POR NICOLE WINFIELD
ROMA
Agencia AP
Una ecléctica mezcla de participantes asistía a partir de hoy a una conferencia de tres días en el Vaticano sobre el COVID-19, otras amenazas globales para la salud y cómo la ciencia, la solidaridad y la espiritualidad pueden combatirlas.
Además del Papa Francisco, al acto asistirán el doctor Anthony Fauci, la soprano Renee Fleming, los directores generales de Pfizer y Moderna y el guitarrista líder de Aerosmith.
La conferencia, que comienza hoy y termina el sábado con una audiencia virtual con el Papa, se había planificado mucho antes de que estallara la pandemia el año pasado. Los organizadores señalaron que la cita sólo ha ganado relevancia, dada la creciente concienciación sobre la necesidad de acceso universal a la sanidad, nuevos avances en tecnología de vacunas y una mayor comprensión del coste mental de la soledad.
Fauci, que lidera la respuesta de Estados Unidos a la pandemia, dijo en declaraciones preparadas a la conferencia virtual que la pandemia le ha confirmado que la fe y la ciencia evolucionan constantemente, y que en particular los científicos deben admitir con humildad que no tienen todas las respuestas todo el tiempo.
Una respuesta que sí dijo tener es que la clave para superar los reparos actuales antes las vacunas es acompañar el mensaje médico correcto con el mensajero adecuado.
«Tienes a alguien que es una persona profundamente religiosa que escuchará a sus clérigos. Eso es diferente a que yo entre en un sitio vestido de traje a decirle a la gente que haga algo», señaló.
Se refería a la resistencia de inspiración religiosa a recibir vacunas contra el COVID-19 en cuyo desarrollo se emplearon de forma indirecta líneas celulares derivadas de fotos abortados. El Vaticano ha declarado que todas las vacunas del COVID-19 son no sólo moralmente lícitas, sino que la gente tiene la responsabilidad moral de vacunarse para proteger a otros.
Fauci inauguró la conferencia multidisciplinar, que en principio iba a celebrarse en el Vaticano en mayo de 2020 pero se pospuso un año, y finalmente se hizo en formato virtual debido a la pandemia.
Sin embargo, convertir el evento presencial en una serie de eventos a través de internet permitió incorporar aún más variedad de participantes.
Un neurocientífico de Harvard dirigía una conversación sobre salud cerebral y estrellas del rock con el guitarrista de Aerosmith Joe Perry. La soprano Fleming participaba en una mesa redonda sobre el papel de la música en el tratamiento de los pacientes con problemas cardiovasculares. La supermodelo Cindy Crawford tenía previsto hablar sobre «la belleza desde el interior», mientras que Chelsea Clinton había formado equipo con un responsable de salud pública italiano para defender un acceso igualitario a la atención sanitaria.
El director general de Moderna, Stephane Bancel, hablaría sobre la tecnología de ARN mensajero que utiliza la vacuna contra el coronavirus de su firma, mientras que su homólogo de Pfizer, Albert Bourla, dirigía una conversación sobre la preparación global de cara a crisis de salud futuras.
La conferencia, a la que acudían destacados periodistas estadounidenses como moderadores y académicos de distintos campos, también tenía un componente religioso. Rabinos, cardenales, imanes y representantes de varias denominaciones cristianas abordarían el papel de la religión y la espiritualidad en la salud.
Es la quinta colaboración del Ministerio vaticano de Cultura con la Cura Foundation para organizar una conferencia que intenta acompañar los avances en ciencia y tecnología con ideas sobre cómo hacerlos tangibles de forma más efectiva, eficaz y a menor coste.
«La gente está muy centrada en la pandemia. Ha cambiado nuestras vidas de muchas, muchas formas. Pero también hay otros ámbitos de nuestra salud que se ven afectados», dijo Robin Smith, fundadora y presidenta de la Cura Foundation.
El objetivo de la conferencia, señaló, es dejar a un lado las diferencias políticas, religiosas e ideológicas y centrarse en mejorar la atención sanitaria en todo el mundo.
«De verdad queremos dejar todo eso en la puerta y decir, ‘¿Cómo puedes marcar la diferencia? ¿Cómo podemos ayudar?'», afirmó.