Los participantes de la cumbre de líderes latinoamericanos en Canillo, Andorra. Foto La Hora/Javier Borrego/Europa Press vía AP.

MADRID
Agencia AP

Con una agenda enfocada a impulsar la vacunación contra el COVID-19 y la recuperación económica de América Latina y la Península Ibérica, representantes de 22 países se reunían hoy en Andorra por primera vez desde el inicio de la pandemia.

La cita bianual comenzó con un minuto de silencio por las víctimas del coronavirus en todo el mundo.

Aunque la mayoría de los líderes se conectan de forma telemática, las asistencias y ausencias han acaparado la atención. Los presidentes de Nicaragua, Daniel Ortega, y de Venezuela, Nicolás Maduro, se sumaron a última hora a otros tres mandatarios que habían excusado su participación en la cumbre bianual: el brasileño Jair Bolsonaro, el mexicano Andrés Manuel López Obrador y el paraguayo Mario Abdo Benítez.

El gobierno de Venezuela comunicó a última hora que será la vicepresidenta Decy Rodríguez quien representará al país en sustitución de su presidente, señalaron los organizadores.

La presencia de Maduro y la ausencia del opositor Juan Guaidó, al que muchos de los países participantes reconocen como presidente encargado de llevar a Venezuela a unas nuevas elecciones, había creado fricciones.

Pero los organizadores zanjaron la cuestión señalando que la invitación se cursa a países de acuerdo al procedimiento de Naciones Unidas y que, por lo tanto, el representante oficial de Venezuela era Maduro.

Sí se estrenará en el foro Miguel Díaz-Canel, el presidente cubano recién elevado al cargo de primer secretario del todopoderoso Partido Comunista de Cuba.

Debido al reciente aumento de contagios, a la pequeña nación montañosa enclavada entre España y Francia sólo han acudido el monarca español Felipe VI y su presidente, Pedro Sánchez; el presidente y primer ministro portugueses Marcelo Rebelo de Sousa y António Costa, así como los mandatarios de Guatemala, Alejandro Giammattei -cuyo país acogió la última cumbre en 2018- y de República Dominicana, Luis Abinader, que tomará el relevo para la siguiente prevista para fines de 2022.

Giammattei fue muy crítico la víspera de la cumbre con los mecanismos globales de solidaridad que, hasta la fecha, han llevado un insuficiente número de vacunas a países de renta media y baja.

Con tan sólo el 7% de las dosis distribuidas globalmente y menos de un 9% de la población con al menos un pinchazo, América Latina necesita acelerar la inmunización puesto que sigue sufriendo la pandemia de forma desproporcionada.

Se espera que España anuncie una donación para la región en coordinación con la Unión Europea, aunque el jefe de su Ejecutivo dijo que las vacunas sólo llegarían «en cuanto sea posible». Bolivia y otros países quieren que la declaración final de la cumbre incluya un llamamiento a la suspensión temporal de patentes de vacunas y fármacos contra el COVID-19.

La cumbre también busca agilizar el desembolso de fondos comprometidos y ampliar la financiación internacional más allá de los préstamos condicionados que en el pasado han sido un yugo para muchos países.

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