Policías israelíes se enfrentan con manifestantes palestinos cerca de la Puerta de Damasco el domingo 9 de mayo de 2021, a las afueras de la Ciudad Vieja de Jerusalén. Foto: La Hora/AP.

JERUSALÉN / AP

La policía de Israel chocó el domingo con manifestantes palestinos en otra noche de enfrentamientos en Jerusalén Oriental, un día antes de que nacionalistas israelíes lleven a cabo un desfile por la Ciudad Vieja en un despliegue anual para consolidar los reclamos israelíes sobre la disputada zona.

Los enfrentamientos nocturnos incrementaron la posibilidad de que haya nuevos choques el lunes durante las festividades por el Día de Jerusalén. La policía de Israel autorizó el desfile el domingo, a pesar de varios días de descontento y crecientes tensiones entre israelíes y palestinos en la disputada zona sagrada y en un vecindario árabe cercano en el que colonos israelíes intentan desalojar de sus viviendas a los residentes palestinos.

En una reunión especial de gabinete previa al Día de Jerusalén, el primer ministro Benjamin Netanyahu dijo que Israel “no permitirá que ningún extremista desestabilice la calma en Jerusalén. Haremos respetar la ley y el orden de forma decisiva y responsable”.

Seguiremos manteniendo la libertad de culto para todos los credos, pero no permitiremos disturbios violentos”, destacó. Al mismo tiempo, señaló: “Rechazamos enfáticamente las presiones para no realizar obras en Jerusalén”.

Estados Unidos expresó nuevamente sus “graves preocupaciones” en torno a la situación en Jerusalén, incluyendo los enfrentamientos entre la policía de Israel y fieles palestinos en la Ciudad Vieja, así como la expulsión prevista de familias palestinas.

Washington expresó sus preocupaciones durante una conversación telefónica entre el asesor de Seguridad Nacional Jake Sullivan y su contraparte israelí. Sullivan instó a Israel a “buscar medidas apropiadas para garantizar la calma durante las conmemoraciones por el Día de Jerusalén”, según un comunicado de Emily Horne, portavoz del Consejo de Seguridad Nacional.

El Día de Jerusalén se instauró para celebrar la captura por parte de Israel de Jerusalén Oriental, donde se ubica la Ciudad Vieja y sus importantes sitios sagrados, durante la Guerra de los Seis Días en 1967. El evento anual es percibido ampliamente como provocativo, ya que nacionalistas israelíes de línea dura resguardados por la policía marchan por la Puerta de Damasco a la Ciudad Vieja y atraviesan el distrito musulmán en su camino al Muro de las Lamentaciones, el sitio de oración más sagrado para los judíos.

La marcha de este año coincide con el mes sagrado musulmán del ramadán, un momento de mayores tensiones religiosas, y se da luego de varias semanas de enfrentamientos. Eso, aunado a las molestias de palestinos sobre los desalojos planeados en el vecindario Jeque Jarrah, podrían preparar el terreno para un día particularmente volátil.

Amos Guilad, ex alto funcionario de Defensa, dijo a la estación de radio del Ejército que el desfile debería cancelarse o al menos mantenerse alejado de la Puerta de Damasco, argumentando que “el barril de pólvora está ardiendo y puede explotar en cualquier momento”. La cadena pública israelí Kan dijo que aún no se ha decidido la ruta definitiva del desfile.

Decenas de palestinos han resultado heridos en días recientes durante enfrentamientos cerca del complejo de mezquitas de Al-Aqsa, en la Ciudad Vieja. El lugar, conocido entre los judíos como el Monte del Templo, y entre los musulmanes como el Noble Santuario, es considerado el sitio más sagrado para el judaísmo y el tercer sitio más importante para el islam. El lugar ha sido un polvorín de violencia en años anteriores.

El invasor juega con fuego y meterse con Jerusalén es muy peligroso”, dijo Salé Aruri, alto oficial de Hamas, en declaraciones a la televisora Al-Aqsa del grupo extremista.

Israel capturó Jerusalén Oriental, junto con Cisjordania y la Franja de Gaza, en la guerra de 1967. Los palestinos quieren las tres regiones para la creación de un futuro Estado en el que Jerusalén Oriental sea su capital.

La violencia, junto con los desalojos planeados en Jerusalén Oriental, han sido condenados por los aliados árabes de Israel. Estados Unidos, Europa y las Naciones Unidas han expresado su preocupación al respecto.

Durante los enfrentamientos el domingo en la noche, manifestantes palestinos arrojaron piedras y botellas a policías israelíes, que respondieron con granadas aturdidoras y cañones de agua para dispersar a la gente. Médicos palestinos señalaron que al menos 14 inconformes resultaron heridos.

Los enfrentamientos fueron de menor intensidad a los de las últimas dos noches. La policía informó que más de 20 agentes han resultado heridos en los últimos días.

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