La cifra de muertes por coronavirus en California llegó ayer a un hito otrora inimaginable: 70 mil personas, mientras el estado emerge de la más reciente ola y registra la tasa más baja de casos nuevos entre todos los estados del país.
El año pasado a estas fechas, los casos en el estado empezaron a incrementarse, y para enero California lidiaba con el peor brote de la pandemia y era el epicentro del virus en la nación. Los decesos diarios rondaban los 700.
La ola más reciente inició en el verano y fue detonada por la variante delta que afectó principalmente a la población no vacunada. En su peor momento durante este ascenso, el promedio de muertes diarias en California se acercaba a los 100.
Datos recolectados por la Universidad Johns Hopkins mostraban al estado con 70,132 fallecimientos para el mediodía del lunes. Es la mayor cantidad estatal en la nación, superando a Texas por unos 3 mil y a Florida por 13 mil, si bien el índice de fatalidad per cápita de California de 177 por cada 100,000 personas se ubica en el antepenúltimo lugar de Estados Unidos.