Corea del Norte ha liberado el arroz de las reservas militares de emergencia para aliviar la escasez de alimentos, según dijo hoy la agencia surcoreana de espionaje. Una ola de calor y la sequía han mermado los suministros del país.
Los supuestos problemas de abastecimiento en Corea del Norte afectan a una moribunda economía que sigue acusando el golpe de la prolongada pandemia del COVID-19. Aunque no se han reportado hambrunas masivas ni caos social, los expertos esperan que la situación alimentaria en Corea del Norte siga empeorando hasta la cosecha de otoño.
En Seúl, el Servicio Nacional de Inteligencia dijo en una reunión a puerta cerrada de un comité parlamentario que Corea del Norte está distribuyendo arroz reservado para épocas de guerra a ciudadanos que tengan poca comida, trabajadores y agencias estatales rurales, según Ha Tae-keung, uno de los legisladores que asistieron a la sesión.
Una ola de calor que sigue activa y una sequía han diezmado cosechas como el arroz y el maíz y matado a ganado en Corea del Norte, según dijo Ha citando al servicio de inteligencia. La cúpula dirigente de Corea del Norte ve la lucha contra la sequía como «una cuestión de existencia nacional», dijo Ha.
Corea del Norte suele necesitar unos 5,5 millones de toneladas de comida para sus 26 millones de habitantes, pero ahora le faltan un millón de toneladas según dijo otro parlamentario, Kim Byung-kee, que citaba a la agencia de espionaje. La agencia dijo a los legisladores que Corea del Norte se está quedando sin reservas de grano, añadió.
El precio del arroz, la cosecha más importante en Corea del Norte, llegó a multiplicarse por dos a principios de año. El precio se estabilizó brevemente en julio antes de dispararse de nuevo, dijo Kim.
Corea del Norte intenta controlar el precio de los granos más importantes para su población.
Corea del Norte ha sufrido desabastecimiento de alimentos en el pasado antes de la pandemia, indicó Kwon Tae-jin, experto en el grupo de estudios surcoreano GS&J Institute, pero las necesidades se cubrían con el contrabando de arroz y otros granos a través de su porosa frontera con China. Sin embargo, los cierres de frontera declarados en Corea del Norte por la frontera complican mucho esa clase de contrabando, lo que empeora el desabastecimiento, señaló Kwon.
La inteligencia surcoreana tiene una historia irregular a la hora de confirmar acontecimientos en Corea del Norte, uno de los países más herméticos del mundo. Sin embargo, el líder de Corea del Norte, Kim Jong Un, admitió hace poco que su país afronta su «peor crisis de la historia» debido a la pandemia y otras dificultades, incluso una posible escasez grave de comida.