Lo intentaron, pero no lo lograron: cifra de 45 mil 523 deportaciones en camino al récord

El número de guatemaltecos que han sido deportados por las autoridades de Estados Unidos (EE. UU.) muestra un incremento respecto al 2023 en los primeros ocho meses, lo que podría hacer que al final del presente año se supere el registro histórico de repatriaciones, según cifras proporcionadas por el Instituto Guatemalteco de Migración (IGM).

La estadística detalla que de 1 de enero al 31 de agosto fueron repatriados desde EE. UU. 45 mil 523 guatemaltecos, 13 mil 808 más que en el mismo periodo del año pasado. El promedio mensual pasó de 3 mil 964 deportaciones a 5 mil 69. De mantenerse el ritmo, el 2024 podría cerrar con más de 68 mil guatemaltecos retornados.

Año con año, el número de deportaciones ha aumentado paulatinamente. Sin embargo, desde 2018 los registros de repatriaciones comenzaron a subir vertiginosamente. En 2015 hubo 31 mil 443, para 2018 ya se registraron 51 mil 376 devoluciones.

En 2020 y 2021, por los cierres fronterizos a causa de la pandemia, los números cayeron; no obstante, en 2022 volvieron a subir, hasta alcanzar los números del año pasado que se convirtió en el que más deportaciones registra hasta el momento.

SEGMENTOS

De acuerdo con los datos del IGM, dentro del grupo de deportados de este año se cuentan 3 mil 461 menores de edad, de los cuales 91 habían migrado sin ninguna compañía. Además, de los adultos, el 25% son mujeres y 6 mil 178 viajaban en 2 mil 539 unidades familiares; es decir, uno o más adultos con uno o más menores de edad.

En cuanto al lugar de origen de los retornados, Guatemala, Huehuetenango, San Marcos y Quiché continúan como los departamentos que más expulsan a sus residentes. De estos migró el 36% del total de connacionales que fueron devueltos al país entre enero y agosto de 2024.

En seguida, los departamentos que registran más de 2 mil deportaciones, pero menos de 3 mil son: Alta Verapaz, Escuintla, Jutiapa, Petén, Quetzaltenango, y Suchitepéquez. Entre 1 mil y 2 mil están, Baja Verapaz, Chimaltenango, Izabal, Jalapa, Retalhuleu, Santa Rosa y Totonicapán.

Finalmente, los departamentos que registran una migración más baja, a juzgar por el número de deportaciones, son: El Progreso, Sololá, Zacapa y Sacatepéquez, este último lleva 377 deportaciones en lo que va del año.

Migración también tiene el registro de los municipios más expulsores que encabeza la ciudad de Guatemala con 2 mil 360 guatemaltecos deportados. Le siguen, Coatepeque, Quetzaltenango, con 669 retornos; Jalapa, con 652; Jutiapa, 621; Cobán, Alta Verapaz, 613; Escuintla, 592; y Mazatenango, Suchitepéquez, con 558.

También, Barillas, en Huehuetenango, con 538 deportaciones; Retalhuleu, 533; y Malacatán, San Marcos, que en los ocho meses registra 514 repatriaciones.

CAUSAS

Según diversos estudios, los factores económicos son los que continúan impulsado la migración irregular hacia Estados Unidos. En ese sentido, desde el inicio de la pandemia, en 2020, la situación económica ha empeorado para miles de guatemaltecos, en especial en la provincia. La crisis se agravó en 2022 con la guerra entre Rusia y Ucrania que causó el incremento del precio de los combustibles y, en consecuencia, de los alimentos. Sus efectos todavía se sienten al día de hoy.

La Encuesta Nacional de Condiciones de Vida (Encovi 2023), presentada por el Instituto Nacional de Estadística (INE) el pasado 21 de agosto, reveló el 56% de la población guatemalteca se encuentra en situación de pobreza. De estos un 16.2% vive en pobreza extrema, definida por el consumo por debajo del umbral mínimo necesario para cubrir necesidades alimentarias básicas.

Por otro lado, un 39.8% de la población está en pobreza no extrema, lo que indica que aunque logran cubrir sus necesidades alimentarias, no alcanzan el mínimo para gastos en educación, salud y otros servicios esenciales.

El índice de pobreza en el país prácticamente está estancado desde la Encovi 2014, cuando el porcentaje de pobreza era de 59%. En otras palabras, el indicador sigue diciendo que uno de cada dos guatemaltecos vive en esa condición. Esto, a pesar que desde el 2014, el Ministerio de Desarrollo Social (MIDES) que está llamado a diseñar políticas para la reducción de la pobreza ha tenido a su disposición más de Q18 mil 720 millones.

Aparte del aumento de deportaciones, otro indicador que muestra que la migración de guatemaltecos ha ido en alza en los últimos años son las remesas familiares. De 2014 a 2023 —los últimos 10 años— estas crecieron 257% y pasaron de US$5 mil 544 millones a US$19 mil 804, nos Q863 mil 800.

Para tener una idea del volumen de remesas, con lo enviado en los últimos 10 años se podrían financiar casi ocho presupuestos de la nación.

CASTRO: «ESTO NO VA A PARAR»

El analista y consultor en temas migratorios, Fernando Castro, considera que la migración irregular es un fenómeno que no se detendrá tan fácil, sino hasta que los países en la región tomen en serio la adopción de políticas para sacar a los pueblos del subdesarrollo, la miseria y el hambre.

Castro señaló que este año se están observando «cifras que no se habían dado», y particularmente desde EE. UU., considera que se debe al reforzamiento de las fronteras que, ha dejado este año más de un millón 600 mil migrantes detenidos en la frontera sur de este país.

La mayoría son deportados porque no cumplen con el requisito mínimo para optar a asilo, añadió el entrevistado, por lo cual urgió al Gobierno a divulgar campañas masivas de información en el país acerca de quienes son los migrantes que pueden tener algún alivio migratorio, y que se limita a los perseguidos políticos, o a quienes son discriminados por cuestión de raza, etnia o miembros de la comunidad LGBTI.

A esto se suma que, en Guatemala, quienes son repatriados no cuentan con programas productivos o de apoyo que les permitan contar con una fuente de ingresos o un empleo. «La gente viene con deudas y más pobreza de la que salieron», se lamenta Castro.

En el artículo «Encovi 2023: Índice de pobreza se mantiene a pesar de Q18 mil 720 millones del Mides», La Hora cita a analistas quienes explican que las condiciones de vida en el área rural han empeorado desde 2020, ya que la dieta básica del guatemalteco, consistente en maíz y frijol, se ha encarecido 30% en los últimos cinco años.

Por otro lado, advierten de que, de no ser por las remesas familiares el número de guatemaltecos en pobreza sería mucho mayor.

Según la Clasificación Integrada de Seguridad Alimentaria en Fases (CIF) medición elaborada por distintas agencias de las Naciones Unidas y entidades gubernamentales de Guatemala, entre junio y agosto de este año casi 3 millones de guatemaltecos pasaron penas para alimentarse, al encontrarse en crisis o emergencia alimentaria, fases caracterizadas por la desnutrición aguda, imposibilidad de satisfacer las necesidades alimentarias mínimas y el agotamiento acelerados de los medios de vida para subsistir.

En agosto, por otro lado, la cifra de remesas que registra el Banco de Guatemala fue de US$2 mil millones

Migrantes baten récord en envíos de remesas por más de US$2 mil millones, según Banguat