Opositores y dirigentes oficialistas repudiaron ayer el ataque vandálico contra un monumento que recuerda a los fallecidos por el COVID-19, perpetrado por algunos militantes durante la conmemoración de la fundación del peronismo que gobierna en Argentina.
Julio Piumato, secretario de Derechos Humanos de la Confederación General del Trabajo (CGT) -la principal central sindical peronista- señaló que «no podemos dejar pasar el disparate que se produjo en el día de ayer, aunque haya sido minoritario, porque no forma parte del espíritu de lo que significa el 17 de octubre e indignó a todos los argentinos».
Piumato leyó un escrito en repudio de los hechos durante la segunda jornada de conmemoración del Día de la Lealtad que recuerda la fundación hace 76 años del Partido Justicialista por Juan Domingo Perón, tres veces presidente de Argentina.
«La CGT quiere expresar su profundo rechazo a los actos vandálicos ocurridos en la Plaza de Mayo respecto a las piedras que recuerdan a víctimas de la pandemia de COVID-19. Actos tales repudiables desde todo punto de vista que no tienen nada que ver con el pueblo peronista», afirmó el sindicalista.
Tres personas que participaron la víspera en lo que fue la primera jornada de conmemoración de la fundación del peronismo arrancaron las fotos que homenajeaban a las víctimas del COVID-19, instaladas por sus familiares en la base y las escalinatas del monumento ecuestre del general argentino Manuel Belgrano ubicado en la Plaza de Mayo, frente a la casa de gobierno.
Ante la pasividad de varias decenas que manifestantes que se encontraban en las cercanías, los militantes también arrancaron carteles con críticas al gobierno del presidente Alberto Fernández y a su gestión de la pandemia mientras pisoteaban las piedras depositadas, que recuerdan a cada víctima, según se pudo observar en imágenes que se viralizaron.
Más de 115.000 personas han fallecido en Argentina a causa del nuevo coronavirus desde que la pandemia estalló en marzo de 2020.
Al rato de lo ocurrido, las redes sociales se llenaron de expresiones de repudio provenientes mayoritariamente de dirigentes de la oposición y votantes de ese espacio. Líderes oficialistas también mostraron su malestar como el ministro del Interior, Eduardo de Pedro, quien dijo que quienes «arrancaron los carteles en la plaza están equivocados y no representan el espíritu de la convocatoria».
Cerca del monumento objeto de la agresión los familiares depositaron un cartel que rezaba: «Profanaron nuestro dolor, devuelvan las piedras».
Los manifestantes que se congregaron la víspera en la Plaza de Mayo respondían mayoritariamente al espacio representado por la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner, quien gobernó Argentina entre 2007 y 2015.