Chile inició el miércoles la aplicación de una dosis de refuerzo contra el COVID-19 a los mayores de 55 años que completaron su esquema con el inmunizante chino Sinovac.
El presidente Sebastián Piñera, que presenció la vacunación de los primeros adultos mayores que recibieron la tercera dosis de AstraZeneca, señaló que «Chile fue uno de los primeros países del mundo y de Latinoamérica en iniciar un proceso de vacunación y ahora estamos en una etapa en donde tenemos que dar los últimos pasos».
Agregó que durante las próximas cuatro semanas se vacunará a unos dos millones de personas de 55 años y más y que en septiembre se inoculará a los menores de 55. A su vez aprovechó para convocar a 1,8 millones que aún no se han inmunizado.
«Cómo pueden ser tan porfiados de no comprender que no vacunarse no sólo pone en riesgo su vida sino que ponen en riesgo a todos los que están alrededor de ustedes», les dijo.
Manife Bascur, de 91 años, una de las primeras personas en recibir la tercera dosis, dijo a The Associated Press que ahora siente «más seguridad. Yo no he tenido problemas gracias a Dios. Con la primera y segunda dosis nunca tuve problemas y ahora espero que tampoco tenga problemas».
Durante la jornada también se inició la inoculación con una tercera dosis de refuerzo de los mayores de 16 años con problemas de inmunodepresión.
Uruguay, que junto a Chile son los países con mayores tasas de inmunizados en la región, también inoculará con una dosis de refuerzo a quienes hayan completado su esquema de dos vacunas, anunció el Ministerio de Salud uruguayo a fines de julio. También incluirá a los inmunodeprimidos.
La Organización Mundial de la Salud hizo un llamado mundial a comienzos de mes para que se atrase al menos hasta fines de septiembre la tercera dosis con el propósito de que más vacunas lleguen a las naciones más pobres.
La aplicación de la dosis de refuerzo en Chile se adoptó luego de que un estudio del Ministerio de Salud en julio mostró que la efectividad de Sinovac para prevenir los contagios sintomáticos disminuyó un 5% en relación con junio. Un 72% de los chilenos recibió el inmunizante chino.
El análisis también incluyó a la vacuna estadounidense Pfizer, la segunda más usada en el país sudamericano, que disminuyó su efectividad en un 3%. Por ahora la dosis de refuerzo sólo considera a los vacunados con Sinovac.
Tanto Sinovac como Pfizer mantienen alto niveles de efectividad para prevenir las hospitalizaciones, el ingreso a las Unidades de Cuidados Intensivos y la muerte, concluyó el estudio.
Chile, cuya meta es inmunizar a 15,2 de sus 19 millones de habitantes, ha vacunado con una dosis a un 88% de la población y a un 82% con las dos dosis.
El alto porcentajes de vacunados se refleja desde hace varias semanas en una disminución de los nuevos contagios diarios, con un promedio de 890 durante la última semana, muy lejos de los 9.171 del pasado 9 de abril. También han bajado las hospitalizaciones y las muertes.
El mejoramiento de la situación sanitaria llevó al gobierno a levantar las cuarentenas en las 346 comunas chilenas, exceptuada una, flexibilizar las restricciones y permitir la apertura de comercios con aforos limitados. El próximo fin de semana incluso volverá el público a varios estadios.
Además, unos 9.000 colegios y guarderías infantiles han reiniciado las clases presenciales. El ministro de Salud, Enrique Paris, dijo el miércoles que es probable que en octubre comience la vacunación de los niños de 3 a 11 años. Los de 12 a 17 ya están recibiendo Pfizer.
Sin embargo, existe preocupación por un eventual aumento de los infectados con la contagiosa variante Delta. Según cifras oficiales hay 71 casos comprobados en el gran Santiago, la mayoría en viajeros que regresaron del exterior, aunque ocho de los casos corresponden a transmisión comunitaria.
Hasta ahora Chile ha registrado 1,6 millones de contagiados y más de 36.100 fallecidos, según el Centro de Ciencia e Ingeniería en Sistemas de la Universidad Johns Hopkins.