En esta imagen de archivo, Yaku Pérez, en Quito, Ecuador. Foto La Hora/AP/Dolores Ochoa.

POR GONZALO SOLANO
QUITO
Agencia AP

El excandidato presidencial Yaku Pérez, quien estuvo a punto de llegar al balotaje como postulante de los indígenas en Ecuador, se muestra preocupado por el futuro inmediato de su país, dice que no coincide con los gobiernos de Venezuela y Colombia y expresa dudas sobre la propuesta del postulante indígena Pedro Castillo en Perú.

A Ecuador le esperan tiempos «de incertidumbre» porque «la naturaleza del banquero es ganar, el lucro, así como la naturaleza del gato es cazar ratones, la del banquero es ganar y ganar, entonces es muy difícil confiar» en el presidente electo Guillermo Lasso, aseveró en una entrevista con The Associated Press.

Pérez fue postulado por Pachakutik, brazo político del movimiento indígena ecuatoriano, que desde inicios de la década de 1990 se ha convertido en un referente de la conquista de derechos y la defensa de los territorios ante poderosos intereses económicos, entre ellos la minería y la industria petrolera.

Con una propuesta a la que calificó de «tercera vía» -que no era de derecha ni de izquierda-, Pérez, de 52 años, alcanzó el 19.39% de los votos, la cifra más alta lograda por un candidato del partido de los indígenas y que lo hizo soñar con una eventual llegada al poder. En 2006 otro dirigente indígena, Luis Macas, había obtenido el 2.19% en las elecciones presidenciales.

«Si alguien tiene autoridad, tiene la reserva moral (en Ecuador), es el movimiento indígena, los trabajadores, los que no hemos estado en el poder. Siempre el movimiento indígena ha sido la vanguardia, ha sido protagonista en 529 años de resistencia al colonialismo, al extractivismo», dijo.

Pérez se considera un pacifista y un opositor a las actividades extractivas, por lo que ha sido perseguido judicialmente, encarcelado, e incluso, estuvo a punto de ser quemado por desconocidos que actuaban a favor de las mineras en su natal provincia de Azuay.

Tras los comicios volvió a su estudio jurídico en la ciudad de Cuenca, 310 kilómetros al sur de la capital, desde donde no acepta ni niega que en el futuro pueda postularse nuevamente a la presidencia.

Mientras tanto, se muestra preocupado por temas internacionales, entre ellos la elección presidencial en Perú.
Pérez expresó sus dudas acerca del candidato indígena Pedro Castillo. «Si va a implementar un modelo marxista, no reniego de Marx, fue un teórico, un filósofo, un economista de primera, pero a su tiempo». Pero también advirtió que la corrupción alrededor de la otra postulante, Keiko Fujimori, «llega a extremos». «Me da mucha tristeza Perú», añadió.

Consultado por las violentas protestas en Colombia, Pérez afirmó que los colombianos «perdieron el miedo y salieron a las calles, pero la fuerza del Estado fue de tal magnitud que me embarga… una suprema pena que sigan muriendo, que siga el desangre».

Pérez convocó al presidente colombiano Iván Duque a dialogar pero remarcó que «no es suficiente sentarse al diálogo e imponer sus propuestas, hay que ser un buen mediador».

El excandidato no tiene dudas acerca de que en Bolivia el presidente Luis Arce, también representante de movimientos populares e indígenas, «lastimosamente va continuar con el extractivismo, la explotación de litio en lugares de comunidades, en lugares como el salar de Uyuni. La minería ha hecho pedazos a Bolivia».

Sobre la situación en Venezuela, opinó que es un país «olvidado por la providencia. Tantos hermanos venezolanos salieron en una diáspora por Colombia, por Ecuador, por Perú, repartidos por todas las fronteras» producto de la gestión de Nicolás Maduro, que «reelegido indefinidamente dejó de ser demócrata y se convirtió en una dictadura».

Aunque muchos líderes indígenas en Ecuador y todo el continente evidencian una radical oposición a Estados Unidos, Pérez reflexionó que «la presencia de Joe Biden es una buena señal. Es un demócrata con sentido común y hasta aquí lo que está haciendo es digno de reconocer».

Sin embargo, manifestó que «imperio es imperio, va a sacar cualquier rato su naturaleza de imperio. Ojalá no caiga en ser demasiado fuerte, a lo mejor, con invasiones sin respetar la libre determinación de los pueblos».

Acerca de la pandemia de COVID-19 destacó que es una alerta: «Si seguimos contaminando el ambiente, deforestando los bosques», sino la humanidad no aprende la lección que es combatir el calentamiento global, dijo, «si no queremos morir tostados en las próximas décadas, si no queremos asistir a guerras fratricidas por el agua, sino queremos una crisis sin precedentes», hay que hacer un cambio.

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