TEGUCIGALPA
Agencia AP
El presidente hondureño Juan Orlando Hernández descalificó ayer lo acontecido en el juicio contra el narcotraficante Geovanny Fuentes Ramírez en el que se le acusó de estar ligado al tráfico de drogas y aseguró tener pruebas que desvirtúan todas esas «mentiras».
«Es ofensivo lo que sale en Nueva York», expresó el gobernante en una rueda de prensa en la que no permitió preguntas de ningún periodista.
El mandatario aseguró tener documentos oficiales de la Agencia de Control de Drogas (DEA) de Estados Unidos de presuntas reuniones de personas ligadas al narcotráfico en las que aseguraban que no podían negociar con él porque le temían.
«Lo que se demuestra en la grabación de audio es que conmigo no tenían trato, ni protección, ni esperanza», dijo Hernández sobre la supuesta información que tiene en su poder. El mandatario leyó parte de lo que dijo eran transcripciones, aunque no las mostró y tampoco divulgó ningún audio.
Estados Unidos no ha presentado ninguna acusación formal contra el mandatario, pero fiscales lo han señalado de estar vinculado al narcotráfico en los juicios de su hermano Juan Antonio «Tony» Hernández, condenado en ese país por delitos de tráfico de droga y quien el próximo 30 de marzo conocerá su pena.
En ese juicio, los testigos aseguran que Juan Orlando Hernández recibió varios sobornos a cambio de protección, incluyendo un pago de un millón de dólares por parte del narcotraficante mexicano Joaquín «El Chapo» Guzmán.
La semana pasada, en el juicio de Fuentes Ramírez, el nombre del gobernante salió a relucir cuando los fiscales del caso lo acusaron de haber recibido sobornos y ser socio de un narcolaboratorio.
Durante el proceso, los fiscales Michael Lockard y Jacob Gutwillig basaron sus acusaciones contra Hernández en el testimonio de dos testigos: Devis Leonel Rivera Maradiaga, exlíder del cártel Los Cachiros, y un contador que dio testimonio bajo el seudónimo de José Sánchez.
Rivera Maradiaga testificó que sobornó al presidente Hernández en 2012 entregando 250,000 dólares a su hermana Hilda Hernández a cambio de protección ante las autoridades y de no ser extraditado. Sánchez testificó que presenció reuniones entre Hernández y Fuentes Ramírez en 2013 en las que éste último sobornó al ahora mandatario.