PARÍS/AP
Los habitantes de París y ciertas otras regiones de Francia pasaron su primer fin de semana bajo una cuarentena de un mes a fin de combatir la propagación del coronavirus.
Sin embargo, abundaron las críticas contra las medidas del gobierno ya que algunos las consideraron desorganizadas.
Una autorización de viajes colocada en internet fue tan ridiculizada por la prensa francesa que el Ministerio del Interior la quitó poco después. Por ahora se requerirá simplemente comprobante de domicilio para poder caminar por un radio de 10 kilómetros (6,2 millas).
La planilla necesaria para trasladarse a un radio mayor (30 kilómetros o 18,6 millas) no funcionaba en internet debido a fallas técnicas. El website decía simplemente “Pronto estará disponible”.
Bajo las nuevas restricciones, estarán cerrados los negocios no esenciales pero los habitantes no están obligados a quedarse encerrados en sus casas. Las medidas fueron anunciadas el jueves.
Francia reportó otros 35.327 casos el sábado, cuando el número de enfermos en las unidades de cuidados intensivos aumentó a 4.353, el mayor número en lo que va de año, según el Ministerio de Salud.
“Cuando uno examina las cifras, es obvio que la situación es insostenible y empeorará a medida que se propague el virus”, dijo a la AP Anaelle Aeschliman, una enfermera en el Hospital Ambroise Pare en Neuilly-sur-Seine, un suburbio al oeste de París.
“Debo admitir que estoy un poco decepcionada de que no se dictó una cuarentena colectiva a nivel nacional”, agregó.
El gobierno francés ha estado tratando de evitar un tercer confinamiento colectivo.