YANGÓN, Myanmar
Agencia AP
Los manifestantes contrarios al golpe militar del mes pasado en Myanmar volvieron hoy a tomar las calles, al día siguiente de una «huelga de silencio» en la que se instó a la gente a quedarse en casa y mantener cerrados sus negocios.
Las fuerzas de seguridad intentaron dispersar algunas de las manifestaciones por la fuerza. Medios locales y usuarios de medios sociales reportaron ataques violentos contra manifestantes en Hpa-an, capital del estado suroriental de Karen, así como en la capital del estado oriental de Shan, Taunggyi, y en Mawlamyine, capital del estado de Mon, también al sureste. No estaba claro si los soldados habían utilizado munición real además de balas de goma contra los manifestantes.
Según el servicio de noticias Democratic Voice of Burma, dos jóvenes resultaron heridos de gravedad por disparos en Hpa-an.
Otras protestas se desarrollaron de forma pacífica el jueves por la mañana, en lugares como Mandalay, la segunda ciudad más grande del país, y en menor escala en vecindarios de Yangón, la metrópolis más grande del país.
DVB también reportó que otro hombre murió y al menos cuatro resultaron heridos el miércoles por la noche en lo que se describió como una campaña de represión del Ejército en Kyaukpadaung, una población en el centro del país.
El golpe de Estado militar del 1 de febrero derrocó al gobierno electo de Aung San Suu Kyi, cuyo partido logró una victoria abrumadora en las elecciones del pasado noviembre.
La toma de poder paralizó el progreso del país hacia la democracia, iniciado cuando el partido de Suu Kyi asumió el gobierno en 2016 para un primer mandato, tras más de cinco décadas de régimen militar.
Al menos 286 personas han muerto en la campaña de represión, según la Asociación de Asistencia para Prisioneros Políticos de Myanmar. La organización estima que 2.906 personas han sido detenidas, procesadas o condenadas por resistencia al golpe. La mayoría siguen detenidos.