Un manifestante alza una bandera estadounidense en un acto de protesta contra las medidas del gobierno alemán para combatir la pandemia de coronavirus, en Berlín, Alemania. Foto La Hora/AP/Markus Schreiber.

ALEMANIA

Agencia AP

Los legisladores alemanes votaban hoy sobre una propuesta de la canciller Angela Merkel de imponer restricciones fuertes en las zonas donde se acelera la transmisión del coronavirus, mientras miles de manifestantes realizaban una protesta en una calle cercana.

La llamada ley de «freno de emergencia» en zonas de altas tasas de infección tiene por objeto acabar con el conjunto caótico de medidas que ha caracterizado la respuesta a la pandemia en los 16 estados altamente descentralizados de Alemania.

La propuesta incluye el toque de queda de las diez de la noche a las cinco de la mañana, límites a los contactos personales, cierres de locales de diversión y deportes y cierres o reducción del aforo de muchas tiendas.

Las medidas regirían en zonas donde hay más de cien casos semanales nuevos por cada 100 mil habitantes. Si la tasa supera los 165, se pasará a la enseñanza a distancia.

La tasa nacional alemana era de 160 casos semanales nuevos por cada 100.000 habitantes el miércoles, con amplias variaciones regionales.

Después de la votación en la cámara baja hoy, la cámara alta -donde están representados los gobiernos de los estados- iniciará deliberaciones el jueves. Si ambas cámaras la aprueban, la norma regirá hasta fines de junio.

«Aunque es tan arduo, aunque estamos hartos, la reducción de los contactos ayuda», dijo el ministro de Salud, Jens Spahn, ante el Parlamento.

«Otra vez vemos 5 mil enfermos de COVID-19 en cuidados intensivos, la cifra aumenta y la edad de los pacientes disminuye», dijo Spahn. «Queremos evitar una sobrecarga de nuestro sistema de salud, una sobrecarga que muchos de nuestros países vecinos han experimentado penosamente».

En la vecindad del Reichstag se congregaron unas 8 mil personas, según la policía, unas pocas con mascarillas. La policía dijo que dispersaría el acto si la gente no obedecía las restricciones como pedían los organizadores del acto.

«Hay gente en las calles de esta ciudad que dicen que no es grave y que no pasa nada», dijo el vicecanciller Olaf Scholz en el Parlamento. «Pero sí pasa algo: 80 mil personas han muerto en este país, eso es algo que no se puede borrar con palabras ni pasar por alto».

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