PARÍS
Agencia AP
El número de pacientes en terapia intensiva en Francia superó ayer el que registró durante el peor momento de la última ola de coronavirus a finales del año pasado, otro indicador de cómo un nuevo incremento en los contagios está abrumando a los hospitales franceses.
El conteo oficial de pacientes con COVID-19 en unidades de cuidados intensivos y unidades de vigilancia en hospitales ascendió a 4.974 ayer. Eso supera la marca previa de 4.919 casos en terapia intensiva del 16 de noviembre, cuando Francia experimento otro repunte del coronavirus y entró en confinamiento para contrarrestarlo.
Las admisiones a las unidades de terapia intensiva están incrementándose a tasas diarias de dos dígitos. Los médicos advierten que podrían tener que empezar a rechazar pacientes, especialmente en la región de París.
«Estamos en una situación de crisis», dijo el doctor Jacques Ballout, del hospital Pierre Beregevoy en la localidad de Nevers, en la Borgoña. El pabellón de terapia intensiva con 12 camas de su hospital está totalmente lleno de pacientes de COVID y otros que padecen otras dolencias.
«Ya veremos si podemos mantener el rumbo. Todo depende de las infecciones», le dijo a The Associated Press el fin de semana. Las restricciones por el coronavirus en su región fueron endurecidas la semana pasada luego de que el gobierno la puso en la lista de zonas de mayor riesgo en el país.
Cuando la pandemia golpeó a Francia por primera vez en abril de 2020, llegó a tener más de 7 mil pacientes en terapia intensiva.
Pero durante esa primera ola de contagios, los hospitales dejaron de atender a muchos pacientes que no tenían COVID-19 con el fin de evitar verse totalmente abrumados.
En esta ocasión, al igual que en noviembre pasado, los hospitales no están rechazando completamente a los enfermos que no tienen el virus. Aunque de nuevo se están postergando algunas cirugías que no son urgentes, los hospitales aún están atendiendo las urgencias por COVID y las que no están relacionadas con el coronavirus, lo que está incrementando la presión sobre las unidades de terapia intensiva.
La variante identificada por primera vez en Gran Bretaña, la cual es más contagiosa y agresiva, es la que ahora predomina en Francia, por lo que, «estamos viendo pacientes cada vez más jóvenes, en sus 40s y 50s, pero también más jóvenes… y una diferencia en la virulencia», señaló Ballout. Eso incluye a gente sin problemas de salud subyacentes, agregó, que no se consideraban vulnerables ni con probabilidad de ser hospitalizados.