Por MAURICIO SAVARESE
SAO PAULO
Agencia AP
La policía de Brasil está empezando a utilizar una ley de seguridad nacional de la época de la dictadura militar contra los críticos del presidente, Jair Bolsonaro, mientras abogados y activistas se movilizan para brindarles ayuda legal y acusan al gobierno de tratar de silenciar la disidencia.
Ayer, manifestantes desafiaron a la policía en la capital, Brasilia, marchando con carteles contra Bolsonaro un día después de la detención de cuatro personas que babían calificado al mandatario de «genocida» por su gestión de la pandemia del coronavirus y mostraron una caricatura en la que aparecía junto a una esvástica nazi. Los agentes no actuaron el viernes cuando unas 40 personas protestaron durante una hora.
La ley de seguridad nacional, que data de 1983, dos años antes del final de la dictadura militar, contempla como delito dañar a los jefes de las tres ramas del gobierno o exponerlos a peligros.
La vaga norma se ha usado recientemente para arrestar o investigar a críticos de Bolsonaro. Katia García, maestra de geografía, dijo que protestó ante la oficina del presidente el viernes porque los arrestos la habían inspirado.
«Fueron encarcelados porque la descripción de ‘genocida’ se ajusta muy bien a nuestro presidente», señaló García, que llevaba mascarilla y pantalla facial. «Él ha contribuido al colapso de nuestro sistema de salud por la falta de vacunas. La policía no puede silenciarnos».
Aunque ya hubo acusaciones previas contra destacados críticos de Bolsonaro, incluyendo un columnista de un diario, un caricaturista político y una popular estrella de YouTube, la ley se utiliza ahora cada vez contra ciudadanos de a pie.
Por el momento los tribunales no han ratificado ninguna detención, pero los abogados expresaron su alarma porque la táctica se esté generalizando.
Las dos manifestaciones en Brasilia reclamaron un juicio político contra Bolsonaro por los supuestos errores de su gobierno en la pandemia, que ha causado cerca de 290.000 muertes en el país. Esta semana, las autoridades reportaron casi 3.000 decesos diarios.
En varias ocasiones, el presidente se ha quejado de que está siendo vilipendiado de forma injusta. La última fue el jueves, durante una emisión en vivo a través de Facebook.
«Me llaman dictador. Quiero que me señalen una cosa que haya hecho en los dos últimos años y dos meses que fuese autocrática», afirmó mientras se quejaba por una columna de opinión en un diario que empeló la palabra genocida para describirlo.
La policía de Brasil explicó el jueves que los cuatro detenidos violaron la ley de seguridad «ya que mostraron una esvástica en asociación al símbolo del presidente de la República». Pero la fuerza policial federal, que decide qué casos locales merecen seguir adelante como delitos de seguridad nacional, desestimaron el caso y dejaron libres a tres de ellos. Uno quedó retenido por una orden de búsqueda por un caso anterior.
La policía federal ha realizado más de 80 investigaciones en base a la ley de seguridad durante los dos primeros años de Bolsonaro en el poder, y más de 10 en los 45 primeros días de 2021, según el diario O Globo. La media anual antes de su llegada al poder era de 11. Los casos parecen estar casi por completo relacionado con críticos de Bolsonaro, dijeron organizaciones de derechos humanos y activistas.