POR LAURAN NEERGAARD y MIKE STOBBE
Agencia AP
Las autoridades de Salud de Estados Unidos levantaron ayer una pausa de 11 días en la aplicación de la vacuna de Johnson & Johnson contra COVID-19, después que asesores científicos concluyeron que sus beneficios pesan más que el riesgo poco común de desarrollar trombos.
Las autoridades descubrieron que 15 personas que recibieron la vacuna desarrollaron un tipo inusual de coágulo, entre los casi 8 millones de individuos que recibieron dicha inyección. Todas eran mujeres, la mayoría menores de 50 años. Tres murieron y siete continúan hospitalizadas.
Pero el viernes, los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés) y la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) decidieron que la vacuna de J&J, que es de una sola dosis, es importante para combatir la pandemia, y que el pequeño riesgo de coágulos podría manejarse informando sobre éste a las mujeres más jóvenes para que decidan si prefieren otra vacuna.
«Más que cualquier otra cosa, la salud y la seguridad están en el primer plano de nuestras decisiones», dijo en un comunicado la directora de los CDC, la doctora Rochelle Walensky. «Nuestros sistemas de inocuidad sobre las vacunas están funcionando. Identificamos eventos excepcionalmente raros, entre millones de dosis de la inyección de J&J, y continuaremos monitoreándolos».
«Este es un grupo de edad que está en mayor riesgo (de desarrollar trombos) que está recibiendo la vacuna principalmente para salvar la vida y la morbilidad de otras personas, no la suya propia. Y creo que tenemos la responsabilidad de asegurarnos de que sepan esto», dijo la doctora Sarah Long, de la Facultad de Medicina de la Universidad de Drexel, quien votó en contra de la propuesta porque consideró que no era suficiente para advertir a las mujeres.
A principios de esta semana, los reguladores europeos emitieron una recomendación similar tras considerar que el riesgo de trombos era lo bastante bajo para permitir el uso de la inyección de J&J.
El problema es un tipo extraño de trombo que se forma en lugares inusuales, como las venas que conducen la sangre fuera del cerebro, y en pacientes con niveles anormalmente bajos de plaquetas. Los CDC y la FDA detectaron inicialmente a seis personas que desarrollaron tales coágulos de una a tres semanas después de vacunarse. El viernes, los funcionarios de salud informaron de nueve casos más en la última semana.
Los casos, aunque son pocos, generaron alarma porque los reguladores europeos ya habían descubierto coágulos similares entre los receptores de la vacuna de AstraZeneca, la cual está hecha con la misma tecnología que la de J&J, aunque no son idénticas.