La red vial de El Salvador y de Guatemala están en una situación distinta, constató un equipo de La Hora que viajó a aquel país entre el 15 y 16 de octubre pasados e hizo el recorrido desde la capital guatemalteca hasta San Salvador.
El trayecto desde la ciudad de Guatemala a la frontera con el vecino país, por el lado de Ciudad San Cristóbal, Atescatempa, Jutiapa, es de 170 kilómetros, el tiempo efectivo de tránsito fue aproximadamente de unas cuatro horas y media, mientras que de la misma frontera hasta San Salvador fue de poco menos de dos horas por un recorrido de 90 kilómetros.
Los primeros 20 kilómetros desde la capital guatemalteca hasta el desvío a Santa Elena Barillas, Villa Canales se trascurren con normalidad, en el sentido de que el asfalto está en aceptables condiciones y se circula en una carretera de dos carriles que por tramos se convierte de tres.
Pasado este primer tramo empiezan los problemas. Desde el referido desvío hasta el cruce a Pueblo Nuevo Viñas, Santa Rosa —16 kilómetros—empiezan notarse agujeros en la cita asfáltica, algunos de considerable tamaño, que hacen que el golpe de los vehículos suene fuerte cuando no se pueden esquivar.
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Debido a que los vehículos circulan, por lo regular a unos 80 kilómetros por hora o más, es difícil evitarlos y si se intenta se debe tener máxima precaución de que no vaya a la par algún otro automotor, para no generar un accidente.
Un siguiente tramo, desde el desvío a Pueblo Nuevo Viñas hasta el cruce al libramiento de Barberena, Santa Rosa, en la aldea El Cerinal, también es dificultoso. Varios tramos no están señalizados, pero el más delicado de transitar es uno en el kilómetro 45. En se punto, la carretera que es de cuatro carriles, se reduce a dos porque la compañía que trabajaba el mejoramiento ya no recibió pagos y dejó el trabajo a medias.
En un reportaje anterior publicado por La Hora varios automovilistas dijeron que en lugar han ocurrido varios accidentes, algunos de los cuales han sido fatales.
TRAMO ASFALTADO
Al pasar por el libramiento de Barberena hasta llegar a la cabecera de Jutiapa le han hecho varios trabajos a la carretera, especialmente en la subida de la Conora hasta llegar a Atescatempa. No obstante, algunos tramos antes de llegar al puente Los Esclavos, así como otros, antes de llegar a la cabecera departamental, no están señalizados.
Similar situación ocurre en la carretera que va desde este punto hasta Asunción Mita, hay tramos asfaltados, pero en otros el asfalto ha comenzado a deteriorarse, o bien sea, no están señalizados.
Al llegar a Asunción Mita faltan poco más de 20 kilómetros para estar en la frontera con El Salvador. Hasta hace poco este tramo era calificado como “la carreta de la vergüenza” por el pésimo estado en que se encontraba; sin embargo, a mitad de año el Ministerio de Comunicaciones Infraestructura y Vivienda (CIV) comenzó a hacer la reparación del tramo, luego de múltiples manifestaciones y bloqueos de pobladores que exigían la restauración de la vía internacional.
Hasta el día en que se hizo el viaje, el asfalto llegaba hasta la aldea Tiucal, apenas seis kilómetros, aunque eso ya era esperanzador para los vecinos que llevaban años de reclamar por los trabajos. Los restantes 12 o 13 kilómetros continuaban en pésimo estado.
Sobre lo que quedaba de asfalto La Hora pudo constatar que había una gran cantidad de agujeros que provocaban que los vehículos se movilizaran a muy poca velocidad; además, era necesario zigzaguear en la cinta asfáltica para evitar dañar los automotores.
EN EL SALVADOR
Ya en suelo salvadoreño la situación cambia. Los 90 kilómetros de la carretera son de cuatro carriles hasta la capital y se encuentran en muy buenas condiciones. En el trayecto hubo dos momentos de tráfico que retrasaron la llegada. Uno porque se estaban haciendo reparaciones en la carretera, aproximadamente 20 minutos, y una cantidad similar de tiempo al pasar por el área urbana de Santa Ana.
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Las vías no solo son de mejor calidad que las guatemaltecas, sin que se encuentran bien señalizadas.
RECURSOS
El Salvador destina menos recursos públicos para carreteras cada año, de acuerdo a datos extraídos del Plan Maestro Regional de Movilidad y Logística, 2035, elaborado el año pasado por la Secretaría de Integración Económica Centroamericana (Sieca), un órgano del Sistema de Integración Centroamericana (SICA).
Este dice que “el gasto de capital promedio anual del sector público para el sector transporte en Centroamérica, entre el 2016 y el 2021, fue de 1.31% del PIB (Producto Interno Bruto)”. El más bajo precisamente fue el de El Salvador con 0.67% y el más alto el de Panamá, con 2.30%.
Asimismo, el gasto de capital anual del sector público para el transporte, en el mismo lapso, fue del 6.2% del total gastado en formación bruta de capital fijo, en toda Centroamérica. Acá el número más bajo, también fue de El Salvador, con 3.8%, y el más alto fue Nicaragua, 9.7%.
El documento también recopila el total bruto invertido en el sector transportes en los países, según datos de la Comisión Económica para América Latina (CEPAL) que a su vez obtuvo de los bancos centrales de cada nación.
Estos datos dicen que en el listado de “inversión pública en el sector transporte” del 2016 al 2021, detrás de Panamá y Costa Rica, está Guatemala, con aproximadamente US$3 mil 260 millones invertidos, un aproximado de Q25 mil 280 millones. Detrás están, en su orden, Nicaragua, Honduras y El Salvador. Este último invertido en dicho periodo, unos US$995 millones, en lo público.
Por otra parte, datos del Banco Mundial dicen que, en 2022, Guatemala fue el país que menos invirtió en la formación bruta de capital fijo en relación con el PIB. Este concepto incluye “los mejoramientos de terrenos (cercas, zanjas, drenajes, etc.); las adquisiciones de planta, maquinaria y equipo, y la construcción de carreteras, ferrocarriles y obras afines, incluidas las escuelas, oficinas, hospitales, viviendas residenciales privadas, y los edificios comerciales e industriales”.
Ese año, Guatemala se ubicó en el puesto seis de Centroamérica con un porcentaje de inversión del 16.76%. Por arriba estaban Costa Rica, 16.95%; El Salvador, 21.69%; Nicaragua, 21.42%, Honduras, 22.49% y Panamá, cuya inversión llegó al 29.51%, de acuerdo con los datos del Banco Mundial.
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MILLONARIA ASIGNACIÓN
En junio pasado, La Hora publicó un artículo en el cual dio a conocer que los presupuestos del CIV para carreteras, de los últimos tres gobiernos sumaron Q54 mil 364 millones, sin que esta asignación se viera reflejada en la calidad de la red vial.
Solo el gobierno de Alejandro Giammattei (2020-2024) dispuso de Q33 mil 106 millones, de acuerdo con el monto de los presupuestos vigentes registrados en el Sistema de Contabilidad Integrada gubernamental (SICOIN), el número más alto en la historia.
El de Jimmy Morales (2016-2020) contó con Q19 mil 276 millones, mientras que el CIV en los tiempos de Otto Pérez Molina (2012-2016) dispuso de Q24 mil 53 millones.
El artículo también refiere que un ranking publicado en 2024 por el sitio World Population Review (Revisión de la Población Mundial), elaborado con base a encuestas de líderes empresariales, posicionó al país en el puesto 130 de 137 medidos en cuanto a la calidad de su red vial.
Guatemala puntuó 2.4, en cuanto a la calidad de sus carreteras y solo es superado por países como Angola, República Democrática del Congo, Yemen, Haití, Madagascar, Mauritania y Chad. En América Latina es el peor calificado.