Desde 2005, Aspetro ha recibido adjudicaciones por parte de entidades del Estado. Paulatinamente el monto de estas fue subiendo y pasaron de Q64 millones en el gobierno de Óscar Berger (2004-2008) a Q534 millones en la administración de Jimmy Morales (2016-2020).
Pero fue en la administración de Giammattei que se multiplicaron los contratos que recibió, según los registros de Guatecompras. En esos cuatro años sumó adjudicaciones por más de Q2 mil millones; es decir, un incremento de más de 3,000% entre 2005 y 2023.
La empresa es vinculada con Miguel Martínez. En julio de 2022, los socios de la firma, Ramiro Mauricio López Camey y Mauricio López Oliva —padre e hijo—, fueron incluidos en la lista Engel del Departamento de Estado de Estados Unidos, señalados de ser actores corruptos o antidemocráticos.
Según el Departamento de Estado de Estados Unidos, los sancionados incurrieron en «actos de corrupción al pagar sobornos para recibir contratos de construcción del Gobierno».
Posteriormente, La Hora pudo establecer que la sanción obedeció, en parte, a la relación que estos tenían con Martínez, quien meses después también fue sancionado por Estados Unidos.
Aspetro fue la segunda constructora que más monto obtuvo en adjudicaciones en el gobierno pasado, solo detrás de Grupo Muratori a quien le fue adjudicada la construcción del Puente Belice II y sus aproximaciones, un proyecto de más de Q1 mil 700 millones.
El pasado 1 de diciembre el Departamento del Tesoro, por medio de la Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC, en inglés), le impuso sanciones financieras al exjefe del Centro de Gobierno, por aprovechar su posición para obtener beneficios personales en el negocio de las vacunas Sputnik V.
Según la OFAC, Martínez solicitó grandes sobornos para facilitar la compra de los inmunológicos rusos por parte del Gobierno de Guatemala. La compra se concretó en abril de 2021 con la farmacéutica rusa Human Vaccine, el país pagó más de Q614 millones por ocho millones de vacunas, la mayoría de las cuales se venció.
TRAMO INCONCLUSO
El primer tramo de esa carretera —del kilómetro 171 de la ruta Interamericana hasta la aldea Xejuyub—, fue noticia hace unos días debido a que el CIV denunció que la empresa, Desarrollos Inmobiliarios Las Pilas, S. A., precisamente una de las que presentó ofertas en el proceso que ganó Aspetro, lo abandonó, a pesar de que ya se le había pagado Q47.3 millones.
El tramo que construiría la firma eran los restantes 12 kilómetros, desde el desvío en la ruta Interamericana, en el kilómetro 171, hasta la aldea Chiquisis. Pero los trabajos se quedaron a medias.
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Las autoridades anunciaron la terminación del contrato debido al «incumplimiento y la escasa ejecución del proyecto». Mientras tanto, los pobladores siguen padeciendo las consecuencias de no contar con una vía de comunicación ágil para transportar sus productos.
La firma ha hecho negocios con el Estado desde 2012, que le han representado poco más de Q139 millones, pero durante el gobierno de Alejandro Giammattei, obtuvo Q110.2 millones, el 80% del total.
