LANSING, Michigan, EE.UU./AP
Michigan debería implementar cierres para ayudar a combatir el peor brote de coronavirus en el país, recomendó el lunes la directora de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC por sus iniciales en inglés), días después de que la gobernadora Gretchen Whitmer instó a la población a restringirse voluntariamente de realizar ciertas actividades.
La doctora Rochelle Walensky hizo su declaración después de ser cuestionada sobre el llamado de algunos expertos en salud pública a enviar dosis adicionales de la vacuna contra COVID-19 a la entidad, algo que la gobernadora ha pedido en repetidas ocasiones. El gobierno del presidente Joe Biden mantiene una postura de destinar vacunas en proporción a la población de cada estado.
“Cuando se tiene una situación grave, un número extraordinario de casos como en Michigan, la respuesta no necesariamente es darles vacunas”, dijo Walensky, explicando que se requieren de dos a seis semanas para empezar a ver los efectos de la vacunación. “La respuesta a eso realmente es cerrar, volver a lo básico, volver a donde estábamos la primavera pasada, el verano pasado y cerrar lugares, aplanar la curva, disminuir el contacto entre personas, realizar pruebas de diagnóstico, rastrear contactos”.
El lunes, los hospitales de Michigan reportaron que estaban atendiendo a 3.900 adultos con casos confirmados de COVID-19, cifra que rebasó el pico previo del 1 de diciembre y se acercó al récord estatal de 4.000 infecciones en abril del año pasado. El promedio de siete días de nuevas infecciones diarias alcanzó el sábado 7.359, mientras que dos semanas atrás era de 4.661, según datos de la Universidad Johns Hopkins.
Horas antes el lunes, Whitmer reiteró que la tercera oleada de casos en Michigan es distinta debido a la presencia de la vacuna y que, a diferencia de hace un año, se sabe que el uso de mascarillas es efectivo y el estado cuenta con capacidad adecuada para realizar pruebas diagnósticas y equipo de protección personal suficiente. La funcionaria exhortó a suspender por dos semanas las clases presenciales, las actividades deportivas juveniles y el servicio de restaurantes en interiores, pero no lo ordenó.
Hasta la semana pasada, alrededor del 40% de los residentes del estado mayores de 16 años habían recibido al menos una dosis de la vacuna.