango.

Por la supervisión de la construcción de estos hospitales se pagaron Q2 millones a un proveedor que es investigado por el Ministerio Público (MP).

A eso se agregan los problemas de corrupción que terminan por golpear la atención a los ciudadanos.  Algunas muestras de estos casos son las reparaciones millonarias que se pagaron en los hospitales Roosevelt y San Juan de Dios y que no se efectuaron. Por estos casos también hay una denuncia abierta en MP.

MEDICINAS

La falta de acceso a la salud también se mide por lo elevado del precio de los medicamentos en Guatemala. Entre  octubre y noviembre pasados La Hora publicó una serie de reportajes que evidenciaron cómo, estas pueden costar hasta 185% más que en El Salvador.

Un equipo de este medio viajó a la capital salvadoreña en donde adquirió 10 medicamentos de uso relativamente común en Guatemala y que suelen ser recetados con frecuencia. Todos resultaron tener un menor costo.

Por los 10 medicamentos se gastó en aquel país el equivalente a Q1 mil 876, mientras que en Guatemala costaron Q3 mil 927. Esto hace casi imposible para una familia de escasos recursos acceder a medicinas.

Golpe al bolsillo por medicinas: Guatemala vs El Salvador y las explicaciones que debe leer

La Encuesta Nacional de Condiciones de Vida (ENCOVI) que se levantó en 2023 y fue presentada en agosto del año pasado, detalla que el 56% de la población guatemalteca vive en situación de pobreza, prácticamente uno de cada dos habitantes.

Los departamentos más afectados por la pobreza son, en este orden, Alta Verapaz, donde esta afecta al 90.3% de sus habitantes; Quiché, 86.4%; Huehuetenango, 81.2%; Baja Verapaz, 80.2% y Jalapa, 80%.

En uno de los artículos publicados por La Hora, el médico Hugo Icú, director de la Asociación de Servicios Comunitarios de Salud (Asecsa), expuso que el elevado costo de los medicamentos repercute directamente en la salud de las poblaciones en el área rural, donde los índices de pobreza son más elevados.

Muchas de las medicinas son inalcanzables para el bolsillo de las familias, incluso para tratar males comunes, más aún cuando se trata de enfermedades más complejas que requieren de medicinas más especializadas.

Tres años después: MP no informa sobre avances del caso de las vacunas Sputnik

NECESIDAD 

Por su parte, Nuria Mejía, analista del Instituto por la Democracia de la Congecoop, explicó que la migración es multicausal y que, en el caso de la salud, se da porque se presenta la necesidad de costear un tratamiento médico.

«El gasto en salud es cada vez más elevado, y el Ministerio de Salud no es capaz de cubrir las necesidades, principalmente de los más alejados», añade la analista. Por tal razón, cuando las personas se ven obligadas a gastar en lo privado deben buscar la forma de conseguir más recursos y migran al extranjero.

Agrega que, al déficit de centros de Salud se añade la ausencia de infraestructura de comunicación en las áreas rurales donde, muchas veces, los enfermos o embarazadas son llevados durante horas cargados por familiares o vecinos en búsqueda de atención médica.

Aunque hay casos de que la migración se da por cuestiones médicas, explica Mejía, la mayoría de veces se migra por la necesidad de mandar dinero para surtir una necesidad en salud. «Un tratamiento de una enfermedad puede costar hasta Q100 mil», subraya.

A la par del empeoramiento en los servicios de salud, la migración de guatemaltecos hacia EE. UU. crece. Según cálculos del Ministerio de Relaciones Exteriores, actualmente pueden vivir en aquel país hasta 3.2 millones de connacionales.

Los Ángeles, en el estado de California, es la segunda ciudad más poblada de chapines en el mundo, después de la capital guatemalteca.

Otro indicador que muestra el aumento de la migración es el de las deportaciones. Con casi 62 mil expulsiones de guatemaltecos desde EE. UU., el 2024 pasó a la historia como el año con más deportaciones.

Más de 250 mil guatemaltecos están en puerta para ser deportados de EE. UU.

Sergio Morales
Periodista y licenciado en Ciencias de la Comunicación. Temas políticos, comunitarios, datos, gestión pública y migración.
Artículo anteriorInspectoría audita control de seguridad de pagos del gobierno luego de acceso a equipo de Musk
Artículo siguienteEmpresa a cargo de puente desplomado en Quiché ha sido adjudicada con Q477 millones