Los primeros meses de gobierno han sido complicados para las actuales autoridades del Ministerio de Comunicaciones Infraestructura y Vivienda (CIV) que no ha podido arrancar con los proyectos de infraestructura para el mantenimiento de rutas, cuando la época lluviosa está por comenzar.
En los primeros 100 días se han dedicado a revisar irregularidades y posibles ilícitos en los procesos de adjudicación.
Los más sonados han sido las denuncias por la adjudicación de Escuelas Bicentenario, a cargo de la Unidad de Construcción de Edificios del Estado, y la compra de escaleras eléctricas en el Aeropuerto La Aurora, proyecto que falló debido a que enviaron las gradas de diferentes medidas a las requeridas en la licitación.
“En cada gaveta que abrimos hallamos una rata muerta”, resumió la titular del CIV, Jazmín de la Vega, en una conferencia de prensa, el pasado 19 de marzo, al referirse al trabajo de los primeros días al frente del Ministerio y a los hallazgos de posibles irregularidades en la pasada administración.
El énfasis puesto en los primeros meses a los posibles actos de corrupción en los cuatro años previos se ve reflejado en la escasa ejecución presupuestaria que lleva el CIV hasta el 24 de abril.
Un reporte del Sistema de Contabilidad Integrada (SICOIN) detalla que Comunicaciones es el segundo ministerio con más baja ejecución, apenas el 10.13%, cuando se está por cerrar el primer cuatrimestre del año. El más bajo es el de Energía y Minas, que muestra un 9.43%.
Las unidades del CIV que muestran una ejecución abajo del promedio son, los fondos para la Vivienda, y Social de Solidaridad, así como la Unidad para el Desarrollo de la Vivienda Popular y la unidad ejecutora de Conservación Vial (COVIAL), esta última apenas llega al 1.98% de ejecución.
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POCAS ADJUDICACIONES
El lento ritmo de ejecución también se puede ver en las adjudicaciones de Guatecompras.
Hasta el 24 de abril habían adjudicado 40 concursos, 38 de los cuales son compras directas, debajo de Q90 mil, en esencia para el funcionamiento del Ministerio. Destacan dos adjudicaciones de la Dirección General de Caminos (DGC) que sumen Q263.3 millones, para el mejoramiento de distintos tramos carreteros en Huehuetenango y en Baja Verapaz.
La modalidad utilizada en estos dos concursos fue por medio de “convenios y tratados internacionales”. Las licitaciones internacionales se publicaron entre noviembre y diciembre pasados y recién se adjudicaron el 17 de abril.
La compañía adjudicada para los dos proyectos es Construcción de caminos y proyectos interestatales, S. A. de C. V., de capital mexicano. Ambas obras se financiarán con fondos del Banco Interamericano de Desarrollo (BID).
De enero a abril del año pasado, el gobierno de Alejandro Giammattei ya había adjudicado Q1 mil 800 millones en 308 concursos. En 2022, en el mismo lapso, iban Q1 mil 200 millones, mientras que en 2021 y 2020 las adjudicaciones rebasaban los Q280 millones.
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FLORES: EJECUCIÓN ÁGIL NO SERÍA NORMAL
Irene Flores, investigadora asociada del Centro de Investigaciones Económicas Nacionales (CIEN), expuso que cada vez que hay un nuevo gobierno es normal que la ejecución se retrase. Pero este, en particular, ha tenido que invertir mucho tiempo en revisar todas las actuaciones de la administración anterior y eso «no se hace de la noche a la mañana».
«Tenemos que entender que, por la información que han estado revelando, tienen que tener mucho cuidado con cualquier avance de cualquier proyecto», enfatizó la analista.
Por aparte, explicó que, por su naturaleza, la ejecución del CIV se refleja hasta que avancen los proyectos de infraestructura, contrario a otros, como el de Educación, que la mayor parte de su presupuesto se va en el pago de nóminas.
«Con ese contexto, una ejecución ágil no sería lo normal», remarca Flores. «Hay necesidad de obras viales, pero en una institución donde hubo tantos malos manejos hay que ir con cuidado, que cualquier gasto que se haga sea bien hecho, que responda a una planificación clara y estrategia operativa», añadió.
Remarcó que es necesario fortalecer las unidades ejecutoras, identificar los malos procesos, corregir y cambiar, pero «eso lleva tiempo».
«La población tiene que entender cuál es el estado en que se encuentra la capacidad institucional —del CIV—. Tenemos que pensar, como ciudadanos, si queremos que se siga gastando mal o que se invierta en el fortalecimiento y en el futuro haya una provisión de servicios de mejor calidad», indicó.
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POSICIÓN DIFÍCIL
No obstante, Flores considera que las actuales autoridades se encuentran en una posición difícil puesto, que «no se pueden pasar informando», de los procesos irregulares de la administración pasada, ya que la población exige resultados, y a la par de hacer los cambios para fortalecer al CIV tiene que ejecutar los recursos y hacerlo bien.
La analista considera que ningún gobierno entrante había revisado las actuaciones de sus antecesores como lo hace el actual, y en ese sentido cuestiona por qué nunca se informó a la población de manejos sospechosos de ser ilegales y no se hicieron los cambios para fortalecer al CIV y mejorar su rendimiento.
QUÉ DICE EL CIV
Las actuales autoridades coinciden en que el bajo nivel de ejecución presupuestaria obedece a la «revisión legal y financiera de los contratos», aproximadamente mil 400, y a la «supervisión física de las obras».
La Dirección de Comunicación Social del CIV, respondió a este medio que la ministra «ha recorrido casi todo el país para constatar el avance y calidad de los proyectos».
«El punto de partida era poner en orden a la cartera», enfatizó. «Se han detectado obras que llevan un avance financiero mayor al físico, en otras no existe avance físico. Todos los hallazgos, posibles anomalías e inconsistencias han sido de conocimiento de las instancias correspondientes», añadió.
La Dirección afirmó que cuentan con un «plan integral» cuya ejecución comenzará en los próximos días en todas las unidades ejecutoras. Al mismo tiempo, garantizó que este año se pagarán obras planificadas en administraciones anteriores solo si son de calidad, y que no se dejarán proyectos abandonados y se cumplirá con lo planificado en el presupuesto.
