POR PAN PYLAS
LONDRES
Agencia AP
El conteo en las elecciones parlamentarias de Escocia se reanudó hoy, con el gobernante Partido Nacional Escocés (SNP) muy cerca de conseguir una mayoría que le permitiría impulsar otro referéndum independentista.
Con 49 distritos contados, el SNP había ganado 40 escaños y claramente estaba en camino hacia su cuarto mandato en el poder. Sin embargo, dado el sistema electoral del país, que confiere además algunos escaños por representación proporcional, pudiera no conseguir los 65 escaños necesarios para conseguir la mayoría.
También proseguía el conteo de boletas en los comicios parlamentarios en Gales, aparte de una serie de elecciones locales en Gran Bretaña, pero es la elección escocesa la que pudiera tener un mayor impacto en Reino Unido, porque pudiera llevar pronto a otra consulta sobre su futuro en la unión.
Si el SNP gana la mayoría clara, la primera ministra Nicola Sturgeon argumentaría que tiene un mandato para convocar a otro referéndum. Si no lo consigue, el primer ministro británico Boris Johnson, que tiene la autoridad máxima para permitir la consulta, pudiera decir que no. El sábado, Johnson escribió en un artículo en el periódico Daily Telegraph que otro referéndum sería «irresponsable e insensato» en el «contexto actual», cuando Gran Bretaña emerge de la crisis del coronavirus.
El viernes, tras ganar su escaño en Glasgow, Sturgeon dijo que su prioridad inmediata sería lidiar con la pandemia y «después, cuando el tiempo sea apropiado, ofrecer a este país la opción de un futuro mejor».
Escocia ha sido parte de Reino Unido desde 1707 y el asunto de la independencia pareció decidido cuando los votantes escoceses votaron 55%-45% para rechazar la secesión en un referéndum en 2014, pero la decisión británica en 2016 de dejar a Unión Europea contradijo los deseos de la mayoría de los escoceses: 62% votaron en favor de quedarse en el bloque, mientras que la mayoría los votantes en Inglaterra y Gales votaron por irse. Eso les dio un impulso a los nacionalistas escoceses.
Hasta ahora, los comicios en Inglaterra han sido mayormente positivos para los conservadores de Johnson, especialmente su victoria en la ciudad de Hartlepool por un escaño parlamentario en poder laborista desde 1974. Eso extendió el control del partido en partes de Inglaterra que habían sido bastiones laboristas durante décadas. Muchos de esos escaños que pasaron del laborismo a los conservadores votaron en 2016 por el Brexit.