POR KRISTIN DEANE y DÁNICA COTO
KINGSTOWN, San Vicente
Agencia AP
Las autoridades en San Vicente están preocupadas por un brote de COVID-19, dada la falta de agua y la huida de miles de evacuados a refugios atestados y casas particulares, tras la erupción de un volcán local.
Se han reportado alrededor de una docena de casos en los últimos días, con al menos cinco evacuados dando positivo, exponiendo al menos a 20 personas al virus, dijo la doctora Simone Keizer-Beache, directora médica en la isla caribeña.
Keizer-Beache expresó que los funcionarios se están preparando para realizar pruebas masivas como parte del rastreo de contactos, una tarea complicada dado que entre 16,000 y 20,000 personas fueron evacuadas antes de que comenzaran las erupciones de La Soufrière el viernes. También instó a las personas a seguir usando máscaras y les pidió que cooperaran pues algunos no quieren hacerse la prueba de COVID-19, que es voluntaria.
«Trabajemos juntos para prevenir una segunda catástrofe», dijo en una conferencia de prensa transmitida por NBC Radio.
Complicando los esfuerzos para combatir el COVID-19, está la falta de agua en algunas comunidades debido a la fuerte caída de ceniza. Las personas tienen que caminar o conducir hacia donde hay grifos cargando baldes y jarras, haciendo largas filas.
En una de esas filas se encontraba Suzanne Thomas, una vendedora de 46 años de South Union, una comunidad en el este de San Vicente sin agua desde el sábado. Ella recibió a nueve evacuados en su casa y ahora duermen sobre alfombras y mantas.
«Es muy duro. Tenemos que usar una jarra de agua para ducharnos, cepillarnos los dientes y tirar la cadena del inodoro», dijo riendo y agregó: «Ahorrando agua».
Otros, como Kevin Sam, de 17 años, no han tenido agua desde el sábado: «Me alegro de que estos tubos verticales estén disponibles, porque no sé qué hubiéramos hecho. No es fácil bañarse con medio cubo».
Mientras tanto, los suministros son inexistentes o se están agotando en algunos refugios gubernamentales.
El volcán tuvo una erupción menor en diciembre. Una en 1902 mató a unas 1,600 personas.