La pandemia de COVID-19 elevó el saldo total de muertes en Estados Unidos el año pasado más allá de 3,3 millones, el mayor total anual en la historia del país, dijo el miércoles el gobierno.
El coronavirus causó aproximadamente 375.000 decesos y fue la tercera causa de muerte en el 2020, después de cáncer y padecimientos cardíacos. Las muertes por COVID-19 en Estados Unidos superan ahora 550.000 desde el arranque de la pandemia.
El COVID-19 desplazó al suicidio como una de las 10 principales causas de muerte, de acuerdo con un reporte de los Centros de Control y Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC, por sus siglas en inglés).
“Los datos deberían ser un catalizador para que cada uno de nosotros continúe haciendo lo necesario para reducir los casos y la diseminación del COVID-19 y para que la gente se vacune lo más pronto posible”, dijo la directora de los CDC, doctora Rochelle Walensky.
El saldo de muertes en Estados Unidos aumenta casi todos los años, pero el año pasado la tasa se disparó casi 16% comparada con el año previo. Es el mayor incremento anual desde 1918, cuando las muertes de soldados estadounidenses en la Primera Guerra Mundial y la pandemia de influenza elevaron las muertes 46% respecto de 1917.
Las tasas generales de muertes el año pasado fueron más elevadas para las personas negras, indígenas estadounidenses y nativos de Alaska. Las tasas de muerte por COVID-19 fueron más elevadas para los hispanos.
“Tristemente, basados en el estatus actual de la pandemia, esos impactos han seguido en 2021, cuando seguimos viendo que las comunidades de color representan una porción desproporcional de esas muertes”, dijo Walensky.
Datos preliminares en diciembre indicaron que el 2020 sería un año especialmente letal y el nuevo reporte de los CDC mostró que fue aún peor que lo esperado. Los nuevos números siguen siendo preliminares y se basan en análisis de certificados de muerte.
Usualmente, analizar los certificados de muertes toma unos 11 meses. Pero los CDC aceleraron el proceso, destaca el reporte, para responder a “la urgente necesidad de datos actualizados y de calidad durante la pandemia global del COVID-19”.