Un grupo de personas observa el horizonte de Los Ángeles, California. Foto La Hora/AP/Damian Dovarganes.

Por MIKE SCHNEIDER y NICHOLAS RICCARDI
WASHINGTON
Agencia AP

La población en Estados Unidos creció a su ritmo más lento desde la Gran Depresión, los estadounidenses continuaron mudándose hacia el sur y el oeste del país, y Nueva York y California, que alguna vez fueron los motores del crecimiento demográfico, perdieron influencia política, de acuerdo con datos publicados ayer por la Oficina del Censo.

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En total, la población de Estados Unidos se ubicó en 331.449.281 habitantes en 2020, un incremento de 7,4% en 10 años, el segundo crecimiento más lento en la historia del país. Los expertos aseguran que ello refleja una combinación de factores que incluyen a una población de mayor edad, una reducción de la migración y las cicatrices de la recesión de hace más de una década, que obligó a muchos adultos jóvenes a postergar sus matrimonios o la formación de familias.

La nueva distribución de escaños en el Congreso vino en el primer lote de datos del conteo de 2020. Las cifras reflejan patrones familiares de migración: Texas y Florida, dos importantes estados republicanos, sumaron población suficiente para añadir escaños en el Congreso, mientras que en climas más fríos como Nueva York y Ohio hubo una reducción de habitantes y, por lo tanto, de fuerza política.

El reporte también confirma una situación histórica: Por primera vez en 170 años como estado, California perderá un escaño en el Congreso como resultado de una reducción en la migración hacia la entidad más poblada del país, misma que alguna vez fue símbolo de la expansión fronteriza de la nación.

Las cifras de población estatal determinan la distribución de 1,5 billones de dólares del presupuesto federal al año. También marcan el inicio oficial de las disputas por la demarcación de distritos. Los números dados a conocer el lunes, junto con datos más detallados que se esperan para los próximos meses, serán utilizados por las legislaturas estatales o por comisiones independientes para rediseñar los mapas políticos a fin de que reflejen los cambios poblacionales.

El camino hasta este punto ha sido complicado. El censo 2020 se enfrentó a una pandemia de coronavirus, incendios forestales, huracanes, acusaciones de interferencia política por el intento fallido del gobierno del presidente Donald Trump de añadir una pregunta sobre ciudadanía, cambios en fechas límite y demandas.

Texas fue el gran ganador, ya que sumó dos escaños en el Congreso, mientras que Florida y Carolina del Norte añadieron uno cada uno. Colorado, Montana y Oregon aumentaron de residentes y sumaron una banca cada. Entre las entidades que perdieron escaños están Illinois, Pensilvania y Virginia Occidental.

Las nuevas cifras incluyen algunas sorpresas. A pesar de que Texas y Florida registraron un crecimiento, el conteo final del censo indica que cada uno de ellos sumó un escaño menos de lo previsto. Arizona, otra entidad de rápido crecimiento y que los especialistas demográficos consideraban como una apuesta segura para aumentar su representación legislativa, no sumó escaños. Los tres estados cuentan con grandes poblaciones latinas que representan casi la mitad de su crecimiento, y este podría ser un primer indicio de que los hispanos rehuyeron al conteo realizado por el gobierno de Trump.

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