Por JOSEPH KRAUSS
JERUSALÉN
Agencia AP
Una serie final de sondeos de la prensa en Israel mostró una elección muy apretada, en que la suerte del primer ministro Benjamín Netanyahu casi seguramente dependerá de partidos pequeños y un ex aliado que lo ha criticado, pero no ha descartado sumarse a su coalición.
Se considera que las elecciones del próximo martes — las cuartas en menos de dos años — serán un referéndum sobre Netanyahu, el primer ministro de más tiempo en el cargo en la historia del país. Está en juicio por corrupción, pero a la vez ha presidido la campaña de vacunación más exitosa del mundo contra el coronavirus.
Los sondeos muestran que el derechista Likud, de Netanyahu, está en la punta, proyectando que ganará alrededor de 30 escaños en el parlamento. Pero una alianza con sus aliados naturales, los partidos ultraortodoxos y un pequeño partido de ultraderecha, solamente le daría 50 escaños.
Al otro lado está un conjunto ideológicamente diversa de partidos comprometidos con derrotar a Netanyahu, que en conjunto pudieran conseguir de 50 a 60 escaños, también insuficiente para una mayoría. El partido centrista Yesh Atid, de Yair Lapid, el más grande en la coalición contra Netanyahu, pudiera ganar 20 escaños.
El más influyente casi seguramente será Naftali Bennett, un exaliado derechista de Ndetanyahu cuyo partido Yamina pudiera ganar alrededor de 10 escaños. Bennett no ha descartado sumarse a ninguno de los dos campos. Mansour Abbas, el líder de un partido islamista árabe, tampoco se ha comprometido, pero los sondeos están divididos sobre si su partido ganará cuatro escaños o no conseguirá suficientes votos.